“NUESTRAS BUENAS INTENCIONES Y ACCIONES SON PARA DIOS COMO TRAPOS DE INMUNDICIA”
Isaías 64:6 " Si bien todos nosotros somos
como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos
todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como
viento."
Cuando Dios usa al profeta Isaías en este pasaje, el pueblo
de Israel mantenía una corrupción de costumbres. De allí la expresión “todos nosotros somos
como suciedad” pues se miraban como llenos de lepra y por lo tanto, no aptos
para estar en el campamento. Tal como el
leproso era expulsado del campamento, así ellos estaban contaminados con su
pecado y deberían ser expulsados de la presencia de Dios. De igual manera la
frase que sigue “y todas nuestras justicias, como trapo de inmundicia”
significa literalmente –y es una expresión muy fuerte- que nuestras buenas
obras vienen a ser como trapo usado por mujer en su período menstrual. Eso es lo que parece a los ojos de un Dios
plenamente santo los mejores actos humanos.
¡Nuestras más buenas acciones están contaminadas! No sólo hay una corrupción general de
costumbres, sino también graves faltas en nuestros mejores actos de
devoción. ¡Qué abominable debe resultar
ante Dios nuestra pretensión de ser “buena gente”!
El mundo está lleno de personas que pretenden adorar a Dios y
agradarle con lo que piensan son “buenas obras”. En este afán muchos caen en el engaño, Pues
rigen sus obras de acuerdo a tradición, o fijándose sólo en las apariencias;
olvidándose que ante Dios es imprescindible
realizar cualquier obra con Amor y por FE. Buenas intenciones no son suficientes:
Los religiosos exageran los aspectos externos de las obras, sin cuidarse de la
condición real del corazón. Jesús les hablo a los fariseos en Mateo 15:7-11" Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón
está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres. Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y
entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la
boca, esto contamina al hombre."
El propósito de
estos fariseos era el de mostrar por la observancia rigurosa de lavarse las
manos, una apariencia de piedad religiosa.
Lamentablemente, son millones de personas las que hoy en día conservan
aún este espíritu farisaico, de dar un valor desmedido a lo externo de las
obras y lo cual hace que muchos creyentes sean superficiales en su relación con
Dios y con los demás; Aun sabiendo que dice en su palabra que El se enfoca en
nuestras intenciones o sea en tu corazón, 1 Samuel
16:7 " Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande
de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el
hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira corazon "
Cuando nos enfocamos en las cosas naturales o no
Espirituales, perdemos de recibir las revelaciones de Dios y de que el Reino de
Dios: el cual es más que lo tangible o deseado sino que dice Romanos 14:17 "porque el reino de Dios no es comida
ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo."
Muchos
se engañan pensando que a Dios se le agrada con sólo cuidar los aspectos
externos de la religión, por ejemplo:
-Se cuidan de arrodillarse al orar, pero
conservan la soberbia y la falta de perdón en el corazón.
-Usan largos vestidos, pero abrigan deseos inmorales y sensuales
internamente.
-Llevan siempre una Biblia bajo el brazo, pero no se les ocurre
obedecerla. -Usan velo al orar o al
profetizar si son mujeres, pero no se sujetan a sus esposos. -Ayunan
constantemente, pero no cambian sus actitudes de injusticias.
No es esto cuidar sólo lo externo, la acción religiosa, olvidando
lo interno y espiritualmente genuino. Guardémonos de estas cosas pues son la
esencia de la hipocresía. Las personas que ponen la mirada en las cosas que
agradan a los hombres, pretendiendo que a la misma vez agradaran a Dios, Cristo
les llama "Tropiezo" que quiere decir en griego "Ofensas"...Mateo 16: 23 " Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira
en las cosas de Dios, sino en las de los hombres."
Los fariseos atribuían la calidad de “buena obra” a aquellas
acciones que anulaban la Palabra de Dios.
Hoy en día podemos señalar actos religiosos como la adoración de
imágenes que anula la Palabra de Éxodo 20:4-5
"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen," Otro ejemplo de la
obediencia a los ídolos y no a Dios lo encontramos en el libro de los Salmos 115: 1-8
" No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por
tu misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está
ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. Los
ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no
hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices,
mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No
hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera
que confía en ellos."
Las personas tratan de vivir haciendo “buenas obras” pues con
ello pretenden acumular puntos para con
Dios y así, al final de los días de sus vidas, alcanzar el cielo anhelado, pero
no consideran la palabra de Dios en Efesios 2:8-9
" Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."
cuando nos cita que la salvación no es por obras. De este texto bíblico podemos sacar
conclusiones vitales:
1- El hombre
no puede hacer nada, en el sentido de lograr su salvación. 2- No podemos ser salvos por
medio de obras.
3- Dios ofrece a todo hombre Su Gracia a fin de que pueda alcanzar la
salvación de su alma.
El Hacer Buenas Obras no para ser Salvo sino porque ya soy
salvo: Es la definición de dar frutos de FE, Aunque nuestra salvación no
depende de buenas obras, sí está orientada hacia el sacrificio de Jesús en la
cruz y sabiendo que somos salvos por Gracia y no por obras; Entonces podemos
decir que La fe es como la raíz de los árboles y las buenas obras son como el
fruto de ese árbol. Lo que da la vida
por medio de la savia, no proviene del fruto sino la raíz. Pero el árbol manifiesta que está vivo y sano
al dar buenos frutos. De esto se revela
algo importante: Que de lo visible se manifiesta lo invisible. En otras palabras el fruto manifiesta la raíz. Qué tipo de creyente somos se manifiesta en
los frutos que las personas nos ven. Y
no son las buenas obras las que salvan al hombre, pero el hombre sí manifiesta
que es salvo por medio de sus buenas obras Efesios
2:10" Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas." El estándar que Dios busca es la perfección, pero nosotros
no podemos complacer a Dios por nosotros. Esta es la razón por la cual Jesús
murió por los pecadores. Si Usted quiere ser lo suficientemente bueno,
entonces, Usted debe permitir que Dios lo vea a través de la justicia de Cristo
Jesús. Esta es la única bondad que cuenta para Dios. Que Dios los bendiga mis queridos Hermanos: HECTOR PEGUERO.
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