"El temor de Dios" no es "el temor a
Dios"
El temor
de Dios es uno de los dones del Espíritu Santo, el cual inspira reverencia de Dios y
temor de ofenderlo, y aparta del mal al creyente, moviéndolo al bien. Es el don
que nos salva del orgullo sabiendo que lo debemos toda a la misericordia
divina. Por el temor de Dios se llega al sublime don de la sabiduría.
El
temor de Dios es saludable; consiste en un sentimiento de profunda reverencia hacia el Creador, y es un temor sano de desagradarle por el
aprecio que se tiene a su amor
leal y bondad, y debido también al reconocimiento de que es el Juez Supremo y el Todopoderoso, Aquel que puede castigar y Juzgar. El temor de
Dios trae confianza y seguridad a los que andan en integridad (Proverbios 14:26-27)
El
temor de Dios es aborrecer el mal (Proverbios 8:13) El temor de Dios es sabiduría (Job 28:28; Proverbios 1:7; 9:10) El temor de Dios es
una actitud de reverencia y respeto hacia Dios, que pasa progresivamente por
las siguientes etapas:
El
Temor de Dios es una conciencia de que Dios es el dueño de nuestras almas, y
tiene el poder de otorgarnos la salvación eterna o condenarnos a la
destrucción. Aunque la motivación que genera este temor es completamente
egoísta, es preferible a no tener ningún temor de Dios. Una conciencia de que
Dios está permanentemente mirando todo lo que pensamos, decimos y hacemos, y
que El tiene el poder para premiarnos o castigarnos de acuerdo a nuestra
conducta; lo cual nos debería motivar a ser cuidadosos y apartarnos del mal. Un
deseo consciente y permanente de agradar a Dios en todo lo que hacemos y no
ofender Su santidad. Un reconocimiento humilde de que El es Dios y nosotros
somos Sus criaturas, y por lo tanto, El es digno de ser temido y reverenciado.uir
a los que les desobedecen. Para un no creyente, el temor de Dios
es temer el juicio de Dios y la muerte eterna, la cual es la separación eterna
de Dios (Lucas 12:5;
Hebreos 10:31).
Para un creyente, el temor de Dios es algo muy diferente. El temor del creyente
es el reverenciar a Dios.
Hebreos 12:28-29 es
una muy buena descripción de esto, “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud,
y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque
nuestro Dios es fuego consumidor.”
Esta reverencia y admiración es exactamente lo que significa el temor de Dios
para los cristianos. Este es el factor que nos motiva a rendirnos al Creador
del Universo.
Proverbios
1:7 declara, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová...” Hasta que comprendamos quien es Dios, y
desarrollemos un temor reverencial hacia Él, no podremos adquirir la verdadera
sabiduría. La verdadera sabiduría sólo procede del entendimiento de quién es
Dios – que Él es santo, justo y soberano. Deuteronomio 10:12 "Ahora, pues, Israel,
¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en
todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón
y con toda tu alma;"
Los creyentes no deben “tener miedo” de Dios. No
tenemos razón para tenerle miedo. Tenemos Su promesa de que nada podrá
separarnos de Su amor (Romanos
8:38-39). Tenemos Su
promesa de que nunca nos dejará o desamparará (Hebreos 13:5). El temer a Dios significa tener tal reverencia
por Él, que éste tenga un gran impacto en la manera en que vivimos nuestras
vidas. El temor de Dios es reverenciarlo, someternos a Su disciplina, y
adorarlo con admiración.
El temor de Dios es un regalo Divino. Es la actitud
que el Espíritu Santo pone en el alma para que se porte con respeto delante de
Dios, El primer paso en el camino de Dios, es decirle que No a lo malo, que es
lo que consigue este don. Por el temor se llega al sublime don de la sabiduría.
Se empieza a gustar de Dios cuando se le empieza a temer, y la sabiduría
perfecciona recíprocamente nuestras mentes y el corazón. El gusto de Dios hace
que nuestro temor sea amoroso, puro y libre de todo interés personal. Que Dios
te llene de Temor, tu hermano HECTOR PEGUERO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario