miércoles, 15 de agosto de 2018

EL TEMOR A DIOS Y EL TEMOR DEL ENEMIGO


EL TEMOR A DIOS Y EL TEMOR DEL ENEMIGO.


¿QUE ES EL TEMOR?  Es un miedo que se siente al considerar que algo malo o negativo ocurra o haya ocurrido. Es además una sospecha de que algo es malo o puede provocar un efecto perjudicial.

La Biblia  menciona dos tipos específicos de temor:
El primer tipo es beneficioso y debe ser fomentado. El segundo tipo es un detrimento y  debe ser conquistado. El primer tipo de temor es el temor del Señor. Este tipo de temor no es necesariamente miedo que signifique estar temeroso de algo. Más bien es una impresionante reverencia por Dios; una reverencia por Su poder y gloria. Sin embargo, también es un apropiado respeto por Su ira y enojo.
Es un reconocimiento de todo lo que es Dios, lo cual viene a través de conocerlo a Él y todos Sus atributo, a través de su Palabra divina.  El temor del Señor nos trae muchas bendiciones y beneficios.  El Salmo 111:10 dice, “El principio de la sabiduría es el temor de JEHOVÁ; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos. Su loor permanece para siempre.” Y Proverbios 1:7 declara, “El principio de  la sabiduría es el temor de JEHOVÁ; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” Por lo que podemos ver que tanto la sabiduría como el conocimiento comienzan con el temor del Señor. Podemos ver que el temor del Señor debe ser fomentado.                                                                                                                      Salmos 36:1 "La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos."                                                                                                                                                    Ahora veamos El Temor bueno como lo es el “Temor a Dios”;                                                Los versículos que vamos a ver a continuación nos expresan lo beneficioso que es tener Temor a Jehová:                                                                                                                          Proverbios 15:16 "Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación."
Proverbios 15:33 "El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad."                                                                                                                                            Sin embargo, el segundo tipo de temor mencionado  en la Biblia no es beneficioso y debe ser derrotado. Este es el “espíritu de cobardía” mencionado en 2 Timoteo 1:7  “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder de amor y de dominio propio.” Así que podemos ver desde el principio que este “espíritu de temor” no viene de Dios.  Algunas veces estamos temerosos, entonces el “espíritu de temor” nos vence, pero para vencer  este temor necesitamos confiar  y amar a Dios totalmente. 1 Juan 4:18 nos dice, “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme,  no ha sido perfeccionado en el amor.”
Comenzando desde el libro del Génesis y continuando a través de toda la Biblia hasta el libro de Apocalipsis, Dios nos dice “No temas.”
Por ejemplo: Isaías 41:10 nos anima “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios  que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Y de nuevo en Daniel 10:12, el ángel del Señor anima a Daniel: “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; Y a causa de tus palabras yo he venido.” Y en el N.T, Jesús dice: “Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.” Mateo 10:31. Tan solo estos pocos versos, cubren muchos diferentes tipos de temor. Dios nos dice que no temamos estar solos, o estar demasiado débiles, o no ser escuchados, o de nuestras necesidades físicas.                                                                                                                                     Sin embargo, estos “no temas” dependen de nuestra habilidad para poner nuestra confianza y fe en el Señor. En el Salmo 56:11, el salmista escribe, “En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?” Este es un asombroso testimonio del poder de confiar en Dios; Lo que el salmista está diciendo es que, a pesar de lo que suceda, él confiará en Dios.                                                                                           Podemos deducir que la total y completa confianza en Dios, es la clave para vencer el temor.
Confiar en Dios es rehusarse a ceder ante el temor. Es acudir a Dios aún en los tiempos más oscuros y confiar en que Él arregle las cosas. Esta confianza procede de conocer a Dios y saber que Él es un Dios bueno, quien sólo quiere dar a Sus hijos cosas buenas. Dios le dijo a Job 13:15, cuando estaba experimentando unas de las pruebas más difíciles registradas en la Biblia, “He aquí, aunque él me matare, en él esperaré.”
Una vez que hayamos aprendido a poner nuestra confianza en Dios, ya no tendremos temor de las cosas que vengan contra nosotros. Seremos como dice el salmista en el Salmos 5:11 “Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre.”  Y además nos dejó estos ejemplos de lo que debemos hacer cuando venga el Temor;  Salmos 34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.”

Salmos 112:7-8 No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.  Asegurado está su corazón; no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo.
Proverbios 1:33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.”
Es necesario saber que nuestros miedos limitan a Dios en nuestras vidas.
Evidentemente Dios no tiene limitaciones en Su Persona, pero cuando se trata de actuar en la nuestra, nosotros lo podemos  limitar con nuestros miedos.
Dios tiene grandes planes para cada ser humano. Recordemos que el siervo que recibió cinco talentos, los multiplicó en la  certeza de que lo respaldaba su señor, pero el que recibió uno, por miedo al fracaso, perdió todo y fue reprochado severamente.
 Si no hubiera sentido miedo, habría hecho grandes cosas y su señor lo habría puesto sobre cosas más grandes. Pero el miedo  limitó lo que su señor podía hacer a través suyo.
Al ser humano se le ha confiado la tarea más impresionante jamás dada a alguien: Predicar a la humanidad que Dios entregó Su Hijo Amado Jesús para rescatar al hombre de la perdición. Muchas veces, Las personas llamadas a una tarea tan impresionante, sienten miedo al fracaso y no usan los talentos que recibieron de su Señor.
Millones  de personas que dicen ser hijos de Dios, viven inmersas en el miedo y no entienden que con ello limitan a  Dios en sus vidas. La fe es el antídoto para el miedo; recordemos que: Romanos 14:23 "todo lo que no proviene de fe, es pecado."
Jesús quiere alcanzar a todo ser humano con la redención. Pero ha elegido trabajar con nosotros y no podemos  permitir que el miedo nos limite.                                                         
Romanos 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!
No necesitamos saber los detalles de todo lo que va a pasar en el futuro, solo necesitamos escuchar esas palabras de aliento: «no tengas miedo». Eso es lo que Dios nos dice a través de su Palabra, una y otra vez.  Te invito a escuchar con los oídos del corazón estos dos versículos:
Salmo 23:4  “Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza.”
Josué 1:9 “Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes  porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.
El vivir en temor le mantiene siempre en expectativa de desastres y calamidades porque de la misma manera que la fe le conecta a las promesas de Dios, el temor le conectará a los planes que el enemigo tiene para usted y los suyos. Cuando usted opera en temor, se predispone a recibir aquellas cosas que le roban el sueño.
Si examinamos el temor y el impacto que causa en nuestras vidas, es importante que examinemos  las palabras que usamos y su poder creativo. Las palabras son recipientes espirituales que están llenos de fe o de temor. Las palabras de fe son alentadoras, llenas de esperanza y están apegadas a la Palabra de Dios, Al contrario de las palabras de temor que están llenas de dudas, incredulidad, miedo y desesperación; Esas palabras  van en contra de lo que Dios ha dicho en Su Palabra para nuestras vidas y estas nos alejan de las cosas buenas que Dios ha planeado para usted.
Es muy importante que nuestras palabras estén en armonía con la Palabra de Dios si queremos vencer al espíritu de temor cuando venga atacarnos, porque el enemigo  viene  de tiempo en tiempo a hacernos visita a ver si estamos descuidados.                                     Pero las palabras llenas de fe nos aseguran que las promesas de Dios siempre están a nuestro favor y nos llenan de Paz. El propósito del temor es que nosotros no recibamos e todo lo que Dios ha prometido en Su Palabra para nosotros.
Si usted está en Comunión con Dios, no tiene por qué ser gobernado(a) por ninguna artimaña del temor. Salmos 1:1-3 "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará."   Y esta promesa de que si meditamos siempre en la Palabra de Dios será gran bendición a nuestras vidas, también lo vemos en;  Josué 1:8 "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."

En Hebreos 2:14-15 dice, “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”

El temor es la herramienta principal que el diablo usa para destruir las vidas de las personas. Pero la habilidad del enemigo no es nada para el que tiene a Cristo Jesús. Usted ya no está sujeto(a) al temor, Jesucristo venció para darle libertad.
Según La Palabra de Dios hay una manera de acabar con el temor en su vida si se encuentra luchando con este mal.
1 Juan 4:4 "Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo."                                                       Podemos decir que el Temor nos quita esa cobertura y nos envuelve en dudas o confusiones; Pero como somos nuevas criaturas 2 Corintios 5:17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."
Algo importante es que la Definición Bíblica acerca del Temor la encontramos la biblia: Proverbios 8:13El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
En conclusión El temor fuera del plano físico no es algo normal, pues el temor desde una perspectiva cristiana es lo opuesto a la fe, pues es caer ante las emociones y sensaciones negativas que produce el creer o atribuirle poder a algo o alguien opuesto a lo que dice la Biblia.  El temor no es solo un sentimiento, es una fuerza de opresión, para los que en algún momento de nuestras  vidas sufrimos de temores de considerable nivel sabemos que el sentimiento es horrible, es asfixiante que parece no tener solución o manera de quitarlo, pareciera como una tinta imborrable en nuestra piel que no se quita con nada. Pero debemos de recordarnos que tenemos la vida de Jesús una vida nueva que nos regaló por medio de su sacrificio en la Cruz del calvario. 1 Juan 5:4 "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe."
Espero que por tu bien y el de tu familia, que desde hoy pongas en práctica lo que hemos visto en este estudio bíblico; Y que la palabra de Dios haga nido en tu corazón y permanezca en tu mente cada día, para que de esta forma puedas derribar las murallas y los engaños del enemigo. Y que fluyan en tu vida las bendiciones del Dios vivo.                                                           Tu hermano HECTOR PEGUERO.-

El Reino de Dios se ha acercado


EL REINO DE DIOS ESTA CERCA

Mateo 6:9-13
»Ustedes deben orar así: »“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu  nombre,  venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”.
¿Qué es el Reino de Dios? Es el tema central de la enseñanza de Jesús y el mensaje fundamental de la Iglesia fundada por Él a través de sus discípulos. Como Marcos explica en su Evangelio, “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”. Juan 3:5 Respondió    Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.                                                                                                   El evangelio del Reino de Dios
Mateo y Lucas de igual modo registran que el mensaje de Jesús era el “evangelio” o “buenas noticias” del Reino de Dios (Mateo 4:23; Lucas 8:1). Pablo lo llamó una vez “el reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5). Jesús enseñó consistentemente este mismo mensaje de esperanza—“evangelio” significa buenas noticias—del Reino a lo largo de su ministerio. Sus parábolas—historias con lecciones espirituales de este Reino, el cual el Padre y su Hijo habían preparado antes de la existencia del hombre en “la fundación del mundo” (Mateo 25:34). En las parábolas del reino, Jesús explicó lo que nosotros debemos hacer para entrar en el Reino y cómo serán las condiciones en ese reino. Muchos de los profetas del Antiguo Testamento habían escrito de este Reino por inspiración del Espíritu Santo (2 Pedro 1:20-21).                                                                                                                        Después de entrenar a sus 12 discípulos, Jesús los envió “a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos” (Lucas 9:2). Después de su crucifixión y resurrección, Jesús apareció ante sus discípulos y continuó “hablándoles acerca del reino de Dios” (Hechos 1:3). Igualmente, más tarde, Pablo también  predico sobre  el reino de Dios” (Hechos 14:22; 19:8; 20:5; 28:31; 1 Corintios 6:9-10; 15:24) y se refirió a sus compañeros ministros diciendo que ellos eran los únicos “que me ayudan en el reino de Dios” (Colosenses 4:11). ¿Qué es el Reino de Dios—un reino literal o figurado? Si bien generalmente se entiende que el mensaje que Jesús predicó era el del Reino de Dios, la pregunta que si este Reino es literal o figurado es más complicada. Ya que Jesús vino predicando que el Reino “se había acercado” (Marcos 1:15), algunos piensan que este reino está literalmente aquí en la tierra mediante la Iglesia o figurativamente en nuestros corazones. Otros, reconocen que “la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1 Corintios 15:50), y dicen que el reino no está aquí todavía. Marcos 10:24-25  Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!  Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Jesús reconoció la dificultad para entender esta parte de su mensaje, por lo que lo llamó un “misterio”. Hablando a sus discípulos, Jesús dijo: Marcos 4:11-12 “A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados”.       
2) ¿Qué significa la palabra “Reino”? “Reino” es traducido de la palabra griega: ‘Basileia’ y habla del ‘Poder’, ‘autoridad real’, ‘Realeza’, ‘dignidad real’ y por supuesto de un Reino. Un ‘rey’ es una persona que tiene soberano y supremo poder. ‘real’ habla de lo que es propio de un rey. La ‘realeza’ habla de la dignidad o de la función de un rey. Un ‘reino’ es el territorio sumiso a la autoridad de un rey. La palabra griega ‘Basileia” también es traducida en nuestras biblias por la palabra “Reinado” que significa ‘poder absoluto’ o ‘el ejercicio de poder’.”(Ver Apocalipsis 12:10).
¿Qué significa entonces “el Reino de Dios” o “Reino de los Cielos”?  Este término habla del lugar donde reina Dios, donde su voluntad es respectada y consumada. Actualmente el Reino de Dios es invisible, ¡pero es real! Leamos Lucas 17:20-21, “Los fariseos le preguntaron a Jesús cuando había de llegar el reino de Dios, y él les contestó: - La venida del reino de Dios no es algo que todo mundo pueda ver. No se va a decir: ‘aquí está’ o ‘Allí está’; porque el reino de Dios ya está entre ustedes”.
 Mateo 12:28-29, “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios,  pues ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata? Entonces podrá saquear su casa.” Estos pasajes nos muestran que echar demonios y sanar enfermos son señales que el reino de Dios ya está aquí, y que el reino que remplaza ¡ya está en ruinas! Cuando el Rey vuelva, el Reino de Dios será visible, ¡universal! Lucas 19:11-12 dice “Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Dijo, pues: «Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y volver.”
El Reino “se ha acercado”                                                                                                   ¿Qué es y dónde está el Reino de Dios? El Antiguo Testamento revela que será un Reino establecido por Dios en la Tierra para gobernar a los seres humanos, primero por mil años y luego por toda la eternidad. En los tiempos de Daniel, Dios había revelado: “recibirán el reino los santos del Altísimo [quienes estudian, aprenden y viven la ley de Dios], y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre” (Daniel 7:18). Esto implicaba que tanto los santos como el Reino serían eternos, pero nadie tenía muchos detalles acerca de cómo se podía entrar al Reino de Dios. Lucas 8:10Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios dereino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.” Al decir que “el reino de Dios se ha acercado” o “está cerca” Cristo estaba comenzando a describir aspectos más profundos del Reino. Estaba diciendo que ahora Él mismo, como portavoz de su futuro Reino, estaba disponible para enseñarle al mundo de qué se trataba el Reino de Dios.
Los futuros reyes y sacerdotes que gobernarán a las naciones y pueblos humanos con Cristo serán aquellas personas que hayan respondido fielmente a sus enseñanzas (Apocalipsis 1:6; 5:10). Pero, ¿cómo será esto posible si “la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1 Corintios 15:50). Otro requisito para entrar al Reino es que nuestros cuerpos sean transformados a “cuerpo espiritual”, o como dice Pablo, “es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15: 44, 53). Sólo los seguidores fieles de Cristo que hayan sido transformados en espíritu entrarán al Reino de Dios. Marcos 1:15Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”
El Reino está entre vosotros
En cierta ocasión, un grupo de fariseos le preguntó a Cristo cuándo vendría el Reino de Dios, y Él les respondió: “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:20-21, énfasis añadido). Pero, contrario a lo que algunos piensan, esto no significa que el Reino de Dios haya estado en el corazón de los escépticos líderes religiosos. Cristo sólo estaba diciendo que Él, es representante directo del futuro Reino de Dios, y estaba ahora con ellos. Es cierto que el Reino de Dios debe estar en nuestra mente y corazón, pero el Reino es mucho más que una filosofía de vida. El Reino de Dios es:  Romanos 14:17 “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” Y también lo vemos en 1 Corintios 4:20 “porque el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en Poder.”                                                                            El reino de Dios es el reinado de un Dios eterno y soberano sobre todo el universo. Varios pasajes de las escrituras demuestran que Dios es el monarca indiscutible de toda la creación: "El Señor ha establecido su trono en el cielo, y su reino gobierna sobre todo" (Salmo 103:19). Y como el rey Nabucodonosor declaró, "El reino de Dios es un reino eterno" (Daniel 4:3). Toda autoridad existente ha sido establecida por Dios (Romanos 13:1). Más concretamente, el reino de Dios es un reinado espiritual en los corazones y en las vidas de aquellos que están dispuestos a someterse a la autoridad de Dios. Quienes desafían la autoridad de Dios y se niegan a someterse a él, no son parte del reino de Dios; en cambio, aquellos que reconocen el señorío de Cristo y se rinden alegremente al reinado de Dios en sus corazones, son parte del reino de Dios. En este sentido, el reino de Dios es espiritual; Jesús dijo que su reino no era de este mundo (Juan 18:36), y predicaba que era necesario el arrepentimiento para ser parte del reino de Dios (Mateo 4:17). En Juan 3:5-7 se evidencia que el reino de Dios puede ser equivalente a la salvación es evidente en Juan 3:5-7, donde Jesús dice que se debe nace de nuevo para entrar en el reino de Dios.        El reino de Dios tiene varios aspectos. El señor es el soberano del universo, y por tanto en ese sentido su reino es universal (1 Timoteo 6:15). Al mismo tiempo, el reino de Dios implica arrepentimiento y el nuevo nacimiento, en la medida que Dios reina en los corazones de sus hijos en este mundo como una preparación para el próximo. La tarea iniciada en la tierra encontrará su consumación en el cielo. Lucas 12:30-32 “Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.”                                                                 HECTOR PEGUERO