LA FAMILIA QUE TIENE A CRISTO
Cuál es la definición de la Palabra
Familia: La familia (del latín famulus) es aquel grupo de personas
formado por aquellos individuos que se unen, por relaciones de filiación o de pareja.
Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de
afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente,
como el matrimonio, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre
padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden
de un mismo padre.
Eclesiastés 4: 9-12 “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su
trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero! Ay del solo!
que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren
juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le
resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”
No fue Adán quien pensó primero en una esposa y en
hijos. Fue Dios quien tomó la iniciativa; 1. Observó la soledad de Adán 2. Entendió la soledad de Adán 3. Solucionó la soledad de Adán. El matrimonio se originó en el interior de
Dios por eso es vital y cuando un hogar se destruye el corazón de Dios es
herido; Esta es la razón básica por la que Satanás ataca a la familia, porque
odia los planes de Dios.
El hombre fue diseñado para comunicarse con Dios, un
espíritu. El hombre es más que su cuerpo; él tiene una parte invisible que está
compuesto de un corazón (los deseos), una conciencia y un Espíritu regalo Dios
para comunicarnos con El. Características de la familia
La idea de crear un hombre y una mujer fue de Dios.
“Y creó
Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó”. Génesis 1:27.
El matrimonio fue diseñado por Dios para remediar el
primer problema de la raza humana: la soledad. “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le
haré ayuda idónea para él”. Génesis 2: 18.
Es necesario que Dios esté
presente en todo hogar y familia.
“Si el
Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de
tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para
nada. Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en
la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus
amados”. Salmo 127:1-2 El matrimonio y la
familia fueron planeados para traer felicidad y no desdicha.
¿Qué podemos hacer, para estar en Paz y enfrentar
mejor las pruebas? Leer y Meditar diariamente en La Palabra de Dios y
orar con nuestra familia por lo menos una vez a la semana. Cuando algo anda mal
en mi impresora, no saco el manual de la radio para consultar. Busco el manual
de la impresora. Lo mismo sucede con la
familia. Si tenemos interrogantes sobre como guiar a la familia, ya sea para
algo específico o de propósito general, vamos a la Palabra de Dios, la Biblia,
donde nuestro Creador y Diseñador ha expuesto claramente todo lo que necesitamos
saber acerca de la familia; 2 Timoteo 3:16-17” Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
El hogar es el lugar en
el cual las verdades de Dios son vividas y enseñadas. Al visitar a una familia
cristiana, esta debería ser capaz de transmitir una impresión de la bondad, amor, orden, comunión,
provisión y la gracia de Dios. La palabra de Dios lo dice muy claramente para
ensenarnos como debemos tratarnos los uno a los otros.
“Así que como la iglesia
está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella" Efesios 5:24-25
“Hijos, obedeced en el
Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre,
que es el primer mandamiento con promesa" Efesios 6:1-2
Existe un orden
establecido por Dios: el varón cabeza de la mujer. Cuando en los hogares se
desobedece este principio espiritual y bíblico, existen muchos problemas e
incluso se llega a la disolución del matrimonio. El enemigo de las almas,
Satanás, ha buscado y lo hace a diario y desea destruir la institución del
matrimonio a través de inspirar principios humanistas que contradicen la
palabra de Dios. Un ejemplo muy conocido es el
movimiento feminista que propugna la igualdad de sexos. Pero, muchas veces en
los hogares cristianos no se entiende el principio de la sujeción. Si bien el esposo es
cabeza de hogar, y su esposa debe sujetarse a él en obediencia, esto no
significa que este se levante como un dictador y pretenda hacer y deshacer
arbitrariamente siguiendo sus propios impulsos carnales y pretendiendo ejercer su posición como dictador… NO! _Tanto
el esposo como la esposa tienen deberes específicos en el hogar. Es muy
necesario que estén conscientes de ello ya que de esto depende que el hogar sea
un lugar de Paz y de Orden, amando sus respectivos roles en el hogar. El hogar o la familia cristiana es una
institución muy amada por el Señor y por ello muy atacada por el enemigo. El
Señor ha establecido la familia como el núcleo de la sociedad. En estos días
vemos la desintegración de muchos hogares ya sea por desconocimiento de la
palabra de Dios o por no tomar en cuenta los principios bíblicos de la Palabra
de Dios, o por libertinaje; Diciendo: “el derecho hacer lo que quiera!!!”. Por esto Dios ha
asignado al esposo la responsabilidad de ser la cabeza de la esposa y de la familia.
Pero es necesario que el esposo ejerza esta dirección con amor, amabilidad,
consideración con su esposa y su familia; Deberá buscar, Proveer para las
necesidades espirituales y domésticas de su familia… 1 Timoteo
5:8 “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su
casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”
No importa el tipo de
familia, la Biblia dice que todas serán benditas. Convivir en un hogar no es sencillo, hay que
enfrentar conflictos, peleas, incluso, a veces hay que superar peleas y
ofensas. En medio de todo esto, Dios no
está para condenar sino para perdonar y
ayudarte a superar tu pasado. Sin
importar la situación particular de tu familia, Él desea bendecirte. La Palabra
es clara, tu casa será salva si tienes fe. Hechos
11:14 él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu
casa.
Hechos 16:31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo,
tú y tu casa.
Dios
nos enseña a ser tolerantes y a confiar en nuestras parejas. Él te conoce como
eres y te acepta, siempre dice: “te perdono, te amo y decido ver lo bueno en
ti”. Imítalo porque debes demostrar que
tienes esa misma capacidad, siendo Su hijo.
Recuerda que Su nuevo mandamiento fue que nos
amáramos unos a otros como Él nos ama. Si lo cumples, serás feliz. Imagina a Jesús enojado como nosotros lo hacemos en
nuestra familia. Piensa qué harías si te da una pequeña gritada como las que tú
das, te envíe a dormir en el sofá o ¡te
tire los platos desde el cielo! Si Él no lo hace siendo Dios, tampoco tú debes
hacerlo. Alégrate y vive feliz. Los tiempos difíciles siempre sobran pero Él
dice bendecirá a tu familia y tu casa florecerá. El Espíritu
Santo es tu consolador y te acompañará
siempre. No guardes rencor en tu corazón
porque la honra debe empezar en ti y ser ejemplo para todos. Los
problemas en tu matrimonio se resolverán si permites que Dios te aconseje. Es
el momento de cambiar tu corazón y borrar el rencor. El marido debe ser cariñoso y tolerante, la
esposa debe sujetarse y atender con amor.
Los hijos deben respetar y amar a sus padres. Agradezcan al Señor por su
familia y luchen por ser felices juntos.
Dios traerá la reconciliación para los hogares que se abandonen en Sus
manos. No importa lo que suceda. Toma
tiempo para estar con tu familia y bendecirla con tu mente, tu corazón y tu
voz. Dios desea hacerte el bien junto a
los tuyos. Abraza tu familia y ámala para que la promesa del
Señor se haga realidad y sea bendecida por generaciones. Colosenses 3:12-13 “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de
afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se
toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como
el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.”
Que Dios los Bendiga mis Hermanos con su Palabra… Hector Peguero.-