miércoles, 8 de octubre de 2014

EL  DOLOR  O  SUFRIMIENTO  ANTE  LA  BIBLIA

El dolor es una experiencia sensorial y emocional, generalmente desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso central. Ademas Dolor es un término que procede del latín y que señala una sensación molesta, aflictiva y por lo general desagradable en el cuerpo o el espíritu. Puede tratarse, por lo tanto, de una experiencia sensorial y objetiva (el dolor físico) o emocional y subjetiva.
El sufrimiento es la sensación motivada por cualquier condición que someta a un sistema nervioso al desgaste. El sufrimiento puede ser por causas físicas o emocionales (psicológicas) y siempre es consciente, El sufrimiento es el padecimiento, la pena o el dolor que experimenta un ser vivo. Se trata de una sensación, conciente o inconsciente, que aparece reflejada en padecimiento, agotamiento o infelicidad.

El sufrimiento afecta tanto a los justos como a los injustos. Aflige a víctimas inocentes. Para muchas personas, este hecho inquietante es difícil de reconciliar con la idea de un Dios justo e inteligente. ¿Cuál es la respuesta? ¿Por qué el sufrimiento es algo indiscriminado? ¿Por qué no les sobreviene solamente a aquellos que lo merecen? ¿Por qué los inocentes sufren por acciones y sucesos que no pueden controlar y con frecuencia no pueden prevenir? Por siglos pensadores y filósofos han analizado este tema, pero no han sido capaces de encontrar una respuesta adecuada.
Examinemos las causas del sufrimiento con una perspectiva bíblica. La Palabra de Dios es la clave que puede ayudarnos a descubrir las razones por las que la gente sufre. Jesucristo nos dice que parte de su misión es ofrecernos vida abundante (Juan 10:10). Refiriéndose a Dios, en Salmos 16:11 se habla de que hay “delicias a tu diestra para siempre”. La Biblia también nos revela cómo Dios va a aligerar nuestras cargas, Mateo 11:28 "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." Y cómo un día vendrá el descanso para todo el mundo. Aún más, también nos habla de una época en la que el sufrimiento desaparecerá por completo.Pero Jesús entendió que el sufrimiento es parte de la vida humana. A sus discipulos les recordó: “En el mundo tendréis aflicción . . .” Juan 16:33.
El sufrimiento aflige al rico y al pobre, al religioso y al incrédulo, al pequeño y al grande. En esta vida todos lo experimentamos en una forma u otra. Tal pareciera que las enfermedades y otros problemas de salud afectan a la mayoría de las personas en algún momento. En el pasado, enfermedades comunes causaron inmenso sufrimiento. Pero a pesar de los adelantos de la ciencia médica, En las naciones más pobres, el sufrimiento y la muerte por enfermedades que se pueden prevenir causan gran miseria y desesperación.
Las guerras son responsable de gran parte del sufrimiento mental y físico en nuestro mundo. Nada hay que reduzca al hombre a la brutal crueldad más rápidamente que la guerra, y el hombre siempre ha estado en guerra contra su seme- jante. Hace unas pocas décadas los historiadores Will y Ariel Durant escribieron que en 3421 años de historia escrita, “tan sólo 268 no han visto la guerra” (The Lessons of History [“Lecciones de la historia”]. Las guerras no sólo causan muertes y heridas incapacitantes en el campo de batalla, sino que produce gran tristeza, destruye familias y causa pobreza. Siembra semillas de enemistad que perduran por siglos. Jesús profetizó que antes de su regreso ocurrirá el período de sufrimiento más grave que haya existido, debido en gran parte a la guerra (Mateo 24:6, 21-22).
El sufrimiento es peor en las naciones más pobres y en vías de desarrollo. En algunos países la lucha más grande de la gente es por conseguir lo necesario para comer. La revista Current Events resalta el hecho de que el hambre nunca termina: “Aproximadamente 800 millones de personas —la mayoría de ellas niños— sufren de los efectos de una hambre constante” y “cada día mueren 35000 niños a consecuencia de condiciones que están directamente relaciona- das con una dieta insuficiente”.La incompetencia política, la corrupción, la guerra y el rápido crecimiento de la población agotan las reservas alimenticias de tal manera que hay hambre o desnutrición.
Jesús dijo en Mateo 26:11: “Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas a mi no siempre me tendreis ”. Esto desafortunadamente es cierto no tan sólo en las zonas de pobreza en África, Asia y Latinoamérica, sino virtualmente en todo el mundo. La existencia de la pobreza y la desnutrición es algo trágico, y más cuando sabemos que esta clase de sufrimiento es evitable . El hambre y las enfermedades son males que van a empeorar, aun en el caso de que se logren tomar medidas exitosas a corto plazo. Jesús profetizó una época de dificultades en “el fin del siglo” (Mateo 24:3), que incluirá una hambruna mundial. Profetizó que habría “pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” (Mateo 24:7). Aunque las guerras acaparan los titulares, el número de muertes causadas por los conflictos armados es relativamente pequeño en comparación con los que mueren a consecuencia de las enfermedades. Según algunos cálculos, tan sólo en África el sida mata 10 veces más personas que todas las que mueren por la guerra en todo el mundo. .
Cuando Jesucristo vivió en este mundo hace 2000 años, vio este cuadro de miseria. Fue testigo de las súplicas de los leprosos, de las viudas necesitadas y de las personas con trastornos mentales graves. Él reaccionó compasivamente aliviando la miseria.
La preocupación y la compasión de Jesús fueron evidentes cuando lloró abiertamente a medida que se aproximaba a Jerusalén por última vez (Lucas 19:41-44). El Anticipaba la angustia que la guerra traería sobre su amada ciudad y sus habitantes, despues de su partida en el año 70 d.C., cuando un alzamiento judío provocaría que los ejércitos romanos ocuparan la ciudad, con sus terribles consecuencias. Jesus proclamó: Isaias 61:1 “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18). Estas promesas todavía no se han cumplido para toda la humanidad, pero Dios nos asegura que acabará con el sufrimiento en general durante el reinado milenario de Cristo, y que finalmente lo borrará por completo (Apocalipsis 21:4).

¿Por qué un Dios amoroso permite el sufrimiento?

Muchas personas creen que si Dios en verdad es un Dios de amor y de misericordia, debería sentirse obligado por su propio carácter y principios a impedir el sufrimiento en el mundo. Esto nos lleva a una pregunta muy interesante: ¿Por qué Dios no interviene para impedir el sufrimiento?
El mal que Dios permite, y las tragedias que decide no impedir, lleva a muchos a dudar de su sabiduría, su bondad y aun de su existencia misma. Algunos ateos citan la realidad de la existencia del mal como su carta de triunfo en los debates acerca de la existencia de Dios. Julian Huxley, biólogo y escritor inglés, opinaba que la existencia del mal “es un desafío al carácter moral de Dios” (Religion Without Revelation [“Religión sin revelación”], 1957). Huxley concluyó que no existía ni revelación divina ni Revelador divino. ¿Por qué permite Dios el mal? Cualquiera que haya sentido algún dolor o haya experimentado alguna tragedia se lo ha preguntado. Teólogos, filósofos, historiadores y científicos han discutido el tema.
Muchos suponen que Dios interviene furiosamente para castigarnos en el momento en que nos salimos de la línea, cuando la realidad es que generalmente nos permite sufrir las consecuencias de nuestro comportamiento egoísta e irreflexivo (ver Jeremías 2:19; 10:23). La mayoría de las personas no reconocen que Dios no tiene que intervenir directamente cada vez que pecamos; las leyes espirituales que puso en vigencia tienen el poder para castigarnos cuando las violamos; _ Los historiadores se han enfrentado a la aparente contradicción de un mundo creado por Dios pero repleto de maldad. Según el historiador Arnold Toynbee, “una de las conclusiones que han sacado los espectadores humanos de la maldad moral del universo es que esta cámara de horrores no puede ser hechura de ningún Dios” (A Study of History [“Estudio de la historia”]. Toynbee reconoció que gran parte del sufrimiento del mundo es causado por el gobierno de los tiranos. Las Escrituras nos muestran que Dios puede reemplazar a los hombres impíos (Daniel 2:21), pues humilló y destronó al rey Nabucodonosor de Babilonia, el monarca más poderoso de su época. La autoridad de Nabucodonosor era de tal magnitud que “a quien quería mataba, y a quien quería daba vida” (Daniel 5:18-19). Sin embargo, Dios lo humilló y le quitó completamente su poder durante siete años.
Tal vez lo más difícil de entender acerca del sufrimiento es cuando éste llega y no sabemos por qué. Debemos entender que hay tragedias que pueden ocurrir sin que podamos prevenirlas, ni controlarlas. En tales circunstancias las Escrituras nos exhortan a orar, a pedirle a Dios que quite o que alivie un poco el problema o que nos ayude a afrontar la dificultad y sacar provecho de ella. En su sabiduría, nuestro Creador no siempre nos da la respuesta que queremos. Es raro que nos revele la razón específica de las decisiones que toma. Sin embargo, siempre tiene buenas razones. Por ejemplo, Dios liberó al apóstol Pablo de muchas dificultades, pero al menos en una ocasión no lo hizo, a pesar de las súplicas de Pablo (2 Corintios 12:7-10). En esa ocasión su respuesta a Pablo fue: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. En ese caso, fortalecer un aspecto espiritual de la perspectiva de Pablo o de su carácter era más importante que su bienestar físico. Este ejemplo debe ayudarnos a entender que la perspectiva de Dios es distinta de la nuestra (Isaías 55:8-9; 2 Pedro 3:8).
Necesitamos estar conscientes de que Dios nos ha prometido no probarnos más allá de lo que podemos resistir (1 Corintios 10:13). Pablo nos dio un ejemplo extraordinario. Simplemente confió en la sabiduría de Dios y decidió con- tinuar haciendo la labor que lo había llamado a hacer.
Si estamos abrumados por el sufrimiento y Dios no nos lo quita —especialmente cuando las circunstancias se escapan de nuestro control— debemos seguir el consejo sabio que nos da Pedro: “De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien” (1 Pedro 4:19). Tenemos libertad para manejar nuestro automóvil descuidadamente o después de haber bebido demasiado, libertad para llenar de toxinas nuestro medio ambiente, libertad para comer sin cuidar nuestra salud. Cada uno de nosotros tiene esta libertad, y lo mismo ocurre con todos nuestros semejantes. Todas nuestras acciones —y las de ellos— tienen consecuencias. La libertad para escoger es un regalo maravilloso, pero también nos impone una gran responsabilidad que no hemos cumplido muy bien, como lo evidencia nuestro mundo doliente. Aquellos que resultan heridos o muertos en accidentes o en desastres naturales, con frecuencia son víctimas inocentes. No todo el sufrimiento es consecuencia de la desobediencia personal o de un comportamiento irresponsable de la persona que sufre. Aun en los Diez Mandamientos Dios nos recuerda que las consecuencias de nuestras acciones erróneas pueden afectar a nuestros descendientes por varias generaciones (Éxodo 20:5).
Con frecuencia, la causa específica de cierto sufrimiento no puede ser explicada, al menos no en esta vida. A veces lo mejor que podemos hacer es explicarlo según el concepto que en la Biblia se menciona como “tiempo y ocasión” (Eclesiastés 9:11). Aunque Dios no es quien causa los accidentes, tampoco se dedica a gobernar la vida de cada ser humano hasta el punto de impedir toda desgracia. Pablo nos dice que “. . . vemos por espejo, oscuramente” (1 Corintios 13:12). En esta vida nunca enten- deremos completamente algunas cosas; sólo las entenderemos en el mundo venidero.
Al pecar, Adán escogió apartarse de Dios, y desde entonces el resto de la humanidad ha seguido el mismo camino. Por haber comido del arbol de la ciencia del bien y el mal, luego el hombre cree tener la sabiduria de elegir sin la ayuda de Dios ; “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). Como Dios le explicó a la antigua nación de Israel, la libertad de escoger es esencial para el desarrollo de un carácter justo (Deuteronomio 30:15-19). Sin la libertad de escoger, no seríamos más que robots, con nuestra conducta programada de antemano o dictada en todos sus detalles por una fuerza externa tan poderosa como Dios mismo.Pero esto no es lo que Dios quiere. Él tiene expectativas diferentes porque tiene un propósito más grande para nosotros. Quiere que escojamos obedecerle desde el fondo de nuestro corazón. Quiere que amemos y valoremos sus principios y sus caminos, los cuales están basados en dos principios fundamentales: amarlo a él con todo nuestro corazón, y amar a nuestros semejantes tanto como nos amamos a nosotros mismos (Mateo 22:35-40).
Una de las consecuencias de la decisión que la humanidad tomó de vivir contrariamente a las instrucciones de Dios, es que el mundo está a merced de los caprichos del “tiempo y ocasión”, y de las acciones de otros. Este patrón prevalecerá hasta que Jesucristo regrese a establecer el Reino de Dios en la tierra. Entonces el mundo entero será lleno del conocimiento de Dios y de sus justas leyes (Isaías 11:9). Finalmente, toda la humanidad podrá vivir en un mundo justo y recto.

El papel que desempeña Satanás en el sufrimiento humano

En muchos grupos sociales no está de moda creer en Satanás; y aunque para la mayoría el existe, no lo consideran como un ser vivo literalmente. Para muchas personas el “diablo” no es más que una metáfora de la inhumanidad del hombre para con su prójimo, o un símbolo de la maldad en general.
No obstante, en la Biblia se presenta a Satanás como a un ser real, un poderoso ser espiritual que puede hacer mucho daño. Y puesto que tantas personas no creen en un diablo real, tampoco reconocen el papel que desempeña en el sufrimiento humano. En la Biblia se nos revela claramente la magnitud del poder y la influencia de Satanás. El apóstol Juan nos dice que el diablo Apocalipsis 12:9 “Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.”; su engaño de la humanidad es la causa principal de la angustia y la desgracia que ago- bian a nuestro mundo. bajo el maligno” ( 1 Juan 5:19). Y cuando el apóstol Pablo escribió que “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo”, El se referia a Satanás (2 Corintios 4:4).
El apóstol Pedro les advirtió a los cristianos que su adversario “el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). En la parábola del sembrador y la semilla, Jesús dijo que tan pronto como a muchas personas se les expone el mensaje de Dios, “en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones” (Marcos 4:15). Este malévolo ser, ciega a la humanidad para que no reciba el consuelo, el estímulo, las promesas y la liberación que provienen de la verdad de Dios. A lo largo de la historia la influencia del diablo ha llevado al hombre a satisfacer sus apetitos físicos de una manera ilegal e inmoral. Utilizó sus artimañas con éxito en el huerto del Edén y desde entonces su estrategia ha funcionado maravillosamente.
Jesús dijo que el diablo “ha sido homicida desde el principio” (Juan 8:44). Su propósito siempre ha sido hacernos la vida miserable y, finalmente, destruirnos. Es destructivo por naturaleza, y quienes cometen actos destructivos lo siguen sin saberlo. _ En Apocalipsis 9:11 se le llama el “ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión”. Estos nombres significan “destrucción” y “destructor” respectivamente. A diferencia de Dios, quien es el creador y dador de la vida, Satanás es por su propia naturaleza asesino y destructor. Al leer estos pasajes podemos darnos cuenta de que Satanás ejerce un tremendo poder sobre la humanidad. Dios, sin embargo, establece límites al poder e influencia que el diablo puede ejercer entre los hombres (Job 1:12; 2:6). Dios no permitirá que Satanás impida el cumplimiento de su plan maestro de salvación para la humanidad. Siendo nuestro Padre y “Señor del cielo y de la tierra” (Mateo 11:25).
Dios diseñó a los seres humanos de tal forma que pudieran tomar decisiones. Sin embargo, nunca hemos aprendido a tomar decisiones que siempre sean sabias y bien informadas. No hemos aprendido a manejar efectivamente nuestras emociones, motivaciones y deseos, ni tampoco la influencia que todo esto ejerce en nuestras decisiones. Dios había colocado dos árboles en el jardín. Uno era el árbol de la vida y el otro era el árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:9). Dios le dijo a Adán que podía tomar del primero, pero que no debía tomar del segundo. “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” ( 16-17).
Como se nos explica en el Apocalipsis, el árbol de la vida simbolizaba la obediencia a Dios (Cristo); que finalmente nos conduciría a la vida eterna (Apocalipsis 2:7; 22:1-2). El otro árbol —el del conocimiento del bien y del mal— representaba el rechazo del camino de Dios. Esta elección conduciría finalmente a la muerte.
Eva, al ser tentada por la serpiente, ejerció el libre albedrío de una manera imprudente, y fue engañada (2 Corintios 11:3). Dejó que su percepción humana le desviara de la obediencia a las instrucciones de Dios. Aunque el apóstol Pablo nos dice que Adán no fue engañado (1 Timoteo 2:13-14), permitió que su esposa lo persuadiera para que la acompañara en su desobediencia a Dios (Génesis 3:17).
Elegir entre las bendiciones y las maldiciones

Cerca de 2500 años después de Adán y Eva, Dios les ofreció a los israelitas un descanso real del sufrimiento. Comenzó a trabajar con ellos mientras estaban todavía en esclavitud en Egipto. Prometió no sólo liberarlos de la esclavitud, sino darles además la oportunidad de ser una nación que otras querrían imitar (Deuteronomio 4:5-8).
Como parte de su pacto con Dios, ellos tendrían que obedecerlo (Éxodo 19:5). Les dio instrucciones acerca de los preceptos fundamentales de su ley espiritual y eterna: los Diez Mandamientos (Éxodo 20; Deuteronomio 5). Les dio leyes y estatutos adicionales, los cuales encontramos especialmente en los cinco libros escritos por Moisés (el Pentateuco). _ Dios les dio a elegir entre la vida y la muerte , la bendición y la maldición...Desgraciadamente, Israel desobedeció y tuvo que afrontar las consecuencias de miseria que Dios le había advertido. Entre éstas estaban catástrofes agrícolas, pobreza, problemas familiares, falta de salud, crímenes y violencia, derrotas militares e incluso el cautiverio. Después de varios siglos en que los israelitas ejercieron su libertad de elección —durante los cuales eligieron continuamente rechazar los caminos de Dios y hacer las cosas a su manera— fueron sometidos nuevamente al cautiverio. Podemos ver que el origen de muchas tragedias y mucho sufrimiento han sido nuestras acciones y decisiones humanas. En un mundo con libertad de elección, algunas decisiones necesariamente nos conducen a resultados nefastos y dolorosos.
Muchas personas reconocen la realidad del dicho: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”, pero no saben que esto lo dice la Biblia (Gálatas 6:7). Hace miles de años uno de los amigos de Job —no ajeno al sufrimiento— dijo que aquellos “que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan” (Job 4:8).
Cuando analizamos el fenómeno del sufrimiento, podemos aprender mucho si seguimos las circunstancias hasta encontrar su causa. _ Proverbios 22:3 nos exhorta a que reflexionemos acerca de las consecuencias que tendrán nuestras acciones a largo plazo: “El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias”; Las naciones y los individuos sufren mucho debido a la ignorancia y a la desobediencia a las mismas leyes espirituales que Israel desobedeció. Los mandamientos de Dios son preceptos vivos, con aplicación universal, que cuando se obedecen traen beneficios y cuando se desobedecen traen castigo. Las Escrituras nos dicen que aquellos que aman la ley de Dios tienen “mucha paz” (Salmos 119:165), pero el camino del impío y del infiel es muy difícil (Proverbios 13:15).
Como no podemos evitar todo el sufrimiento, debemos tener en mente que puede en ocasiones producir buenos resultados. Es más fácil soportar el dolor cuando lo vemos como un desafío que cuando pensamos que es una maldición insoportable. Claramente, la Biblia enseña que la adversidad puede producir buenos resultados. Aunque Jesús fue el Hijo de Dios, “por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:8-9). Dios nos revela que el sufrimiento tiene un propósito muy noble: Debe ayudarnos a crecer en amor fraternal. “Sobrellevando los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” (Gálatas 6:2). Cuando nuestra preocupación fluye hacia otros, el sufrimiento, por indeseable y doloroso que sea, puede ser una experiencia provechosa. Aprendemos la verdad de que “ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apaci- ble de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11).

No estamos diciendo que debemos sufrir lo que podemos evitar. Pero si no podemos evitarlo, necesitamos aprender a hacer frente al sufrimiento y, si es necesario, aceptarlo. Si no aprendemos a hacer esto, nuestras dificultades pueden convertirse en problemas mayores, si como resultado de la ansiedad que generan tomamos decisiones que alteren completamente nuestra vida. La Biblia nos dice que Dios permite el sufrimiento porque tiene un propósito divino. Los cristianos saben que nuestro Salvador, Jesucristo, sufrió y murió por nosotros y debemos seguir sus pisadas, incluyendo el sufrimiento (1 Pedro 2:21). _ Jesús soportó la agonía y murió para que Dios pudiera perdonarnos nuestros pecados y darnos vida eterna, durante la cual reinaremos con Cristo (Apocalipsis 5:10). Saber esto puede ayudarnos a afrontar mejor los problemas que tengamos en la vida. _ Pablo nos recuerda que “si sufrimos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2:12). Cristo va a regresar a la tierra para gobernar y, al final, poner fin a toda tristeza y sufrimiento. Fundamentalmente, el evangelio fue un mensaje de buenas noticias acerca del Reino de Dios (Marcos 1:14-15), el cual Jesucristo establecerá a su regreso....y debemos de Perseverar en la Fe que es la gracia regalo de Dios.... Tu hermano de siempre Hector Peguero.

lunes, 6 de octubre de 2014

"¿Por qué nos permite Dios pasar por pruebas y tribulaciones?"

Vamos  a estudiar primeramente el significado de La palabra prueba, la cual evoca dos series de realidades. Una, orientada hacia la acción: un examen, un concurso: otra, replegada en la aflicción; una enfermedad, un luto, un fracaso. Y si la palabra ha pasado del primer sentido al segundo, ha sido sin duda porque, según una sabiduría ya religiosa, el sufrimiento se experimenta como un «test» revelador del hombre.
El sentido activo es primero en la Biblia: nsh, bhn, hqr. peiradsein, diakrinein, para limitarnos a las raíces principales, significan «poner a prueba», tratar de conocer la realidad profunda más allá de las apariencias inciertas. Como una aleación, como un adolescente, el hombre debe «dar prueba de sí». De suyo, no hay aquí nada de aflictivo.
Tentar es también «ensayar», experimentar. Pero si la tentativa se convierte en tentación y el experimento o la prueba pasa al estado crítico, entonces el hombre debe revelar en ella su verdadera orientación profunda. Así, Dios tienta al hombre.
Si la Biblia distingue la prueba particular que es la tentación, es porque parece torcerse oscuramente hacia el mal. Aquí interviene un tercer personaje, el tentador. Ya no es Dios quien tienta. Así en Gen 2,17 se trata de una prueba, en Gen 3, de una tentación Sant 1,1-12 1,13ss.
La experiencia de la prueba-tentación no es sencillamente de orden moral; se encuadra en un drama religioso e histórico; hace entrar en juego nuestra libertad en el tiempo,frente a Dios y a Satán. En las diversas etapas del designio de Dios es interrogado el hombre: su vida teologal se pone a prueba en todos sus aspectos, pudiendo a veces cargarse el acento sobre uno o sobre otro de ellos.
Una de las partes más difíciles de la vida cristiana es el hecho de que ser un discípulo de Cristo no nos hace inmune a las pruebas y las tribulaciones de la vida. ¿Por qué un Dios bueno y amoroso nos permitiría pasar por cosas tales como la muerte de un niño, enfermedades y daños a nosotros mismos y nuestros seres queridos, dificultades financieras, preocupación y temor? Seguramente, si nos amara, quitaría todas estas cosas de nosotros. Después de todo, ¿no significa el amarnos que Dios dios permite las pruebas?quiere que nuestras vidas sean fáciles y cómodas? No, no es así. La Biblia enseña claramente que Dios ama a aquellos que son Sus hijos, y “todas las cosas les ayudan a bien.” (Romanos 8:28). Eso debería significar entonces que las pruebas y tribulaciones que Él permite en nuestras vidas son parte de todas las cosas que nos ayudan a bien. Por lo tanto, para el creyente, todas las pruebas y tribulaciones deben tener un propósito divino.

Como en todas las cosas, el propósito sobresaliente de Dios es que seamos transformados más y más a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29). Esta es la meta del cristiano, y todo en la vida, incluyendo las pruebas y tribulaciones, está diseñado para permitirnos alcanzar esa meta. Es parte del proceso de la santificación, siendo apartados para los propósitos de Dios y equipados para vivir para Su gloria. Se explica la manera en que las pruebas logran esto en 1 Pedro 1:6-7: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.” La fe del verdadero creyente se reforzará mediante las pruebas que experimentamos para que podamos descansar en el conocimiento de que es real y va a durar para siempre.

Las pruebas desarrollan el carácter piadoso, y eso nos permite “…[gloriarnos] en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Romanos 5:3-5). Jesucristo fue el ejemplo perfecto. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). Estos versículos revelan aspectos de Su propósito divino tanto por las pruebas y tribulaciones de Jesucristo como por las nuestras. El perseverar comprueba nuestra fe. "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). 

Sin embargo, debemos tener cuidado de nunca hacer excusas por nuestras “pruebas y tribulaciones” si son el resultado de nuestra propia maldad. "Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno." (1 Pedro 4:15). Dios perdonará nuestros pecados porque el castigo eterno para ellos ha sido pagado por el sacrificio de Cristo en la Cruz. Sin embargo, todavía tenemos que sufrir en esta vida las consecuencias naturales por nuestros pecados y malas decisiones. Pero Dios usa incluso esos sufrimientos para moldear y formarnos para Sus propósitos y nuestro último bien.

Las pruebas y tribulaciones vienen con un propósito y una recompensa. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna… Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman."(Santiago 1:2-4,12).

A través de todas las pruebas y tribulaciones de la vida, tenemos la victoria. “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:57). Aunque estamos en una batalla espiritual, Satanás no tiene autoridad sobre el creyente en Cristo. Dios nos ha dado Su Palabra para guiarnos, Su Espíritu Santo que fortalecernos, y el privilegio de venir a Él en cualquier lugar y en cualquier momento, a orar por todo. Él también nos ha asegurado que no habrá tentación que nos pondrá a prueba más allá de nuestra capacidad para resistir, y “dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” (1 Corintios 10:13).
Las pruebas son periodos de tiempo en que el cristiano enfrenta diversas circunstancias tristes, dolorosas, difíciles e imposibles.
Periodos de tiempo en los que la ausencia de Dios se experimenta con intensidad y en todas sus dimensiones.
Da la impresión que todo ha perdido el control y que se esta abandonado a las tempestades circundantes. La realidad y el poder de Dios no se vislumbra por ningún lado. Todo es una noche tempestuosa por doquier.

Pero si Dios es todopoderoso y lleno de amor para con sus hijos, como es posible que permita las pruebas?
Que permita enfermedades... situaciones estresantes... desilusiones sentimentales... despidos de los trabajos... muertes inesperadas de seres queridos... catastrofes naturales... accidentes... y un sin numero de situaciones similares.
Es posible que alguien que lea esto se identifique con alguna de las situaciones que he mencionado acá y le diga al Señor:
POR QUE?... POR QUE?... POR QUE?
Preguntemonos antes:
Que sentido tienen las pruebas en la vida?
A que nos conducen?
Veamos la respuesta que nos da la Palabra de Dios al respecto:

HERMANOS MIOS, TENED POR SUMO GOZO CUANDO OS HALLEIS EN DIVERSAS PRUEBAS
SABIENDO QUE LA PRUEBA DE VUESTRA FE PRODUCE PACIENCIA. MAS TENGA LA PACIENCIA SU OBRA COMPLETA PARA QUE SEAIS PERFECTOS Y CABALES, SIN QUE OS FALTE COSA ALGUNA. Santiago 1:2-3

Santiago recomienda, inspirado por el Espíritu Santo, que cuando las pruebas lleguen estemos sumamente gozosos...
Alguien dira: Eso es masoquismo; sin embargo no lo es, pues sabemos que la prueba nos conducirá a madurar en la FE y en la PACIENCIA.

Es imposible llegar a crecer en la FE y en la PACIENCIA si no se presentan las circunstancias para ello. Así como la planta necesita agua y luz para crecer, también de la misma manera necesitamos la PRUEBA para crecer. De hecho, la palabra CRISIS significa CRECIMIENTO.

Unicamente pasando momentos difíciles e imposibles es como se llega a tener FE
Es decir certeza de lo que esperamos y convicción de aquello que no vemos. Es necesario entonces que tengas que pasar por crisis imposibles y difíciles, pero que son parte del proceso de tu madurez cristiana.
Unicamente pasando momentos difíciles e imposibles es como llegaras a tener PACIENCIA. Llegaras a esperar no en tu tiempo y en tu metodo, sino en el de Dios. Llegaras a esperar no en personas, circunstancias o recursos, llegas a esperar en Dios.
Por ejemplo...
Es en esa enfermedad donde Dios te esta haciendo creer y a esperar en EL, donde te esta haciendo reconocer tu fragilidad y dependencia de su poder.
difícil donde estas aprendiendo a ver la provision inesperada y milagrosa de Dios.
Es en esa desilusión sentimental donde estas llegando a entender la dimension del AMOR DIVINO, y que el amor humano es mezquino y lleno de limitaciones.
Y así pudiésemos seguir enumerando cada situación. Cuando la prueba toca tu puerta y entra, es porque estas comenzando ese proceso de madurez cristiana.
Gozate por ello, porque aunque te sientas a la deriva, has de saber que Dios tiene control.

Tribulaciones / Pruebas / Fe 
Miles de veces hemos escuchado estas palabras juntas y sabemos sus significados pero realmente empezamos a sentirlas, vivirlas y saber lo demasiado que pesan cuando llegan a nuestra vida. Cuando te sientes cansado, desesperado y lo único que quieres es que ya se acaben ¿qué haces? Como buen cristiano oras y le dices a Dios que te ayude con todo lo que estás cargando, pero pasan días, semanas y hasta meses y a veces pareciera que todo sigue exactamente igual o hasta peor, entonces sientes impotencia al no poder hacer algo para solucionarlo. Es cuando pasamos por esos momentos que hasta llegamos a reclamarle a Dios haciéndole preguntas como:  ¿Por qué lo permitiste? ¿Hasta cuándo quitarás esto de mi vida? ¿Te has olvidado de mí? Sin embargo esta reacción en medio de la prueba no es la de alguien que ha puesto su confianza en Dios, pareciera más la de alguien que no ha conocido su poder y fidelidad y ahora está dudando de Él.
Pero entonces cuando estamos abrumados por las tribulaciones y las pruebas: “¿Qué debemos hacer Dios?”
1) “Búscame ¡Yo aquí estoy siempre!”
Job 8:5-6Si tú de mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; Si fueres limpio y recto,  Ciertamente luego se despertará por ti”
Lo primero que debemos hacer es buscar a Dios SIEMPRE en lo bueno y en lo malo, cuando responde y cuando pareciera que no lo hace, cuando lo sentimos cerca y cuando pareciera que está lejos. Para hacer esto es indispensable orar, leer su Palabra y meternos en su Presencia, es decir, apartar un tiempo SÓLO PARA ÉL.
En 1 Crónicas 28:9 El rey David le dice a su hijo Salomón: “Reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre“.
Lo que el Rey David, un hombre conforme al corazón de Dios estaba diciendo aquí era que si en verdad buscas a Dios con todo tu corazón ¡lo vas a encontrar! pero debes buscarlo de una manera desinteresada y no sólo para que solucione tus problemas. Es como cuando identificamos a alguien que nunca nos habla y con quien no tenemos una relación de amistad y nos damos cuenta que sólo nos está buscando cuando necesita algo de nosotros, nada más nos habla, y lo primero que pensamos muchas veces es: “¡Seguramente, algo me va a pedir!”, y a veces sentimos que no le importa pasar tiempo con nosotros sino que su único interés es que hagamos algo por él para después darse la vuelta y seguir su camino. ¿No somos muchas veces así con Dios?, cuando tenemos una necesidad lo buscamos y tan pronto nos contesta o nos soluciona el problema ¡ya no lo buscamos de la misma manera! La diferencia aquí es que Dios es tan bueno que su reacción es súper diferente a como sería la nuestra, pues cada vez que regresamos a Él nos recibe con los brazos abiertos dispuesto a ayudarnos, consolarnos y darnos una nueva oportunidad.
2) ¡No te preocupes! y ten FE en Mí
2a Corintios 4:18No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
Dios sabe cuáles son tus problemas  y qué es lo que necesitas, ¡búscalo! Pero sobre todo nunca pierdas la FE, como dice el versículo anterior la tribulación es temporal, aunque ahorita no veas ninguna solución, ten fe en que Dios va a hacer un milagro. Dios tiene un plan bien grande para todo lo que estás pasando y tal vez te preguntarás: “¿Cuál es el propósito de mi sufrimiento?” La Biblia dice lo siguiente:
*En Hechos 14:22:Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el  reino de Dios” Dios te está preparando porque ¡quiere que estemos juntos durante toda la eternidad!, si Dios permite tribulación en tu vida es para tu bien, aunque suene raro, él sabe qué necesitas para crecer espiritualmente y quiere ayudarte a que te des cuenta de que lo necesitas a Él. Porque a través de las pruebas sin darnos cuenta nuestra relación con Dios se hace más cercana que nunca antes ¡nos falta mucho por por crecer!
*Hechos 1:4:El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios“. ¡Dios quiere usar tu vida!, El quiere que tengas victoria en todas las pruebas para usar tu testimonio para que otros puedan afirmar su fe al escucharte.  Él está trabajando contigo con el fin de hacerte PERFECTO y usarte para consolar a otros en sus pruebas.
¿Listo para la batalla?  ¡Dios ya te ha dado la victoria!1a Juan 5:4:Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” .
Si estás pasando por tribulaciones y pruebas lo mejor que puedes hacer es recordar que Dios está contigo, acercarte a Él y llenarte de FE en Él que es tu mejor defensa.
De Dios para ti: Hijo/Hija: Se que estas pasando por algo que es muy difícil para ti, pero yo estoy contigo siempre aunque no te des cuenta desde que te levantas hasta cuando duermes yo estoy contigo. El diablo te quiere destruir pero yo se que tu vencerás porque yo te di todo para vencer. ¡No renuncies! Ya falta poco para que mi plan perfecto se cumpla en ti porque yo soy el autor de tu vida y todavía no sabes cómo termina la historia que escribí para ti ¡Ánimo! (Salmos 139:2, Juan 13:7, Isaías 41:10, Isaías 54:17, Juan 10:10, Hebreos 10:35-39, Hebreos 12:2, Salmos 37:37).
Los Cristianos fieles sufrirán. Aún así la vida cristiana es la mejor porque únicamente la fe cristiana tiene la seguridad de que nosotros podemos soportar, y de que Dios nos ayudará, que el resultado será para nuestro bien, y que al final tendremos la vida eterna.
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" - Filip. 4:13. Dios te bendiga tu hermano:  Hector Peguero.



"La Verdad es la Palabra de Dios"
En el origen de la palabra Verdad podemos encontrar varios significados, si analizamos la etimologia de la palabra en las tres lenguas de las culturas que mayor influencia han ejercido en nuestra cultura occidental:
• El griego utiliza la palabra aletheia, que significa "lo que no está oculto" por lo que podría entenderse como "descubrimiento". La falsedad, el pseudos, es su contrario, el "encubrimiento". Así que la verdad en griego significa descubrir cosas, desvelar lo que son. Aquí hablamos primero de mostrar la cosa misma, y sólo secundariamente decir lo que es, en la medida que para dar cuenta de la verdad necesitamos del lenguaje.
• El latín utiliza el término veritas que se refiere concretamente a la "exactitud y el rigor en el decir". Verum es "lo exacto y completo". Veritas hace referencia directa al decir, matiz que recoge la palabra castellana "veracidad", que se opone a "mentira" o "engaño".
• En hebreo la palabra emunah expresa la verdad en el sentido de confianza de que se cumpla algo que esperamos.
Se trata de tres sentidos diferentes (descubrimiento, exactitud y confianza) que están presentes y constituyen el origen del término verdad.
Juan 8:31-32
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
Jesús vino a traernos libertad. Dios ama la libertad. El Cristianismo verdadero trae libertad. Primero libertad sobre nuestros pecados. Segundo, libertad de compartir su Palabra con otros para que ellos también la tengan. Juan 1:17 "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." Dios nos ha creado libremente y nos ha invitado a participar de su comunión amorosa. Esta invitación, por ser una oferta, puede ser rechazada por el ser humano, aunque no sin graves consecuencias: El Señor creó al hombre al principio y le entregó el poder de su albedrío. Si quieres, guardarás sus mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad; Deuteronomio 30:19 "A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;"
San Agustín nos hace tomar conciencia de ello al decirnos: «Eres, al mismo tiempo, siervo y libre; siervo, porque fuiste hecho; libre, porque eres amado de Aquel que te hizo, y también porque amas a tu Hacedor». Pero cabe la posibilidad de perder el norte de la existencia y por ello nos advierte: «¡No busques una liberación que te lleve lejos de la casa de tu Libertador!» Galatas 5:13 "Porque vosotros, hermanos, á libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión á la carne, sino servíos por amor los unos á los otros."
¿Dónde encontrar la Libertad? Sólo Dios puede darnos una respuesta plena a esta pregunta y la encontramos en la Biblia, 2 Corintios 3:17 «El Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad». Sólo Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida puede darnos lo que anhelamos: Juan 8:36 «Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres» El Señor Jesús está en el inicio, en el transcurso y en el fin de la libertad: En nuestro Maestro Jesus se manifiesta no sólo con sus palabras, sino también con su misma vida, que la libertad sólo se realiza en el amor. Juan 14:6 "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Por eso podemos concluir que por el Señor Jesús, esplendor de la verdad, hemos sido liberados, con Él nos hacemos libres, en Él viviremos la auténtica liberación. El Señor Jesús se nos ha revelado como amigo, nos ha mostrado su rostro, su corazón, su amor por cada uno de nosotros.  El es el Amigo fiel . Él consideró amigos a sus discípulos, eligiéndolos personalmente: Juan 15:12-16 "Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda."
Jesús dio su vida por amor a sus amigos en cumplimiento de su palabra; Su Palabra es la pura verdad, es la vida misma y es lo que nos da la sabiduría y el conocimiento para acercarnos y conocer a Dios cada día, lo cual es lo que en verdad Dios quiere…. Oseas 6:6 "Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos." Y ademas nuestro Redentor nos lo recuerda de nuevo en Mateo 9:12-13 "Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento."
Durante los primeros siglos del cristianismo no había una Biblia sino una colección de rollos y pergaminos. Incluso hasta la edad media cada Biblia era escrita íntegramente a mano. La mayor parte de la población era analfabeta y esto explica al menos en parte el surgimiento de los vitrales y el uso de las artes visuales para contar las historias bíblicas. La imprenta no fue inventada sino hasta 1436 por Johann Gutenberg de modo que la idea de una Biblia por persona hasta 1436 era impensable aún si todos hubieran podido leer.
Un dato muy importante es que mientras Lutero se encontraba recluido en el castillo de Wartburg (1521–1522) Lutero comenzó a traducir el Nuevo Testamento al alemán para hacerla más accesible a toda la gente del «Sacro Imperio Romano a la nación alemana». Usó la segunda edición (1519) de Erasmo del Nuevo Testamento en griego, el texto griego de Erasmo sería conocido como el Textus Receptus. Para ayudarle a traducir, Lutero haría incursiones a las ciudades y mercados cercanos para escuchar a la gente hablando. Quería asegurar su comprensión por una traducción lo más cercana posible al uso del idioma contemporáneo. Luego de la invención de la imprenta y previo a que la Biblia de Lutero se publicara en alemán había más de 20 versiones de la Biblia completa traducida a varios de los dialectos germánicos (alemán) por los católicos. La versión católica de la Biblia completa de Douay-Rheims en inglés fue traducida desde la Vulgata. Se completó en 1610, un año antes de la publicación de la primera edición de la King James Version. El Nuevo Testamento había sido publicado en 1582 y fue una de las fuentes utilizadas por los traductores de la KJV. El Antiguo Testamento se completó en 1610. La Vulgata en latín estaba disponible siempre para todo el que quisiera leerla sin ninguna clase de restricción (La Vulgata es una traducción de la Biblia hebrea y griega al latín, realizada a finales del siglo IV (en el 382 d.C.) por Jerónimo de Estridón). Algunos evangélicos dirían que estaba restringida por el idioma y era utilizable unicamente por quienes pudieran leer el latín. Sin embargo, en el siglo XVI no había escuelas públicas y la educación no era accesible a todos no era común especialmente entre los campesinos. Quienes podían leer era porque habían sido educados y eran capaces de leer en Latín. - El latín estaba muy lejos de ser una lengua muerta. Era el lenguaje de la teología y de la ciencia (el lenguaje de toda la gente educada a lo largo de Europa y aún más allá) incluso en los siglos XVII y XVIII. Por ejemplo, cuando Isaac Newton publicaba sus trabajos en Física lo hacía en latín de modo que toda Europa pudiera leerlos. Esto ocurría ciertamente con todos los avances científicos y académicos. Debemos recordar también que los judíos mantuvieron siempre su Biblia en hebreo hasta el Siglo XIX. Las versiones griegas de la Biblia Judía hechas en los tiempos antiguos fueron elegidas por los cristianos de modo que los judíos básicamente las abandonaron. Cualquier judío que quisiera leer la Biblia debía hacer el esfuerzo de aprender hebreo. El Papa Inocencio III quien escribió al patriarca griego de Constantinopla en estos términos: «Cristo ha dado el gobierno de todo el mundo a los papas» y, como evidencia conclusiva, añadió: «Pedro en cierta ocasión anduvo sobre las aguas las cuales representaban a las naciones y por lo tanto de ahí se colige que sus sucesores tenemos derecho a gobernar todo el mundo, lo cual incluye las sedes de los patriarcas griegos». La “interpretación o exégesis medieval”, fue refutada por primera vez por el gran reformador protestante Martín Lutero quien dijo: “La Escritura es su propio intérprete, y no necesita de una autoridad superior a ella”. Algunos evangélicos acusan a la Iglesia Católica de "encadenar Biblias". Es cierto, la Iglesia Católica encadenó Biblias en la Edad Media y por la misma razón por la que las empresas encadenan hoy sus directorios de clientes o información personal: para evitar que se las roben. Debemos recordad que cada Biblia era copiada a mano y tomaba la vida entera de un monje hacerlo. De acuerdo con los estándares de hoy cada una de esas Biblias costaría probablemente US$20000. Se han registrado pruebas de 5000 libros encadenados en bibliotecas 11 protestantes y 2 católicas. Los reformadores, en el mismo modo, encadenaban sus Biblias en las iglesias y lo hicieron por lo menos durante 300 años. O sea, los católicos no estaban solos en esto de encadenar Biblias. Se conoce como Reforma protestante, o simplemente la Reforma, al movimiento religioso cristiano, iniciado en Alemania en el siglo XVI por Martín Lutero, La Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos, pensadores y políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia católica, especialmente con respecto a las pretensiones papales de dominio sobre toda la cristiandad. Comenzó con la predicación del sacerdote católico agustino Martín Lutero, que revisó las doctrinas medievales según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En particular, rechazó el complejo sistema sacramental de la Iglesia católica medieval, que permitía y justificaba prácticas como la "venta de indulgencias", según Lutero, un verdadero secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado libremente, y no vendido. Los grandes exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino. El protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de fieles que actualmente supera los quinientos millones y que se expande rápidamente en América Latina, Asia y África. Fue la venta de indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, lo que provocó finalmente que la cristiandad occidental se dividiese en dos, una liderada por la Iglesia católica, que tras el Concilio de Trento se reivindicó a sí misma como la única heredera válida de la cristiandad occidental expulsando cualquier disidencia y sujetándose a la autoridad del Papa, Esto dio lugar a que Europa quedara dividida entre una serie de países que reconocían al Papa, como supremo y único jefe de la Iglesia católica, y los países que rechazaban la autoridad de Roma y que recibieron el nombre de protestantes. Dicha división provocó una serie de guerras religiosas en Europa. En este tiempo estalló un gran escándalo en Alemania a causa de la cuestión de las indulgencias (documento que exime al alma del paso por el purgatorio). Muchos consideraron esta práctica como un abuso escandaloso y la culminación de una serie de prácticas anticristianas fomentadas por el clero católico, pero será Lutero el primero que expondrá públicamente su opinión contraria a la venta de indulgencias y a toda la doctrina que la sustentaba.
Para Lutero, la venta de indulgencias era una estafa y un engaño a los creyentes con respecto a la salvación de sus almas. En 1517, Lutero clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus 95 tesis, en las que atacaba la venta de indulgencias y esbozaba lo que sería su doctrina sobre la salvación solo por la fe. Este documento es conocido como Las 95 tesis de Wittenberg y se consideró el comienzo de la Reforma Protestante. Las 95 tesis se difundieron rápidamente por toda Alemania gracias a la imprenta, y Lutero se convirtió en un héroe para todos los que deseaban una reforma de la Iglesia católica. En algunos lugares hasta se iniciaron asaltos a edificios y propiedades de la misma Iglesia católica. Por sus 95 tesis, Lutero se había convertido en el símbolo de la rebelión de Alemania contra lo que ellos consideraban prepotencia de la Iglesia católica.
Conocer la Verdad de nuestra historia nos ayuda a No cometer los mismos errores de nuestros ante-pasados y ademas nos acerca mas a Cristo quien es la pura Religion, Verdad y Camino...Y La Palabra de Dios nos lleva a conocer a Cristo, la Verdad la cual salva y nos hace libres, porque “Él apareció para quitar nuestros pecados” (1 Juan 3:5). Por eso Él dice: “Si el Hijo os liberare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8: 36).
Los judíos se sienten ofendidos ante estas palabras de Jesús, y le dicen:Juan 8:33 “Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie”. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?”
Estos hombres fundamentaban su libertad personal en las raíces de su descendencia, y se creían libres. Esto mismo pasa hoy con tantos y tantos hombres y mujeres que identifican su salvación con su propia religión. Cuando alguien en nombre de Cristo les dice: Cree en el Señor Jesús, y serás libre (salvo). Ellos responden, ¿cómo te atreves a decirme tal cosa, no sabes que yo soy hijo de la madre Iglesia Católica, o de tal o cual denominación religiosa? ¿Por qué? la respuesta esta en ....Juan 4:47 “el que es de Dios, las palabras de Dios oye”; y todo aquel que “guarda mi Palabra, nunca verá muerte” (Juan 8: 51).
Jesús pone como señal inequívoca de ser de Dios y nunca ver muerte, el oír la Palabra de Dios y guardarla”. Cuando alguien no escucha la Palabra de Dios ni la guarda está diciendo que no es de Dios ni de la resurrección gloriosa de los hijos de Dios. "Mi Padre es el que Me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas Yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero Yo le conozco, y guardo Su Palabra." Juan 8:54-55. Que Dios los Bendiga mis hemanos... de : Hector Peguero.