“EL NUEVO PACTO DE DIOS”
Nuevo Pacto:
El Nuevo Pacto se refiere a la nueva promesa hecha por Dios a
Su pueblo. La palabra en el Nuevo Testamento de la Biblia fue traducida de la
palabra griega diathēkē, que significa
"contrato o testamento." Una explicación muy básica del Nuevo Pacto
de Dios con el hombre, es un acto de Su gracia para reconciliar al hombre con
Él. Es mediante una acción expiatoria que se hace un desagravio por la rebelión
y el pecado, en pago por la iniquidad.
Para comprender mejor el Nuevo Pacto, ayuda conocer el
Antiguo Pacto. En el Antiguo Testamento, Dios dijo (parafraseando) "Esta
es mi ley, obedézcanla y sean mi pueblo". Sería a través de Su pueblo que
el mundo conocería a Dios. Pero ellos no cumplieron con su parte; no pudieron.
El hombre no puede ni siquiera cumplir las leyes mismas del hombre. El
Antiguo Pacto demostró que aunque Dios es perfecto, el hombre no lo es. Ningún
humano puede cumplir la ley, pero Dios sí podía y lo hizo, estableciendo el
Nuevo Pacto. Las promesas de Dios nunca se rompen (Salmo 105:8; 145:13; Segunda
de Corintios 1:20). Él no puede mentir, ni tampoco puede quebrantar Su palabra.
La Biblia, como la tenemos hoy, está dividida en dos
secciones que han sido llamadas el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Obviamente, estos nombres vienen de las palabras que Dios le habló a Jeremías, “He
aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales hare nuevo pacto con la casa
de Israel y con la casa de Judá”. Pienso que muchos cristianos viven bajo el antiguo
pacto. Sin dudas que han leído el Nuevo Testamento pero basan sus doctrinas en
el contenido del Antiguo Testamento, Y muchos aspectos de su vida y
experiencias son del antiguo pacto en lugar del nuevo. Es vital tener un
apropiado entendimiento de la diferencia entre los dos pactos para poder tener
un verdadero crecimiento espiritual.
Algunos creyentes en los días del nuevo testamento fallaron
en recibir y experimentar la plenitud del nuevo pacto que Jesús inauguró con su
sangre. Las condiciones del nuevo pacto son descritas en
Jeremías 31: 31-34: “He aquí que vienen días, dice
Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de
Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para
sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui
yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la
casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente,
y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta
el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me
acordaré más de su pecado”.
La Ley
Dios hizo el primer pacto con el pueblo de Israel cuando los
sacó de Egipto. Este primer pacto estaba basado en la ley. La ley estaba
resumida en los diez mandamientos y era ampliada en los libros de Éxodo,
Levítico, Números y Deuteronomio. Estos libros, junto con el libro de Génesis
eran los libros que sirvieron de base para el Antiguo Testamento, y son
conocidos como el Torá o Ley.
Las leyes que Dios dio a través de Moisés eran justas y cabales y superiores a las de los pueblos que les
rodeaban. Estas eran severas para los estándares actuales. La pena de muerte
era llevada a cabo por casos de brujería, adulterio, violación y golpear a los
parientes y otros crímenes, así como por asesinato. Sin embargo, En Hebreos, la
escritura es repetida en Jeremías leamos Hebreos
8: 8-9. "Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No
como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé de la mano para
sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y
yo me desentendí de ellos, dice el Señor." nuevo y mejor pacto es el
Pacto de Gracia—la promesa de redención del poder de la culpa y del pecado
mediante el sacrificio de Cristo, el cual nos acerca a Dios. Jesús pagó
enteramente nuestra deuda.
En Hebreos 6 dice: "Pero ahora tanto
mejor ministerio es el suyo, cuando es mediador de un mejor pacto, establecido
sobre mejores promesas." La ley de Dios se volverá principios internos
(escritos en nuestros corazones) que permitirán a Su pueblo deleitarse en hacer
la voluntad de Dios. A través de Cristo y del Espíritu Santo, las personas
ahora pueden tener una relación íntima con Dios. Ya que ahora estamos bajo el Nuevo Pacto, ya
no tenemos el castigo por quebrantar la antigua ley mosaico. Tenemos la gracia
de Dios para perdonar nuestros pecados.
Es don de Dios (Efesios 2:8). Juan 3:17 dice: “Porque
no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por Él.” Para recordarnos, dice Hebreos
9:15: "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que
interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el
primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque
donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador."
- Por
muy excelentes que eran estas leyes, no produjeron un pueblo justo. Casi 1,000
años después de haber sido dadas, el juicio de Dios cayó primero sobre Israel y
luego sobre Judá. Ellos habían roto todos los mandamientos de Dios y habían
fallado totalmente en guardar su lado del pacto. Por encima de todo, habían
quebrantado sus leyes y se habían vuelto y adorado a otros dioses. Así que los
asirios y los babilonios vinieron y devastaron su tierra, atacaron Jerusalén y
se llevaron al pueblo en cautiverio.
La raíz del problema no radicaba en las leyes que Dios había
dado. Radicaba en la naturaleza humana. Decía Jeremías
17: 9-10 "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón,
para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras." La esencia del
nuevo pacto es la promesa de Dios de cambiar el corazón, '...dice Jehová: Daré
mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón'. Mientras el corazón humano
sea orgulloso, codicioso e idólatra, no hay forma que pueda guardar las leyes
de Dios, sin importar lo disciplinado o
entrenado que sea. Tiene una ley de funcionamiento interna que está en
conflicto con las Leyes de Cristo. Pablo sufrió una conversión dramática en el
camino a Damasco. Su vida completamente cambió de dirección. El celo que una
vez tenía por perseguir a los cristianos comenzó ahora e invertirlo en predicar
el evangelio.
Pero allí no terminaron sus problemas. El nos dice en el
capítulo 7 de la carta a los Romanos cómo luchó con la ley para descubrir que
no podía guardarla. Pienso que estas batallas vinieron después que él se había
encontrado con Jesús en el camino a Damasco. Finalmente encontró la victoria y
proclamó triunfante en la carta a los Romanos
8:2-3 "Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de
la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por
cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne
de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;" El Apóstol Pablo
sufrió por esta situación por la Iglesia de Jesucristo. Por esta razón,
escribió a los Colosenses lo siguiente:
Colosenses 1:24 “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros y cumplo en mi
carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la
iglesia” Pero el sufrimiento de Pablo era por
la ignorancia de la iglesia de su
tiempo, erróneamente tratando de cumplir la caduca Ley dada por Dios a Moisés;
lamentablemente en este tiempo, muchos han llegado a estar igual o peor que en
el tiempo de Pablo, ya que en la actualidad lo que pernea es la religiosidad
sin conocimiento de la Biblia, lo cual genera que mucha gente asista a las
congregaciones únicamente a entretenerse más no a edificarse; es decir, a pasar
el tiempo y no a aprender de Cristo por medio de la Biblia.
El Apóstol Pablo
escribe en Gálatas 1:8 “Mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema” Pablo comunica es maldito el
que predica otro evangelio, Por consiguiente es imprescindible que como hijos
de Dios que somos, tenemos que observar y escrudiñar con más profundidad el
evangelio de Cristo (La Gracia); Podemos leer en
Lucas 24:44-45 “Jesús dijo que cumplió
lo que sobre él estaba escrito en la ley, los salmos y los profetas”. Luego, les abrió
el entendimiento a sus discípulos para que pudieran entender el evangelio. El Apóstol
Pablo escribe en Efesios 1:18 que él oraba para que los
hombres fueran alumbrados en el conocimiento, implicaba esto que el objeto
de su oración era para que Dios alumbrara los ojos del entendimiento de los
hijos de Dios; es decir, para que recibieran el espíritu de revelación y
sabiduría en el conocimiento de Dios, que solamente lo encontramos en la
Biblia. Dios los Bendiga mis
hermanos en Cristo- HECTOR PEGUERO.