viernes, 30 de noviembre de 2012


“LA INTIMIDAD CON DIOS”

Cuando Dios creó al ser humano, este vivía en constante comunión con El, sin embargo, Debido a su desobediencia esta comunión fue perdida y comenzó en la raza humana un camino de soledad caracterizado por un gran vacío en el interior que sólo puede ser llenado al restaurar nuestra relación con el Creador. Jesucristo vino a restaurar esa relación perdida a través del pecado de Adán y Eva, y es el deseo de Dios que esta sea una prioridad en nuestra vida. Romanos 5: 8-11 "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación."
 El Señor creó al ser humano para que se relacionara con Él. Eso es lo que significa ser hechos a su imagen (Génesis 1:26). Nos dio un espíritu que puede comunicarse con su Espíritu. Solamente mire la tierra y los cielos. Aunque Dios es el Creador de todas estas cosas, Él nunca puede relacionarse con una montaña o con una estrella como lo hace con usted. No pudo darnos un honor más alto que el habernos hecho a su imagen. Muchos cristianos se sienten como extraños y otros están confundidos y frustrados, y se preguntan por qué no escuchan su voz, ni sienten su presencia. A pesar de que asisten a la iglesia, leen sus Biblias y oran, Él todavía parece estar muy lejos y desconectado de ellos. Para ayudarnos a comprender en qué consiste relacionarnos con el Señor, examinemos los escritos de David, a quien la Biblia llama un hombre conforme al corazón de Dios en el Salmo
# 63 da una viva descripción de su absorbente pasión por su Señor, El elemento más evidente en este salmo, es una sed y un anhelo por el Señor.

Cualquier otra búsqueda en la vida parece un seco desierto en comparación con una relación íntima con Dios, Leamos Salmos 63: 1-4 "Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, Para ver tu poder y tu gloria, Así
como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos." Muchas veces nosotros nos concentramos y ponemos nuestro esfuerzo en muchas actividades cristianas o en tener ministerios y a veces en  posiciones en la iglesia, Aunque Dios desea que trabajemos en su obra, más que nada El quiere que actuemos como sus hijos, con libertad de tener comunión con El;, Es necesario que tengamos presente que la prioridad para Dios es que desarrollemos una relación de intimidad con El, apartando cada día un tiempo para estar a solas con El. Y recuerda que solo los que guardan su Palabra con reverencia tendrán comunión con Dios. Salmos 25:14 “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.”                                                                                                Una de las historias más relevantes y que nos muestra como a veces estamos mucho más cerca de la Iglesia que lo estamos del Creador y se encuentra en Lucas 10: 38-42 "Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."                                                         Si verdaderamente deseamos desarrollar una relación estrecha con Dios, no permitiremos que nada ni nadie nos quite ese tiempo que pasamos a solas con el Padre, y siempre estará en primer lugar en nuestra agenda. Algunos cristianos confunden conocer al Señor con saber acerca de Él. Por el contrario, El conocimiento de Dios debe transformarnos continuamente, influir en los demás, y prepararnos para el cielo.

Al desarrollar nuestra intimidad con Dios, es importante acercarnos a Él:
1-Confiadamente...                                                                    Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:16)
2-Con un corazón sincero...                                                               Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10:19-22)                                                                                    3-Con un corazón agradecido...                                                                     Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. (Salmo 100:4)                                                                         4-Con un corazón humilde...                                                                      Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. (Salmo 51:17)                                               
Qué pasa Cuando tenemos intimidad con Dios?
1-Tenemos paz…. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. (Isaías 26:3)                                            2-Somos liberados de temores….. Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. (Salmo 34:4)                                                                3-Descansamos….Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28)                                                                 4-Nuestras peticiones son escuchadas….Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. (Salmo 37:4)                                                    5-Nuestras necesidades son suplidas….Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. (Salmo 34:10)                                                                                                        6-Vemos la bondad de Dios….Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. (Lamentaciones 3:25)
He conocido pocos cristianos que están satisfechos con su vida de oración. De hecho, con algunos hay frustraciones y mucho desánimo. Podría ser que hemos dado a la oración una definición muy general o como un ritual lo cual se contradice. Medimos nuestra vida de oración con criterios artificiales como el tiempo de rodillas y la frecuencia con que lo hacemos, pero que no son mandamientos u ordenanzas bíblicas y por lo tanto nos dejan un vacio y un sentimiento de no haber completado algo.                                                  El autor Bloesch, en su libro "The Struggle of Prayer (La lucha de oración), caracteriza la vida de oración de los grandes santos no como una participación en un solo acto de oración prolongada o la repetición sin fin de oraciones.  Mejor dicho, es un constante esperar en el Señor— orando internamente aunque ocupado externamente con los quehaceres de la vida. Hasta que que nuestras vidas lleguen a ser una oración.                                              1 Tesalonicenses 5: 16-17 " Estad siempre gozosos. Orad sin cesar."           Por supuesto, debemos incluir la práctica regular de la intercesión, Y mucho más en ocasiones de gran desafío o crisis,. Pero para ver la oración como la vida; Es una dimensión que no podemos limitar a 30, 40 o 50 minutos dos veces al día, puesto que se convierte en una costumbre o un cumplimiento de un requisito.
¿Cómo experimento la intimidad con Dios? La Intimidad Involucra dedicación, relación, soledad, y oración. Aquí encontramos una clave. La intimidad con Dios es posible solamente porque Él así lo quiere. Es su regalo a nosotros. Es una demostración de su favor no merecido, su "Gracia". Él  extiende su mano, y nos da el privilegio de responder. Nuestra responsabilidad es quitar las barreras, dejar de escondernos, quitarnos la vergüenza, y recibir el don de su gracia: “intimidad.” Jesús quiere que nos limpiemos con su Manto diariamente antes de tener intimidad con El, Jesús lava los pies de sus discípulos. No los baña, solo lava sus pies. Porque los pies hablan del andar diario. En el caminar diario nos ensuciamos, nos salpicamos, nos manchamos. Y aunque ya somos hijos, justificados y santificados, necesitamos ser limpios en el día a día. Jesús los limpia y purifica,  para que puedan tener “parte conmigo”. Como dice la escritura en Juan 13: 8 "Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo."   Esta frase nos indica que solamente con nuestros corazones limpios de todo pecado podremos estar en intimidad con él, sin nada que nos aleje ni nos acuse; también limpios en nuestras conciencias. No tengamos miedo de confesarle a Jesús lo que hemos hecho o lo que nos pasa.  Él no quiere condenarnos sino que quiere perdonarnos y ayudarnos
a volver a empezar.  Jesús conoce nuestros corazones y sabe por lo que estamos pasando. Como un amigo, él se saca el manto, se humilla para limpiarnos y para guiarnos a su presencia. Juan 13: 5 "Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido."                                                                 El apóstol Pablo abrió su corazón y expuso su pasión para la intimidad usando una metáfora descriptiva: "Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros," (Gálatas 4:19). Aquí está la clave para Pablo, y para nosotros. La intimidad con Dios es la vida de Jesús sembrada  dentro del corazón del creyente. Por su vida recibimos poder. Por su presencia permanente experimentamos una calidad de vida y una Paz que solamente Él da. Las enseñanzas de  Cristo en nuestros corazones y su forma de Pensar en nuestra mente es la influencia determinante en nuestras vidas.                                                                     Una advertencia muy importante es: Que nunca permitas que los deseos de hacer buenas obras y  las presiones del ministerio o las actividades de la Iglesia (ayudar a Dios), Te alejen de la misión crítica en nuestras vidas - conocer a Dios íntimamente, Que Jesús siempre sea nuestro  Primer Amor además recuerda  que Dios no necesita tu ayuda, sino tu disposición y tu obediencia,…  Apocalipsis 2: 2-4 "Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.    Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor."      La intimidad con Dios tiene que ser el gozo y deleite del corazón de cada uno de sus hijos”, Una vida cristiana victoriosa, y un nivel de Fe cada vez mas alto, siempre dependerá de la relación que tengamos con Dios; Espero  que La pasión por la intimidad con Dios haya sido encendida, y que hayan sido tocados con su Santo Espíritu para que vivan conectarnos con Jesús, quien es la fuente de vida; su hermano en Cristo.... HECTOR PEGUERO.-