EL OBRERO ES DIGNO DE SU SALARIO
Por Jack Fleming
Mat 10:9-10 "No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento".
Este es el principio establecido por el Señor para el sustento de los obreros de la mies. Luego el mismo apóstol Pablo confirma, bajo la dirección del Espíritu Santo, esta verdad bíblica:
1Ti 5:17 "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
1Ti 5:18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario".
¿Existe alguna contradicción cuando el Señor Jesucristo dice: "alimento" y Pablo cita: "salario"? Evidentemente que no, porque ambos expresan la misma idea, que el que trabaja es digno de su salario, es decir, de su comida, lo elemental para que viva austeramente desprovisto de los bienes materiales de este mundo que pueden llegar a transformarse en una carga, especialmente para los siervos de Dios; que fue lo mismo que ordenó a los sacerdotes levitas del Antiguo Testamento Nm.18:24 "Entre los hijos de Israel no poseerán heredad".
El salario de los sacerdotes levitas era solamente su comida, los diezmos que el pueblo de Israel llevaba al Tabernáculo y posteriormente al Templo de Jerusalén para el sustento de los sacerdotes que estaban dedicados a esa labor. SIEMPRE el diezmo debía ser entregado en productos: trigo, vino, aceite, animales, etc., únicamente su comida. Todo lo cual era guardado en el "alfolí", que era una gran pieza que estaba en el templo y que servía de bodega para almacenar el diezmo, porque era para suplir las necesidades para el sustento diario de los sacerdotes, jamás para que éstos obtuvieran bienes terrenales.
Esto es lo que se aprecia claramente cuando el Señor envía a los setenta a predicar y les reitera, Lc.10:2, 7-8 "Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante".
Entonces ¿Por qué hoy solamente citan que "el obrero es digno de su salario" y omiten intencionalmente las palabras textuales del Señor? ¿"Su alimento"? La razón es muy simple, porque tuercen lo que ha dicho el Señor, que el siervo es digno de su comida, su alimento, y solamente quieren referirse "al salario", para poder incluir todas las demás añadiduras que hoy han introducido como legítimas de los "siervos del Señor", que en la mayoría de los casos son una burla de lo que realmente ha dicho el Señor, la comida, las necesidades básicas.
Lo que estamos siendo testigos en nuestros días, que hacen aquellos que se autodenominan "siervos del Señor", es un insulto a nuestra inteligencia y una burla a la Palabra del Señor, quien dijo categóricamente:"No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento".
Porque todos sabemos perfectamente que los pastores son los que económicamente mejor viven que toda de su congregación, y esto haciendo precisamente lo contrario a lo que el Señor ha ordenado. Desobedeciendo a la Palabra de Dios han acumulado dinero y bienes personales, con el agravante de no haber trabajado para ello como Dios ordenó desde el principio de la creación para todos los hombres: Gen 3:19 "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás". Lo mismo que ratificó en el Nuevo Testamento para la iglesia el gran Apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo cuando ordenó: 2Ts. 3:10 "Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma".
La inmensa mayoría de estos "siervos" han elevado notablemente su estilo de vida cuando se dedicaron "a la obra del Señor". Han logrado (contradiciendo lo ordenado por el Señor precisamente para ellos), han acumulado bienes y dinero que antes no poseían, tal es así, que esta actitud inconsecuente con la Palabra de Dios, ha despertado la codicia de muchos otros imitadores que han visto en esta forma de vida una importante fuente de ingresos, mayormente por el poder y la facilidad con que se obtiene. Hoy no se trata de tomar la cruz de Cristo cada día y seguir al Señor (Lc.9:23), sufrir penalidades, privaciones, persecuciones y cárceles; sino de cada día centralizar mayor poder y más bienes de este mundo.
Aunque el Señor ha ordenado a todos los creyentes, especialmente a los líderes quienes deberían destacar por sus cualidades y obediencia a la Palabra de Dios:
Mat 6:19 "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Mat 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan".
Al decir que sean tenidos por dignos de doble honor, obviamente que se está refiriendo a los líderes, que además de su labor de ancianos o pastores, también se dedican a la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios. Para aquellos que cumplen esa doble tarea, pide el Señor que la iglesia les entregue un doble honor, mayor aprecio, no un doble sueldo.
No hemos de perder de vista en el contexto que está dicho, porque Pablo solamente cita una parte de lo expresado por el Señor Jesucristo, quién ha dicho:
Mat 10:9-10 "No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento".
El concepto indicado por el Señor Jesucristo, en lo referente al sustento de los siervos que se dedican a la obra de Dios, es que no se provean de oro, plata, ni de dos túnicas, ni de ningún bien material. Porque aquello indispensable para su sustento, como es el alimento, debe ser provisto por la iglesia si es necesario; pero de ninguna manera autoriza los excesos que nos tienen acostumbrados los pastores que actúan sin temor de Dios en nuestros días.
No está diciendo lo que hoy se enseña y exige en muchos lugares, que la iglesia debe proveer al pastor lo mejor, la mejor casa, el mejor automóvil, viajes de "turismo cristiano" para visitar otros lugares y hasta en el extranjero, donde se hospedan en lujosos hoteles y viajan en primera clase. Cada día son más los que se han transformado en empresarios, inversionistas de inmobiliarias y accionistas de la bolsa mercantil, todo esto con los recursos obtenidos en su "pastoreo".
Jamás el Señor ha dicho lo que hoy piden los comerciantes de la fe, que ellos deben ser sustentados por la iglesia para vivir como reyes, porque dicen, para eso son hijos de reyes y no deben mostrar pobreza; el Señor solamente dijo: "el obrero es digno de su alimento" . Esta conducta se contradice abiertamente con el ejemplo que nos dejó el Señor Jesucristo, quien siendo efectivamente el Rey de reyes, escogió el hogar de un modesto carpintero para venir a este mundo y no el palacio de un rey.
Bajo una distorsión bíblica sin precedentes, los pastores son los que mejor estándar de vida han logrado en sus iglesias, y todo esto sin haber trabajado jamás por su propio sustento como Dios lo ordena para todo cristiano decente.
Quizás lo más denigrante es que todo lo que han obtenido, es gracias al sacrificio y esfuerzo desmedido de hermanos modestos que con muchas privaciones para sus propias familias, lo han entregado todo con mucha fe, pero con ingenuidad, para cumplir con las exigencias insaciables de estos personajes.
Esta escandalosa situación que hoy vemos en la mayoría de las iglesias, es condenada enfáticamente en la Palabra de Dios: 2Ts 3:10 "Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma".
Si los pastores se sometieran a esta ordenanza de Dios, muchos de ellos no tendrían que gastar de los dineros santos que fueron donados para la obra de Dios, para hacer dietas especiales en su lucha contra la obesidad, que en la mayoría se hace evidente.
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma". Palabras muy solemnes, especialmente cuando provienen de un Dios Santo al cual decimos servir.
Jud 1:4,12 "Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo desvergonzadamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados".
Al decir: "se apacientan a sí mismos", está indicando que son pastores. La versión Internacional traduce así: "Estos individuos son un peligro oculto: sin ningún respeto convierten en parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran".
Sin duda alguna que a éstos se refiere también la advertencia que nos hace la Palabra del Señor en Hch. 20:29 "Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos". 2Pe 2:3 "y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas".
Por este motivo Dios les otorga el calificativo de "Traficantes de almas" Ap. 18:11 "Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas,...almas de hombres".
La Palabra de Dios condena contundentemente a estos que andan desordenadamente:
2Ts 3:10 "Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma
2Ts 3:11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente
1Ts 4:11 y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado".
Con cuanta autoridad podía decir el gran apóstol Pablo esta exhortación bajo la dirección del Espíritu Santo, porque él conquistó con la poderosa Palabra de Dios, el Medio Oriente, Europa, Asia y el Norte de África, y todo esto sin disponer de los medios modernos y costosos que hoy usan y abusan aquellos que hoy dicen ser "siervos de Dios".
Pablo hizo todo ese tremendo trabajo, dependiendo únicamente del poder de Dios y no del bolsillo de los hnos. Podía decir y exhortar con mucha dignidad:
Hch 20:33 "Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
Hch 20:34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido".
Hch 18:3 "y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas".
El apóstol Pablo, que provenía de una familia acomodada, que había sido fariseo de fariseos como él mismo se definió, sirvió como militar bajo el poderoso ejército romano, pero cuando aceptó al Señor Jesucristo como su Salvador y Señor, no consideró una humillación trabajar con sus manos para su sustento, sino que con mucho orgullo dice que "estas manos me han servido" y trabajó en su oficio haciendo tiendas.
Los judíos hasta el día de hoy mantienen como norma de vida para ellos, que aunque sean profesionales muy exitosos, deben necesariamente tener además una profesión manual. Personalmente conozco un judío que es médico jefe de un hospital, y además es un excelente carpintero.
Sin embargo muchos de los que en la iglesia dicen servir al Señor, jamás han tenido la responsabilidad de trabajar por su propio sustento y el de sus familias. ¿Cómo van a poder entender y aconsejar a un hno. cuando atraviesa por un problema laboral, considerando que ellos mismos nunca han experimentado esa responsabilidad impuesta por Dios desde el principio de la creación?
Gen 3:19 "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás".
Me parece algo tan banal, como cuando un sacerdote católico pretende dar consejos sobre la vida matrimonial. Recuerdo haber escuchado en América latina a un misionero, exhortar a los jóvenes a no ir a estudiar a las universidades, debido al pecado generalizado en ese ambiente, decía que para servir a Dios no necesitaban más que una enseñanza secundaria.
Lo que ese señor desconocía, que especialmente en esos países del tercer mundo, la única forma de salir de la pobreza que ellos tienen, es a través del esfuerzo de obtener un título aniversario. ¿Qué podría saber él lo difícil que es obtener un trabajo medianamente remunerado, cuando jamás había tenido que enfrentar la necesidad de trabajar por su sustento?
Otra cosa que nunca he podido comprender, es el "turismo cristiano" que se practica indiscriminadamente ¿Cuál es el objetivo de enviar misioneros al extranjero, cuando extranjeros tienen que venir a nuestro país a predicar? ¿No existen hnos. capacitados por el Espíritu Santo para predicar en cada iglesia que Dios ha formado? ¿Se olvidó Dios de conceder ese don en algunas iglesias?
El apóstol Pablo aceptó ofrendas solamente de los hnos. cuya espiritualidad él conocía perfectamente. De la iglesia de los filipenses, como lo agradece cuando les escribe desde su prisión.
Filp. 4:16 "pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades".Copiado ilegalmente de EstudiosMaranatha.com
Pero jamás aceptó ofrendas ni ayudas de iglesias cuya espiritualidad no eran compatibles con las disposiciones divinas, y menos aún de algún inconverso, porque tenía muy claro que Dios no es ningún limosnero y tampoco sus siervos. Esto se ve claramente cuando se encontró entre los corintios:
2Co 11:9 "Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso".
2Co 12:14 "He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros".
La misma conducta y decisión mostró cuando estuvo entre los tesalonicenses, a los cuales ordenó, primero con su conducta y luego con su firme exhortación, a que si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
¿Por qué el apóstol Pablo, que predicó en varios continentes, pudo trabajar por su sustento, y los pastores modernos no lo hacen?
La gran excusa que presentan es que no podrían dedicarse a la obra del Señor, si además tuvieran que trabajar por su propio sustento. Pero la pregunta se mantiene ¿Por qué no? ¿Acaso Pablo, con menos recursos no pudo hacerlo exitosamente en una extensión geográfica mucho más grande? ¿O alguien se atreve a poner en duda el éxito de la obra que realizó Pablo? Personalmente sé que se puede, aunque la vida no es tan fácil como ellos están acostumbrados.
Un abismo insondable separa la moral y honorabilidad incorruptible del apóstol, con la de los mercaderes de la fe de nuestros días; quienes sin ningún temor de Dios, se atreven a pedir dinero públicamente por las radioemisoras, canales de TV y hasta por medio de Internet a todo el mundo, transformando al Señor de la gloria en un miserable limosnero.
Y este proceder impropio de un verdadero hijo de Dios, se ve agravado por el delito de que en muchos casos, todo el dinero recaudado está en cuentas bancarias a sus nombres personales, y no bajo el nombre de la iglesia. Hnos. muy acongojados me han contado experiencias increíbles, como que sus pastores fueron sorprendidos en hechos inmorales y expulsados de sus iglesias, pero se llevaron con ellos todo el dinero que pertenecía a la congregación, para luego instalarse con el mismo "negocio" (iglesia) en otro sitio.
Los que se han dedicado al negocio del "pastoreo", insisten que no tendrían tiempo para visitar a los hnos. ni para preparar sus mensajes. Cuando la realidad es conocida por todos, que visitan únicamente a sus amigos y a los buenos "diezmadores"; y en cuanto al tiempo necesario para la predicación, existen algunos de ellos que practican hasta la inmoralidad de copiarlos textualmente desde Internet, a pesar de que no trabajan.
Indudablemente, gracias a Dios que existen algunas excepciones, pero no son más que eso, excepciones. El Señor aún se ha guardado siervos fieles que no han doblado sus rodillas ante Baal, ni siguen el camino que por lucro escogió Balaam (Judas 1:11-12).
La raíz de todos los males, es como dijo el Señor, el amor al dinero. Pero todo esto ha sido consecuencia del desvío que la mayoría de las iglesias han realizado, alejándose cada día más de las ordenanzas establecidas por Dios en Su Palabra.
Muchos de estos males aceptados por las iglesias modernas, son el resultado de no haber obedecido a otros principios básicos que el Señor ordenó. Un mal arrastra otro mal, es como una bola de nieve que se precipita por la montaña de la desobediencia.
Si hubieran obedecido el método establecido por Dios en cuanto a participar de una sola copa y de un solo pan para la Cena del Señor como ordena la Biblia, el tamaño de las iglesias locales sería regulado automáticamente de acuerdo al corazón de Dios, y no al de los hombres como ocurre hoy en día.
Serían realmente una manada pequeña, pero donde el Señor estaría en medio de ellos (Mat 18:20 "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos), y cada uno podría ejercitar sus dones espirituales. Pero han preferido escoger el camino de los romanistas y establecer grandes "catedrales" donde la mayoría ni se conocen entre ellos.
Una iglesia local, de acuerdo al tamaño regulado por Dios a través de la obediencia con los símbolos de la Cena, sería una iglesia pequeña, pero donde seguramente el pastor podría trabajar por su propio sustento como lo hizo el apóstol Pablo, y podría atender ese rebaño sin grandes dificultades.
Cuando nació la iglesia el día de Pentecostés, se convirtieron como 3mil personas, pero obviamente no se congregaron todos en un solo lugar, sino que serían muchas iglesias locales que existieron en la misma ciudad y que luego se extendieron por Europa, Asia y África.
La práctica de congregarse en un solo gran local, no aparece hasta el siglo IV cuando nace la iglesia católica con Constantino, quién le regaló varios templos de diferentes divinidades paganas que adoraban en el imperio, para instituir esa nueva religión del Estado, donde él era la cabeza y divinidad máxima.
Cuanta necesidad tenemos de volver a la sencillez del cristianismo bíblico, sacudirnos del polvo de iniquidad y corrupción que está sofocando a muchas iglesias; salir del sistema humano que está globalizando todo, incluyendo el pecado y fermentando las prácticas del mundo dentro de lo que debería ser la casa de Dios.
Los cristianos, especialmente los que trabajamos en Su servicio, no vamos a ser recompensados por el Señor debido a la fastuosidad y grandeza de la iglesia local donde servimos, sino por nuestra fidelidad y consagración, por nuestra honradez y consecuencia con el ejemplo establecido en Su Palabra.
Por el relato bíblico se aprecia que los más sorprendidos cuando venga el Señor por Su iglesia, serán los pastores que decían hacer todo para el Señor. Sin embargo Él les advierte cuando aún tienen tiempo para arrepentirse:
Mat 7:22 "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Mat 7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad".
Que el Señor nos haga más conscientes que estamos para servir en los negocios que pertenecen al Dios Santo de la gloria, y que no son nuestros. Basta de seguir transformando la casa de Dios en cueva de ladrones, porque cuando el Señor regrese, hará lo mismo que hizo cuando estuvo acá la primera vez, castigará duramente a quienes hicieron lucro con las cosas santas. Amén.
Estudios Biblicos orientados para acercarnos mas a Dios, por medio del conocimiento de su Palabra "La Biblia", la cual nos dejo Dios para guiarnos al conocimiento de su hijo: Jesucristo y a la vida eterna.
domingo, 27 de abril de 2014
domingo, 6 de abril de 2014
DIOS NO HABITA EN TEMPLOS HECHOS POR MANOS HUMANAS!
Por medio de los profetas Dios muy claramente nos revela que no necesita una casa y los sacrificios y holocaustos, ofrendas de paz y la quema del incienso. -Isaías 66:1-3 “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones,"
«Bienaventurados los pobres en espíritu» Porque de ellos es el reino de los cielos.»¿Quiénes son los pobres en espíritu? La expresión «pobre en espíritu» ha dado lugar a muchas discusiones y malas interpretaciones. Aquí Jesús no se refiere a la riqueza material, Tampoco está condenando a los ricos ni mostrando una preferencia especial por los pobres. Él habla de otra cosa. Él emplea la palabra «pobres» (anawim en hebreo, ptojoi en griego) en el sentido que lo usaron los profetas del Antiguo Testamento, como Sofonías: “Los humillados y sumisos a la voluntad de Dios”. Jesús, quién desde niño conocía las Escrituras, como todos sabemos, debe haber tenido en mente la frase de Isaías: «"...aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.".» (Isaías 66:2). La unión de estos términos: «pobre» y «humilde», Nos da el sentido en que Jesús emplea esta palabra: «Pobre» es el que se humilla ante Dios, el que reconoce su pobreza y necesidad espiritual, su pobreza en el reino del espíritu, aunque sea rico materialmente. Pobre es el manso, el piadoso, el que está disponible ante Dios.
Para ser pobre en espíritu hay que desprenderse de algo. Pero ¿De qué?
La riqueza de la que deba desprenderse el que quiera ser «pobre en espíritu» no es necesariamente la riqueza material, sino la riqueza del yo, (del ego). Es decir, la autosuficiencia del que está satisfecho de sí mismo, del que está lleno de orgullo , la soberbia del que tiene una alta opinión de sí mismo o trata desesperadamente de tenerla y de que los otros la tengan?. Aquí es donde vemos cómo esta bienaventuranza choca con la mente humana y natural. -Volviendo a nuestro tema original ósea... Donde habita Dios? Muy claro lo dijo Salomón en 1 Reyes 8:27 "Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?" Y la misma palabra la vemos en 2 Crónicas 6:18"Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?” Y el apóstol Pablo dijo: Hechos 17:24-28 ‘"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos." Por tanto ustedes pueden ver, que existieron muchos testigos mencionando anteriormente, que Dios hizo el mundo, y todas las cosas en él, quien es el Señor de los cielos y la tierra, él no habita en templos hechos con manos, sino como los profetas, Cristo, y los apóstoles dicen: ‘el cielo es su trono, y la tierra el estrado de sus pies.’ Mateo 5:34-35"Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey."
Si echamos una mirada rápida alrededor del planeta, veremos que hay miles y miles de templos y cada uno con sus tradiciones y hasta reglas a seguir, los cuales son miles de templos construidos por los hombres, y en todos ellos se afirma que es el lugar de habitación de Dios. Es extraño como Dios pudiese habitar en tan controversial y regulada situación, donde lo común en todos ellos son las diferencias y contradicciones. A la verdad, veo que cualquier persona sincera se preguntará. ¿Cuál es el verdadero templo de Dios?, ¿habitará Dios en alguno de ellos, en todos o ninguno?; ¿Siendo Dios uno solo, porque todos estos templos y religiones son tan disímiles?, ¿Y cuál es el verdadero templo de Dios? Hoy en el mundo cristiano hay mucha confusión al respecto, muchos aún no alcanzan a ver el verdadero significado del templo, y son confundidos por falsas enseñanzas respecto al verdadero templo de Dios. En primer lugar me gustaría destacar lo que la Biblia dice al respecto, de cuál es el lugar de su habitación y donde ha escogido habitar. Hechos 7:48-50 "si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? "En la Biblia, el tema es muy claro; Dios no habita en construcciones humanas; si El lo dice ¿Por qué insistimos e insistimos en construir templos y declarar que son lugares santos habitados por Dios? Por lo menos el Dios que da testimonio la Biblia, no habita en esos lugares. No hay ningún sólo ejemplo en el nuevo testamento, en que los cristianos hayan construido algún templo en toda la Biblia. El único templo que se construyó en Israel, fue hecho como una figura o semejanza al modelo que Dios le mostró a su pueblo, para aquel templo que había de venir. En mi opinión me parece que cualquier construcción que tenga el titulo de templo hoy en día, y en el cual se diga que Dios lo habita; me parece un acto de ignorancia. En el antiguo testamento se nos enseña que Dios tuvo su presencia en el templo de Salomón, templo que era figura y sombra del verdadero que iba a venir, pero esto hasta que se cumplió la promesa de Dios en el nuevo pacto.
Veamos lo que nos enseña Jesús respecto al verdadero templo de Dios: Juan 2:19-22 "Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Más él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho." El verdadero templo de Dios es Jesús mismo, el Hijo de Dios (como él lo declara); y cualquiera que quiera acercarse a Dios, debe hacerlo en ese templo y no en uno construido por manos de hombre, en
los cuales Dios no habita. Nadie puede adorar verdaderamente a Dios, si no está en el verdadero templo; y el verdadero templo es Jesucristo; de modo que en Cristo podemos verdaderamente adorar a Dios y estar ante su presencia. He ahí el verdadero templo del nuevo pacto; Jesucristo el Hijo del
Padre. Ya no es necesario construir un templo (como el de Israel en el antiguo pacto); sino que el verdadero templo ya ha sido levantado, y no por mano humana; sino por mano divina; es Cristo resucitado de los muertos. Sólo en él, entramos en la presencia de Dios. Su iglesia no es ninguna construcción humana, ni física, ni organizacional; sino aquella que sólo Dios puede edificar. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1Co 6:19) Jesucristo es el templo, y los que tenemos su Espíritu somos su templo; es una doble unión. El en nosotros, y nosotros en él; y todos en el Padre; todos en unidad. Hoy hay un templo en los cielos, en Cristo estamos en los cielos; hoy hay un templo en la tierra; Cristo en nosotros, que somos su templo. Juan 17:21-23 "para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado."
En Conclusión en nosotros habita Dios y nosotros en Jesucristo, guiándonos, cuidándonos y enseñándonos cada día...Tu hermano Héctor Peguero.
Por medio de los profetas Dios muy claramente nos revela que no necesita una casa y los sacrificios y holocaustos, ofrendas de paz y la quema del incienso. -Isaías 66:1-3 “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones,"
«Bienaventurados los pobres en espíritu» Porque de ellos es el reino de los cielos.»¿Quiénes son los pobres en espíritu? La expresión «pobre en espíritu» ha dado lugar a muchas discusiones y malas interpretaciones. Aquí Jesús no se refiere a la riqueza material, Tampoco está condenando a los ricos ni mostrando una preferencia especial por los pobres. Él habla de otra cosa. Él emplea la palabra «pobres» (anawim en hebreo, ptojoi en griego) en el sentido que lo usaron los profetas del Antiguo Testamento, como Sofonías: “Los humillados y sumisos a la voluntad de Dios”. Jesús, quién desde niño conocía las Escrituras, como todos sabemos, debe haber tenido en mente la frase de Isaías: «"...aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.".» (Isaías 66:2). La unión de estos términos: «pobre» y «humilde», Nos da el sentido en que Jesús emplea esta palabra: «Pobre» es el que se humilla ante Dios, el que reconoce su pobreza y necesidad espiritual, su pobreza en el reino del espíritu, aunque sea rico materialmente. Pobre es el manso, el piadoso, el que está disponible ante Dios.
Para ser pobre en espíritu hay que desprenderse de algo. Pero ¿De qué?
La riqueza de la que deba desprenderse el que quiera ser «pobre en espíritu» no es necesariamente la riqueza material, sino la riqueza del yo, (del ego). Es decir, la autosuficiencia del que está satisfecho de sí mismo, del que está lleno de orgullo , la soberbia del que tiene una alta opinión de sí mismo o trata desesperadamente de tenerla y de que los otros la tengan?. Aquí es donde vemos cómo esta bienaventuranza choca con la mente humana y natural. -Volviendo a nuestro tema original ósea... Donde habita Dios? Muy claro lo dijo Salomón en 1 Reyes 8:27 "Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?" Y la misma palabra la vemos en 2 Crónicas 6:18"Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?” Y el apóstol Pablo dijo: Hechos 17:24-28 ‘"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos." Por tanto ustedes pueden ver, que existieron muchos testigos mencionando anteriormente, que Dios hizo el mundo, y todas las cosas en él, quien es el Señor de los cielos y la tierra, él no habita en templos hechos con manos, sino como los profetas, Cristo, y los apóstoles dicen: ‘el cielo es su trono, y la tierra el estrado de sus pies.’ Mateo 5:34-35"Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey."
Si echamos una mirada rápida alrededor del planeta, veremos que hay miles y miles de templos y cada uno con sus tradiciones y hasta reglas a seguir, los cuales son miles de templos construidos por los hombres, y en todos ellos se afirma que es el lugar de habitación de Dios. Es extraño como Dios pudiese habitar en tan controversial y regulada situación, donde lo común en todos ellos son las diferencias y contradicciones. A la verdad, veo que cualquier persona sincera se preguntará. ¿Cuál es el verdadero templo de Dios?, ¿habitará Dios en alguno de ellos, en todos o ninguno?; ¿Siendo Dios uno solo, porque todos estos templos y religiones son tan disímiles?, ¿Y cuál es el verdadero templo de Dios? Hoy en el mundo cristiano hay mucha confusión al respecto, muchos aún no alcanzan a ver el verdadero significado del templo, y son confundidos por falsas enseñanzas respecto al verdadero templo de Dios. En primer lugar me gustaría destacar lo que la Biblia dice al respecto, de cuál es el lugar de su habitación y donde ha escogido habitar. Hechos 7:48-50 "si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? "En la Biblia, el tema es muy claro; Dios no habita en construcciones humanas; si El lo dice ¿Por qué insistimos e insistimos en construir templos y declarar que son lugares santos habitados por Dios? Por lo menos el Dios que da testimonio la Biblia, no habita en esos lugares. No hay ningún sólo ejemplo en el nuevo testamento, en que los cristianos hayan construido algún templo en toda la Biblia. El único templo que se construyó en Israel, fue hecho como una figura o semejanza al modelo que Dios le mostró a su pueblo, para aquel templo que había de venir. En mi opinión me parece que cualquier construcción que tenga el titulo de templo hoy en día, y en el cual se diga que Dios lo habita; me parece un acto de ignorancia. En el antiguo testamento se nos enseña que Dios tuvo su presencia en el templo de Salomón, templo que era figura y sombra del verdadero que iba a venir, pero esto hasta que se cumplió la promesa de Dios en el nuevo pacto.
Veamos lo que nos enseña Jesús respecto al verdadero templo de Dios: Juan 2:19-22 "Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Más él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho." El verdadero templo de Dios es Jesús mismo, el Hijo de Dios (como él lo declara); y cualquiera que quiera acercarse a Dios, debe hacerlo en ese templo y no en uno construido por manos de hombre, en
los cuales Dios no habita. Nadie puede adorar verdaderamente a Dios, si no está en el verdadero templo; y el verdadero templo es Jesucristo; de modo que en Cristo podemos verdaderamente adorar a Dios y estar ante su presencia. He ahí el verdadero templo del nuevo pacto; Jesucristo el Hijo del
Padre. Ya no es necesario construir un templo (como el de Israel en el antiguo pacto); sino que el verdadero templo ya ha sido levantado, y no por mano humana; sino por mano divina; es Cristo resucitado de los muertos. Sólo en él, entramos en la presencia de Dios. Su iglesia no es ninguna construcción humana, ni física, ni organizacional; sino aquella que sólo Dios puede edificar. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1Co 6:19) Jesucristo es el templo, y los que tenemos su Espíritu somos su templo; es una doble unión. El en nosotros, y nosotros en él; y todos en el Padre; todos en unidad. Hoy hay un templo en los cielos, en Cristo estamos en los cielos; hoy hay un templo en la tierra; Cristo en nosotros, que somos su templo. Juan 17:21-23 "para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado."
En Conclusión en nosotros habita Dios y nosotros en Jesucristo, guiándonos, cuidándonos y enseñándonos cada día...Tu hermano Héctor Peguero.
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