EL REINO
DE DIOS ESTA CERCA
Mateo
6:9-13
“»Ustedes
deben orar así: »“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en
tentación, sino líbranos del maligno”.
¿Qué es el Reino de
Dios?
Es el tema central de la enseñanza de Jesús y el mensaje fundamental de la
Iglesia fundada por Él a través de sus discípulos. Como Marcos explica en su
Evangelio, “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando
el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio”. Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto
te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. El evangelio del Reino de Dios
Mateo y Lucas de igual modo registran
que el mensaje de Jesús era el “evangelio” o “buenas noticias” del Reino de Dios (Mateo 4:23; Lucas 8:1). Pablo lo llamó una
vez “el reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5). Jesús enseñó
consistentemente este mismo mensaje de esperanza—“evangelio” significa buenas
noticias—del Reino a lo largo de su ministerio. Sus parábolas—historias con
lecciones espirituales de este Reino, el cual el Padre y su Hijo habían
preparado antes de la existencia del hombre en “la fundación del mundo” (Mateo 25:34). En las parábolas
del reino, Jesús explicó lo que nosotros debemos hacer para entrar en el Reino
y cómo serán las condiciones en ese reino. Muchos de los profetas del Antiguo
Testamento habían escrito de este Reino por inspiración del Espíritu Santo (2 Pedro 1:20-21).
Después de entrenar
a sus 12 discípulos, Jesús los envió “a predicar el reino de Dios, y a sanar a
los enfermos” (Lucas 9:2). Después de su
crucifixión y resurrección, Jesús apareció ante sus discípulos y continuó
“hablándoles acerca del reino
de Dios” (Hechos 1:3). Igualmente, más tarde, Pablo también predico sobre “el reino de Dios” (Hechos 14:22; 19:8; 20:5; 28:31; 1
Corintios 6:9-10; 15:24) y se refirió a sus compañeros
ministros diciendo que ellos eran los únicos “que me ayudan en el reino de
Dios” (Colosenses 4:11). ¿Qué es el Reino de Dios—un reino
literal o figurado? Si bien generalmente se entiende que el
mensaje que Jesús predicó era el del Reino de Dios, la pregunta que si este
Reino es literal o figurado es más complicada. Ya que Jesús vino predicando que
el Reino “se había acercado” (Marcos 1:15), algunos piensan que
este reino está literalmente aquí en la tierra mediante la Iglesia o
figurativamente en nuestros corazones. Otros, reconocen que “la carne y la
sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1
Corintios 15:50), y dicen que el reino no está aquí todavía. Marcos 10:24-25 Los discípulos se asombraron de sus
palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos ¡cuán difícil les
es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo
de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Jesús reconoció la
dificultad para entender esta parte de su mensaje, por lo que lo llamó un “misterio”. Hablando a sus discípulos, Jesús dijo: Marcos 4:11-12 “A vosotros os es dado saber
el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas
las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan;
para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados”.
2) ¿Qué significa la palabra “Reino”? “Reino”
es traducido de la palabra griega: ‘Basileia’ y habla del ‘Poder’, ‘autoridad
real’, ‘Realeza’, ‘dignidad real’ y por supuesto de un Reino. Un ‘rey’ es una
persona que tiene soberano y supremo poder. ‘real’ habla de lo que es propio de
un rey. La ‘realeza’ habla de la dignidad o de la función de un rey. Un ‘reino’
es el territorio sumiso a la autoridad de un rey. La palabra griega ‘Basileia”
también es traducida en nuestras biblias por la palabra “Reinado” que significa
‘poder absoluto’ o ‘el ejercicio de poder’.”(Ver Apocalipsis
12:10).
¿Qué
significa entonces “el Reino de Dios” o “Reino de los Cielos”? Este término habla del lugar donde reina
Dios, donde su voluntad es respectada y consumada. Actualmente el Reino de Dios
es invisible, ¡pero es real! Leamos Lucas 17:20-21, “Los fariseos le
preguntaron a Jesús cuando había de llegar el reino de Dios, y él les contestó:
- La venida del reino de Dios no es algo que todo mundo pueda ver. No se va a decir:
‘aquí está’ o ‘Allí está’; porque el reino de Dios ya está entre ustedes”.
Mateo 12:28-29, “Pero si yo por el
Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el
reino de Dios, pues ¿cómo puede alguno
entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata?
Entonces podrá saquear su casa.” Estos pasajes nos
muestran que echar demonios y sanar enfermos son señales que el reino de Dios ya
está aquí, y que el reino que remplaza ¡ya está en ruinas! Cuando el Rey
vuelva, el Reino de Dios será visible, ¡universal! Lucas
19:11-12
dice “Oyendo
ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca
de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
Dijo, pues: «Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir un reino y
volver.”
El Reino “se ha acercado”
¿Qué es y dónde está
el Reino de Dios? El Antiguo Testamento revela que será un Reino
establecido por Dios en la Tierra para gobernar a los seres humanos, primero
por mil
años y luego por toda la eternidad. En los tiempos de
Daniel, Dios había revelado: “recibirán el reino los santos del Altísimo
[quienes estudian, aprenden y viven la ley de Dios], y poseerán el reino hasta
el siglo, eternamente y para siempre” (Daniel
7:18).
Esto implicaba que tanto los santos como el Reino serían eternos, pero nadie
tenía muchos detalles acerca de cómo se podía entrar al Reino de Dios. Lucas 8:10 “Y él dijo: A vosotros
os es dado conocer los misterios del reino de Dios;
pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no
entiendan.”
Al
decir que “el reino de Dios se ha acercado” o “está cerca” Cristo estaba
comenzando a describir aspectos más profundos del Reino. Estaba diciendo que
ahora Él mismo, como portavoz de su futuro Reino, estaba disponible para
enseñarle al mundo de qué se trataba el Reino de Dios.
Los futuros reyes y sacerdotes que gobernarán a las
naciones y pueblos humanos con Cristo serán aquellas personas que hayan
respondido fielmente a sus enseñanzas (Apocalipsis
1:6; 5:10).
Pero, ¿cómo será esto posible si “la carne y la sangre no pueden heredar el
reino de Dios” (1 Corintios 15:50). Otro requisito para
entrar al Reino es que nuestros cuerpos sean transformados a “cuerpo
espiritual”, o como dice Pablo, “es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15: 44, 53). Sólo los seguidores
fieles de Cristo que hayan sido transformados en espíritu entrarán al Reino de
Dios. Marcos 1:15 “Diciendo: El tiempo se ha cumplido,
y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio.”
El Reino está entre vosotros
En cierta ocasión, un grupo de fariseos le preguntó a
Cristo cuándo vendría el Reino de Dios, y Él les respondió: “El reino de Dios
no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he
aquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:20-21, énfasis añadido). Pero,
contrario a lo que algunos piensan, esto no significa que el Reino de Dios haya
estado en el corazón de los escépticos líderes religiosos. Cristo sólo estaba
diciendo que Él, es representante directo del futuro Reino de Dios, y estaba
ahora con ellos. Es cierto que el Reino de Dios debe estar en nuestra mente y
corazón, pero el Reino es mucho más que una filosofía de vida. El Reino de Dios
es: Romanos 14:17 “Porque el reino de Dios no
es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo.” Y
también lo vemos en 1 Corintios 4:20 “porque el Reino de
Dios no consiste en palabras, sino en Poder.” El reino de Dios es el
reinado de un Dios eterno y soberano sobre todo el universo. Varios pasajes de las
escrituras demuestran que Dios es el monarca indiscutible de toda la creación:
"El Señor ha establecido su trono en el cielo, y su reino gobierna sobre
todo" (Salmo 103:19). Y como el rey
Nabucodonosor declaró, "El reino de Dios es un reino eterno" (Daniel 4:3). Toda autoridad existente
ha sido establecida por Dios (Romanos 13:1). Más concretamente, el reino de
Dios es un reinado espiritual en los corazones y en las vidas de aquellos que
están dispuestos a someterse a la autoridad de Dios. Quienes desafían la
autoridad de Dios y se niegan a someterse a él, no son parte del reino de Dios;
en cambio, aquellos que reconocen el señorío de Cristo y se rinden alegremente
al reinado de Dios en sus corazones, son parte del reino de Dios. En este
sentido, el reino de Dios es espiritual; Jesús dijo que su reino no era de este
mundo (Juan 18:36), y predicaba que era
necesario el arrepentimiento para ser parte del reino de Dios (Mateo 4:17). En Juan 3:5-7 se
evidencia que el reino de Dios puede ser equivalente a la salvación es evidente
en Juan 3:5-7, donde Jesús dice que se debe nace de nuevo para entrar en el
reino de Dios. El reino de Dios
tiene varios aspectos. El señor es el soberano del universo, y por tanto en ese
sentido su reino es universal (1 Timoteo 6:15). Al mismo tiempo, el
reino de Dios implica arrepentimiento y el nuevo nacimiento, en la medida que
Dios reina en los corazones de sus hijos en este mundo como una preparación
para el próximo. La tarea iniciada en la tierra encontrará su consumación en el
cielo. Lucas 12:30-32 “Porque todas estas cosas buscan las gentes
del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas
cosas os serán añadidas. No temáis, manada
pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” HECTOR
PEGUERO
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