viernes, 10 de junio de 2016

Debemos permanecer en Cristo y en su Palabra cada día, Para resistir la seducción y los ataques del enemigo.

Debemos  permanecer  en  Cristo  y  en  su Palabra  cada  día, Para  resistir  la  seducción  y  los  ataques  del  enemigo.


Juan 15:5-6  »Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, los echan en el fuego y arden.’                                          
QUE ES UNA VID: En horticultura, (es una disciplina que se ocupa del cultivo de hortalizas o plantas herbáceas y que generalmente son cultivadas en huertos), la vid, es una planta trepadora de tronco retorcido con  ramas tiernas y largas, flexibles y nudosas, que brotan de la planta. Tiene hojas alternas, pecioladas, grandes; echa flores verdosas en racimos que se transforman en uvas, el fruto de la vid es la uva. Esta planta es originaria de Asia, y se cultiva en  zonas de 59 grados Fahrenheit.                                                                                        En el Antiguo Testamento: la VID representa al pueblo de Israel (Salmo 80:7-11), que es amado y protegido del Señor, pero que por su orgullo, testarudez, idolatría y desobediencia continua, se convirtió en una vid salvaje que solo producía uvas agrias y amargas (Isaías 5).                                                                                                                                   En el Nuevo Testamento: la condición de VID pasa del pueblo de Israel a Jesús.   Jesús mismo dice: YO soy la vid verdadera. -- Jesús es la verdadera vid porque cumplió con lo que Dios tenía para Israel. --- El lugar de Israel como pueblo de Dios es ahora tomado por Jesús que es: LA VID, y sus discípulos que son: Las RAMAS. Ya no es por la sangre judía que el pueblo de Israel se conecta o se relaciona con Dios, es ahora por su relación con Jesús. La vieja comunidad cesa de existir para establecerse una nueva: la relación de Jesús con sus discípulos y con nosotros. ES NUESTRA RELACION CON JESUS LO QUE NOS CONECTA A LA VID DE DIOS.
En toda viña es necesario que haya una persona que cuide, limpie, riegue y vigile constantemente las plantas. Esta persona es el LABRADOR o Viñador.                          Cada año el labrador tiene que limpiar el suelo en donde se encuentran las plantas, ver la condición de las plantas, recortar el exceso de hojas, podar las ramas para que los pámpanos (Brote verde, tierno y delgado de la vid.) o renuevos puedan crecer vigorosos y producir una buena cosecha, Además quitar las ramas secas, que luego son echadas al fuego y quemadas. A veces es necesario recortar las plantas hasta el mismo tronco de la mata, para que los renuevos surjan con más vigor y produzcan una cosecha mucho más abundante.                                                                                                                                                En el relato Biblico de la vid, Jesús dice que el labrador es su Padre. Y si Jesús es la vid y nosotros las ramas o renuevos (pámpanos), nosotros también somos cuidados por nuestro Padre celestial, somos podados para producir mejor fruto y hasta quitados y echados al fuego si estamos secos.
Los escritores clásicos griegos utilizaron la palabra  meno que significa "Quedarse", "Firmes", "Permanecer" o "Cumplir." Por ejemplo: quedarse en casa o quedarse donde está y no desviarse. La palabra traducida como "permanecer" es una de las palabras favoritas del apóstol Juan. Lo usa 34 veces en el Evangelio, y 19 veces en sus cartas. La palabra meno significa habitar en la casa de los dueños, para permanecer como huésped en casa de alguien, para mantener una comunión ininterrumpida con alguien. Para tener un amigo que permanece y está siempre presente para ayudar en tiempos de necesidad.  El apóstol Juan lo utiliza para decir que Dios "permanece"  en Cristo. Él habita en él y por lo tanto tiene una influencia constante sobre él, Jesús dijo: Juan 14:10 "yo soy en el Padre y el Padre en mí... el Padre, que vive (meno) en mí él hace las obras”. Y También lo vemos  en Juan 10:38 Jesús dijo: "el Padre está en mí y yo en el Padre." 
Permanecer en Cristo es una experiencia especial y excelente. Cuando obtienes la salvación, eres capaz de desarrollar una relación íntima y personal con Él. Este es el deseo de los cristianos. Como cristiano, haces la voluntad de Dios (llevas frutos), si permaneces en Cristo y además reconoces tu necesidad de Cristo. Él dijo: separados de mí no pueden ustedes hacer nada." Para que Jesús te ayude, necesitas estar "dispuesto a obedecer su Palabra." Humíllate a ti mismo para hacer la voluntad buena y perfecta de Dios para que Jesús pueda obrar a través de ti.  Arrepiéntete y cambia tu manera de pensar con respecto a la fe en Cristo. Cree que Jesús murió en la cruz para el perdón de los pecados, de tal manera que aquellos que confían en Él pueden tener una vida de Paz verdadera y ser libres de la perversidad del tiempo actual.  Acepta su regalo gratuito de la salvación. Confiesa tus pecados y tus malas acciones a Dios, pídele que transforme tu ser interior y tu vida.          Tener una relación con el Padre celestial significa que debes acercarte al gran amor de Dios en Jesús.  Necesitas hablar con Dios. Jesús oró mientras estuvo en la Tierra y nos enseñó a hacerlo. Si él sintió la necesidad de orar, ¿cuánto más necesitamos orar tú y yo? A Dios le importas tú y todo lo que te suceda, desde la súplica más pequeña hasta la más grande necesidad. Qué gran oportunidad. Él siempre escucha y conoce tus necesidades, aunque algunas veces sientas que no está ahí. Salmos 55:22 dice: Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá; No dejará para siempre caído al justo."  Orar es contarle a Dios tus metas en la vida tus proyectos  y  pedirle que te haga mejor ser humano, ayudando tu debilidad puesto que en tu debilidad es cuando su poder se manifiesta; 2 Corintios 12:9  “Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”  Es muy importante apartar un tiempo cada día para leer la Biblia.; Salmo 1:1-2  “Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita,  y día y noche medita en ella”. Mantén tu mente fija en la Palabra de Dios y deja que moldee tu corazón.                                    
Dios te dice en Santiago 1:17: " Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras.” Eso significa que tienes cientos de motivos para agradecer a Dios. Por respirar, por la comida, por el trabajo, por los amigos, por la familia de Dios, por el perdón de los pecados, por el poder para vencer la maldad y más. La razón más grande para regocijarte constantemente y darle las gracias a Dios es que, si confías en Jesús, resucitarás en el último día para gozar de la vida eterna en el cielo nuevo y la tierra nueva, en donde Dios morará contigo. No hay mayor esperanza.                                                                              Pide a Dios que te dé la fuerza para guardar su Palabra ósea el nuevo Pacto de la Gracia; Juan 15:10 dice: "Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor". Nadie es capaz de hacer algo para Dios en sus propias fuerzas. Dios es nuestra fuerza. Puede ser difícil dejar de pecar, pero con la ayuda de Dios, a través de Su gracia, puedes lograrlo. Confía en Él.   También puedes hacer a un lado las obras habituales de la carne, como la lujuria de los ojos, la envidia, la codicia, el juzgar a otros, el prejuicio y el odio. Si tienes la vida de Dios en ti, tienes el amor de Dios entonces, tus pensamientos deben alinearse con las enseñanzas de Jesús y sus mandamientos, como: "amarse los unos a los otros".

Jesús  les dijo a sus discípulos: "Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí" (Juan 14:11). Jesús  se hizo a sí mismo a disposición del Padre. Las pruebas de "Yo soy en el Padre y el Padre en mí", fue su carácter perfecto. Jesús era diferente y se podía ver la diferencia en su comportamiento. Él hablaba lo que el Padre le dijo que hablara  (Juan 14:10; ver 7:16; 12:49-50; 14:24). Jesús todo lo que hizo fue la voluntad del Padre y por medio de él. Juan 14:10 “¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras.”                                                                    Cuando Jesús dijo que los creyentes "permanecieran" en Dios, es imagen de una relación con cristo atravez  del Espíritu Santo, que recibieron cuando creyeron en Cristo. La idea es permanecer en unión vital con Dios o en Cristo. En la Primera Epístola de Juan, el apóstol dice que esta unión vital de permanecer en Cristo hará una diferencia en nuestro comportamiento.  Juan 14:12-15  “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.” Jesús quiere que nos hagamos disponibles para él, así como él se puso a disposición a su Padre. Tenemos que pedir que nos de la sabiduría para dejarnos guiar por el Espíritu Santo que mora en nosotros. 1 Juan 3:6-7 “Todo el que permanece en él, no practica el pecado. Todo el que practica el pecado, no lo ha visto ni lo ha conocido. Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo.”  Dios los bendiga mis hermanos(a); Hector Peguero.-

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