“MI REINO
NO ES DE
NATURALEZA TERRENAL”
Juan
18:36 —Mi reino no es de este mundo
—contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que
los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.
Este texto nos muestra con claridad que este mundo no es el Reino de
Dios, que aunque Él es quien reina sobre todo lo creado; Lo bueno y malo que
sale en la vida de los hombres dependerá de su relación con Dios. Dios deja que
el diablo gobierne este mundo (2 corintios 4:4) porque él le arrebató
Adam el dominio que Dios había puesto en sus manos y Él no puede interferir con
nuestro libre albedrio. Pero todos los hombres podemos ir a Dios para que nos
bendiga y nos libre de los ataques del enemigo. Mateo 6:23 "Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas".
Jesús nos exhorta a no preocuparnos por las necesidades materiales como comida,
vivienda y otras necesidades básicas. Él sabe de qué cosas tenemos necesidad
antes de que se lo digamos e incluso antes de que nosotros mismos nos demos
cuenta pues Él es omnisciente. Jesús nos invita a que dependamos totalmente de
El para todas las cosas. Todo reino tiene un rey. Jesucristo el Rey de reyes (Apocalipsis
17:14) y nosotros seremos sus príncipes ya que el dice que reinaremos
juntamente con El. Vemos en Lucas
17 los fariseos le preguntan a Jesús cuándo llegaría el Reino de Dios y
Jesús les dice que no será un lugar aquí o allá sino que el Reino de Dios está
entre ellos. (Jesús estaba entre ellos) dando a entender que es un reino
espiritual y no uno terrenal y que sólo Él lo trae a ellos. Y en cuanto a
buscar la Justicia de Dios, De acuerdo a Romanos 3:22 se alcanza a través de
la fe en Jesucristo. Primero debemos ser hombres y mujeres de fe. Esto es lo
más esencial para encontrar su justicia. Romanos 4:3 "Porque ¿qué dice la
Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia".
También en Romanos 4:5 nos confirma que "la fe en Dios es la forma de
alcanzar su justicia". "Dios recompensa al que hace justicia" (Proverbios
11:18). Algo
interesante es que Jesús no vino a traernos paz eterna en este mundo, Mateo
10:34 34 “No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer
paz, sino guerra.” Sino para pelear por nosotros y llevarnos a su Reino,
y mientras estemos aquí viviremos en paz cuando estemos conectados a Él y veamos la
vida a través de Él. Un concepto que es
necesario asimilar y que La mente humana
tiene problema de aceptar, está en “ver para creer”. Esto es debido
a la incapacidad de poder ver en la dimensión espiritual de Dios, pero hay una
solución que es recibir la mente de Cristo, como dice la Biblia: 1Corintios 2:16 — Porque ¿quién
conoció la mente del Señor, para que pueda instruirle? Más nosotros tenemos la
mente de Cristo. La humanidad que no tiene a Jesús en su corazón, es
gobernada por el diablo, Y este se encarga de poner tinieblas mentales para
dominar a las masas, con estrategias como las religiones, costumbres, leyes, creencias, falsas y falsos dioses.
Para saber que debem0s hacer para entrar en el Reino de Dios leamos Marcos 10:13-16 — Y le
presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que
los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños
venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De
cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará
en él. Y tomándolos en los brazos,
poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
Lo cual nos dice que
debemos recibir a Cristo,( el cual es la encarnación del Reino de Dios), sin
dudar y sin razonar como la haría un niño inocente, quien lo hace de corazón y con Fe.
Recordemos lo que Jesús había dicho
a los discípulos: Marcos 4:11 — Y les decía: A
vosotros os ha sido dado el misterio del reino de Dios; pero a los que están
fuera, todo se les presenta en parábolas; A causa del reino de Dios,
los discípulos lo habían dejado todo para seguir a Jesús buscando formar parte
de su reino. Pero Jesús les advierte que, al reprender a los niños, están
cerrando la puerta para entrar en ese
reino de Dios tan deseado.
¿Qué significa entonces: « recibe el reino de
Dios como un niño lo recibe »?
Estas palabras provienen de Jesús
en el evangelio de Mateo 18:3 — y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os
hacéis como los niños, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos.
Un niño confía sin cuestionar, dudar o
pensar. El niño tampoco puede vivir sin
confiar en quienes le rodean. Su confianza es una realidad vital. Nuestro
corazón, cuando tiene la naturaleza como un niño el cual tiene un corazón de
carne, sensible, abierto, lo único que
pide es que quiere ser amado. Podemos comprender
también: «recibir el reino de Dios al igual que recibimos a un niño».
Porque el verbo «recibir» tiene en general el sentido de «recibir a alguien», como
lo podemos constatar en algunos versículos precedentes donde Jesús habla de «recibir
a un niño»; Marcos 9:36-37 Y tomando a un
niño, lo puso en medio de ellos, lo tomó en sus brazos, y les dijo: Cualquiera
que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que
me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió. En este
versículo, recibir un niño, es recibir la Promesa de la vida eterna; El
niño crece y se desarrolla. Es así que el reino de Dios es una promesa, y un
crecimiento activo. Pero Jesús insiste en que Asimismo hemos de recibir la
presencia de Dios cuando se presente, en el buen o en el mal momento. Recibir
el reino de Dios como se recibe un niño, es velar y orar para recibirle cuando venga,
siempre al improvisto, a tiempo o a destiempo. El objetivo
del Evangelio de la salvación por medio del sacrificio de Jesucristo es que
entremos en el Reino de Dios. Por ello estas palabras de Jesucristo, tomadas de
Mateo 6:31-33 —
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con
qué nos vestiremos? Porque todas estas cosas las buscan con afán los gentiles;
pues vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas. Las palabras de Jesús nos provocan a
meditar y a conocer que Dios debe siempre ser nuestra PRIORIDAD en la vida, Él
sabe lo que necesitamos pero no quiere que nos preocupemos por las cosas
materiales sino que le busquemos cada día. Del mismo modo, las palabras de Marcos
12:31 —…Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que
éstos. Esto nos lleva a una conclusión similar en cuanto a la prioridad
para con nuestro prójimo; si lo mejor para nosotros es el Reino de Dios, lo
mejor para nuestro prójimo es también el Reino de Dios.
Hasta ahora, la frase…el Reino de Dios está entre nosotros… tal y como
nos dice el Maestro, se hace efectiva si comprendemos Juan 1:14 — Y el Verbo se hizo
carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito
del Padre), lleno de gracia y de verdad.
El Texto Bíblico que el
Señor usa para revelarnos esta realidad está en Lucas 17:20-21 — Preguntado por los
fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El
reino de Dios no viene con advertencia, ni dirán: Aquí está, o: Allí está;
porque el reino de Dios está en medio de vosotros”. Pero algo muy importante es
que no todo el mundo aceptara y entenderá el mensaje de la Gracia de Cristo,
porque como dijimos antes tienen un corazón de piedra y no como el de un niño,
esto lo vemos en el libro de Juan 3:12-13 — Si os he dicho cosas
terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie
subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está
en el cielo. Les dijo esto porque Jesús ya había leído las
intenciones de sus corazones; Por esto les dijo de nuevo a los fariseos en Juan
8:23 — Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de
este mundo, yo no soy de este mundo. Así que recordemos el Reino está
en el cielo y solo Jesús es la puerta y la llave esta en tu corazón ósea en tu
Fe inmovible como la esperanza de un niño, Y
el planeta tierra solo es el Estrado de sus pies (Tarima cubierta con alfombra sobre la cual se coloca el trono real
o la mesa presidencial en actos solemnes.) Lo que nos revela la
grandeza y la majestad del trono de nuestro Dios Isaías 66:1 — Jehová
dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿dónde está
la casa que me habréis de edificar, y dónde está el lugar de mi reposo?
Mis hermanos Dios quiere que cada día
declares y reconozcas que Dios Reina en nuestras vida y en nuestros
corazones, y reconocer que somos imperfectos en un mundo imperfecto pero con la
esperanza de heredar un reino inconmovible: “El Reino de Dios”; Hebreos
12:28 — Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud,
y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; Gracia y paz a vosotros, de parte de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo…… tu hermano en Cristo, Hector
Peguero.-
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