viernes, 29 de abril de 2016

NUESTRAS ARMAS NO SON DE ESTE MUNDO, ¡SON ESPIRITUALES!

NUESTRAS  ARMAS  NO  SON  DE ESTE  MUNDO, ¡SON  ESPIRITUALES!
2 Corintios 10:3-5 “pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.  Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.  Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.”                                                                                                                                          Aveces  creemos que podemos ganar todas las batallas con nuestras fuerzas y nuestro conocimiento o sabiduría; Esto es una conclusión carnal y no espiritual y está fuera de las enseñanzas de la Palabra de Dios; Efesios 6:12 “Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.”   La Biblia  nos dice, que la vida cristiana es una vida que incluye el conflicto espiritual entre las fuerzas de maldad y los hijos de Dios.  Y debemos mantenernos alerta y en oración; 1 Pedro 5:8  “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”; ósea que tenemos que estar recargando nuestras fuerzas y en contacto con nuestro Dios a diario; De donde viene nuestra ayuda  cada día, Salmos 121:2 “Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.”  Hay que aprender a Ganar las batallas, pues la mayor parte del tiempo no la vemos porque son espirituales y  se manifiestan en nuestras vidas atravez de problemas en la salud, hogar, economía, trabajo, familia y muchos otros aspectos. Las batallas espirituales  ocurren con  ataques de Satanás a nuestra mente o  pensamientos. Debemos tener presente que La mente es el campo de batalla principal en la Guerra Espiritual.  Santiago 4:1-2 "¿De dónde vienen las guerras y de dónde los pleitos entre ustedes? ¿No surgen de sus mismas pasiones que combaten en  sus miembros?”  Cristo venció la muerte, el pecado y al mismo diablo en la cruz, Pero antes fue tentado muchas veces atravez en su vida aquí en la tierra;  Nosotros hoy  podemos resultar vencedores en nuestras batallas personales gracias a sus enseñanzas y sacrificio; Como hombres y mujeres de Dios, debemos aprender a entender los tiempos y las estaciones; Existen ciertos tiempos donde pareciera que el enemigo se hubiera ensañado más con nosotros que con otras personas o creyentes. ¿Por qué sucede esto?                                                                                                      Necesitamos  entender que  la guerra espiritual “tiene su tiempo”, como todo lo que vivimos bajo el sol, Eclesiastés 3:1 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se hace debajo del cielo tiene su hora.”  Y ninguna prueba es muy  pesada  o intolerable ni  durará  para siempre 1 Corintios 10:13 “No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir.”
Cristo dijo que es imposible que nosotros no pasemos por pruebas porque las mismas nos hacen más fuertes y nos enseñan en gran manera además nos equipa para cuando se repitan en nuestro diario vivir, Mateo 18:7 “Dijo Jesús a sus discípulos: «Imposible es que no vengan tropiezos; pero ¡ay de aquel por quien vienen!” Y en  Lucas 4:13 leemos acerca de Jesús: “Cuando el diablo dio por concluida toda clase de tentación, se alejó de él hasta un tiempo oportuno.” Jesús aquí había enfrentado diversas batallas, venciendo al enemigo con la Palabra de Dios, pero eso no significaba que nunca más iba a tener que volver a enfrentarse con el enemigo.
Es bueno aclarar que bajo el punto de vista bíblico todos los cristianos deben atravesar  batallas. La biblia lo llama “padecimientos” 1 Pedro 5:9 “Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”  En  la vida cristiana ser un discípulo de Cristo no nos hace inmune a las pruebas y las tribulaciones de la vida. Después de todo, ¿no significa el amarnos que Dios quiere que nuestras vidas sean fáciles y cómodas? No, no es así. La Biblia enseña claramente que Dios ama a aquellos que son Sus hijos, y “todas las cosas les ayudan a bien.” Romanos 8:28 “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.” Eso debería significar entonces que las pruebas y tribulaciones que Dios  permite en nuestras vidas son parte de todas las cosas que nos ayudan a bien. Por lo tanto, para el creyente, todas las pruebas y tribulaciones deben tener un propósito divino que nos traerá bendiciones.
Desde el principio, el propósito principal de Dios es que seamos transformados más y más a la imagen de Su Hijo, Romanos 8:29 “Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Las pruebas y tribulaciones, están  diseñados  para permitirnos alcanzar esa meta. Es parte del proceso de la santificación, siendo apartados para los propósitos de Dios y equipados para vivir para Su gloria. Espiritualmente la pruebas nos moldearan el carácter de Cristo en nuestra alma y espíritu; 1 Pedro 1:6-7: “En esto se alegran, a pesar de que por ahora, si es necesario, estén afligidos momentáneamente por diversas pruebas,  para que la prueba de su fe —más preciosa que el oro que perece, aunque sea probado con fuego— sea hallada digna de alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo.”                       La fe del creyente se reforzará mediante las pruebas que experimenta, para que podamos desarrollar un carácter digno de recibir las promesas de Dios. Romanos 5:3-4 “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza.” Y vemos que la biblia nos dice regocíjate, en Santiago 1:2-3 " Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia." Estos versículos revelan aspectos de Su propósito divino  por las pruebas y tribulaciones. El perseverar comprueba nuestra fe. "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
Sin embargo, debemos tener cuidado de nunca hacer excusas por nuestras “pruebas y tribulaciones” si son el resultado de nuestra propia maldad  o por desobedecer la palabra de Dios.  El perdonará nuestros pecados porque el castigo eterno para ellos ha sido pagado por el sacrificio de Cristo en la Cruz. Sin embargo, todavía tenemos que sufrir en esta vida las consecuencias naturales por nuestros pecados y malas decisiones. Pero Dios usa incluso esos sufrimientos para moldear y formarnos para Sus propósitos y nuestro último bien.  Las pruebas siempre vienen con un propósito y una recompensa. Santiago 1: 12 “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.” Debemos estar convencidos que cuando enfrentamos ataques de parte de hombres de esta tierra, ese ataque viene dirigido por fuerzas invisibles que están detrás del escenario visible, esas fuerzas adversarias son fuerzas superiores a la de aquellos que vemos frente a nosotros. En este aspecto esas gentes no son en efecto su verdadero problema o enemigo; ellos son simplemente víctimas e instrumentos del enemigo, a quienes el usa convenientemente para avanzar su causa. Tenemos que usar las armas que Dios nos ha dejado espiritualmente; acerca de nuestras verdaderas armas nos dice en :  2 Corintios 10:4 “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”                                                                                                                   
¿Qué podemos nosotros hacer para enfrentar estas fuerzas del maligno, especialmente cuando estamos más vulnerables o débiles?   La respuesta está en confrontarlas “Con tu Espíritu dice el Señor” ósea que no es tu pelea sino que es de Jesús, tu trabajo es tener Fe, Orar y confiar en que Dios te dará la victoria; Zacarías 4:6 "Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho  Jehová de los ejércitos." Un poderoso ejemplo de esto es el arcángel Miguel en Judas verso 9. Miguel, como el más poderoso de todos los ángeles de Dios, no reprendió a Satanás en su propio poder, sino que dijo “El Señor te reprenda.” Y la respuesta a su confianza en el poder del nombre de Jesus lo vemos en, Apocalipsis 12:7-9 “Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.” Cuando se presentó su conflicto con Satanás, Miguel reprendió a Satanás en el nombre y autoridad de Dios, no en la suya propia. Es solo a través de nuestra relación con Jesucristo que nosotros, como cristianos, tenemos autoridad sobre Satanás y sus demonios. Es solo en Su nombre que nuestra reprensión tiene algún poder.  Otro punto muy importante es que la Biblia nos dice cómo protegernos y que debemos hacer para estar preparados a los ataques de satanás… Y esto lo vemos en la Epístola de Efesios capitulo 6;                                                   

Efesios 6:13-18 “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia  y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.  Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”

Jesús es nuestro mejor ejemplo para la guerra espiritual,; Observa cómo Jesús manejó los ataques directos de Satanás: (Mateo 4:1-11) Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a ÉL el tentador, y le dijo; Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está; No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás.                  El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” La mejor manera de combatir a Satanás es la manera que Jesús nos mostró y  fue citando la Escritura, porque el diablo no puede manejar la espada del Espíritu lo cual es, la Palabra del Dios Viviente.  Que Dios te de la sabiduría para que no olvides de ponerte tu armadura cada día y orar por los tuyos en el nombre de JESUSTu hermano: Hector Peguero                                               

martes, 26 de abril de 2016

La vida en unión con Cristo & El conflicto interior con el pecado

“La  vida  en   unión  con  Cristo  &  El  conflicto  interior  con  el  pecado”



Romanos 7: 1-4  [Reina Valera Actualizada (RVA-2015)]                                      Hermanos (hablo con los que conocen la ley), ¿ignoran que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive?  Porque la mujer casada está ligada por la ley a su esposo mientras vive; pero si su esposo muere ella está libre de la ley del esposo. Por lo tanto, si ella se une con otro hombre mientras vive su esposo será llamada adúltera. Pero si su esposo muere, ella es libre de la ley; y si se une con otro esposo, no es adúltera. De manera semejante, hermanos míos, ustedes también han muerto a la ley por medio del cuerpo de Cristo para ser unidos con otro, el mismo que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.  Estos versículos del capítulo 7 de Romanos  nos enseñan  mediante una comparación de La vida  &  el Pacto Matrimonial; Que un pacto, tanto se inaugura y  se anula, solo con la muerte (Muere la soltería y nace una nueva relación- Una sola Carne).           El Pacto Antiguo se inauguró y se abolió   con la  muerte de Cristo. El Nuevo Pacto se estableció con su muerte  en la Cruz. Filipenses 2:8 “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”  El nuevo Pacto que Cristo nos regaló después de su muerte, nos limpia del pecado y nos da una vida nueva, entonces  la vida vieja queda crucificada en la cruz; Romanos 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.”
El Pacto es  la forma como Dios se comunica con nosotros, nos redime y garantiza la vida eterna en Jesús. Esto lo hace debido a que un pacto es una promesa y Sus promesas no pueden ser quebrantadas debido a que descansan en Su carácter puro e infinito. La Biblia es un documento de pacto. El Antiguo y el Nuevo Testamento, en realidad son el Antiguo y el Nuevo Pacto. La palabra “testamento” es la palabra latina para “Pacto”.            Los pactos pueden ser condicionales o no. Un pacto condicional dependería de la fidelidad de una o ambas partes involucradas, el cual se invalidaría si una de las partes o ambas, rompen las condiciones. Un ejemplo de esto sería el Pacto Adámico donde Dios le prometió vida eterna a Adán, si el  permanecía obediente a la Palabra de Dios. Un pacto incondicional es aquel que no depende de la fidelidad de una o ambas partes, sino que permanece válido. El Pacto Noémico es incondicional en que  Dios promete no volver a destruir la tierra por agua. No existe condición para el pacto.                                       ¿QUÉ ES LA HERENCIA? La herencia es el conjunto de bienes y deudas que deja una persona al morir. Si las deudas superan el valor de  los bienes, los herederos no tienen que pagar esa diferencia con su patrimonio.
Nosotros somos herederos del Reino de Dios por el sacrificio y Muerte de Cristo y así nos declaró  participes de sus bendiciones. Efesios 3:5-6 “misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,”  Pero ahora que somos hijos y herederos de la promesa, somos enemigos de satanás y nuestra lucha no termina y los  ataques van primeramente a tu mente para depositar pensamientos negativos y de derrota. “Llénate la mente de la palabra de Dios”
La ley o el antiguo Pacto fue dado por Dios solo y únicamente para mostrarnos el Pecado o las faltas que cometemos o que podemos cometer; Pero nunca la Ley te muestra como no cometer pecado y como no caer en tentación, Solo Cristo y el nuevo pacto  establecido con su Muerte: “La Gracia”; Romanos 3:20 “Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.”  
Vemos en estos  pasajes de la Biblia como la ley fue dada para guiarnos a Cristo pero no para vivir tratando de cumplirla y que sea tu guía espiritual NO! Gálatas 3:24 “Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe.” Además vemos como es imposible cumplir la Ley puesto que existe una ley dentro de nosotros que se opone al espíritu y nos lleva hacer el mal, y no el bien que deseamos hacer de acuerdo al espíritu, Romanos 7: 15-24 “Porque lo que hago no lo entiendo, pues no practico lo que quiero; al contrario, lo que aborrezco, eso hago.  Y  ya que hago lo que no quiero, concuerdo con que la ley es buena. De manera que ya no soy yo el que lo hace sino el pecado que mora en mí.  Yo sé que en mí —a saber, en mi carne— no mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.  Porque no hago el bien que quiero sino, al contrario, el mal que no quiero, eso practico.  Y si hago lo que yo no quiero, ya no lo llevo a cabo yo sino el pecado que mora en mí. Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está presente en mí.  Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros.  ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”  Estos pasajes nos hablan de  alguien que ama la Ley moral de Dios, alguien que en la profundidad de su vida quiere obedecer la Ley moral de Dios, pero es alejado de su cumplimiento por el pecado, el pecado que está en él. Es una batalla, es una lucha que se lleva a cabo en la mente y en el corazón. El conflicto es muy real, es muy intenso, es muy fuerte. Pero siempre tenemos la esperanza de que nuestra ayuda está a una Oración de distancia, como lo vemos en el siguiente versículo donde Pablo nos deja ver, Romanos 7:25  “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, más con la carne a la ley del pecado.” En estos versículos concluimos diciendo: “Que con la mente yo  me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado.”
La ley fue dada por Moisés pero La Gracia fue traída por Jesús; Juan 1:16-17 “De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.” Demos gracias a Dios por su misericordia, sin nosotros merecerla.
La Ley únicamente nos muestra  cual es el Pecado y además te dice lo que no debes hacer; Pero nunca te da una solución de cómo evitarlo  o de como pelear con el pecado, sino que solo te alumbra el pecados que cometes o que puedas cometer en tu vida;  Romanos 7:7-8 “¿Qué, pues, diremos? ¿La Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado sino por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si la Ley no dijera: «No codiciarás». Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda codicia porque sin la Ley, el pecado está muerto.”                                                                                                                                                                                 En cambio la Gracia se introdujo por nuestro Dios mediante el sacrificio de Jesús, para que nosotros fuésemos justificados y para darnos la vida eterna; Romanos 5:20-21 "La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro."
Bajo la ley;  Antes  que Cristo hiciera Su aparición en el río Jordán, el clamor de Juan día a día era: "¡Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado!"   Él llevó a sus oyentes bajo el río Jordán y los bautizó. Él los puso simbólicamente en el lugar de la muerte (Jordán) y hasta allí era hasta donde podía llevarlos. Pero había uno  detrás de él, quién podría llevarlos a la Tierra Prometida (Canaán). Como Josué llevó al pueblo a través del río Jordán a Canaán, así Cristo bajó al río Jordán, a ser bautizado lo cual significa la muerte y la renovación del espíritu, hasta la resurrección. Cristo dice, "Si me amáis, guardad Mis mandamientos" (Juan 14:15). Él nos saca de debajo de la ley, y nos pone bajo la gracia. La gracia romperá el corazón más duro. El amor de Dios fue el que lo impulsó a enviar a Su Hijo unigénito al mundo para que Él pudiera salvarlo. Yo creo que el ladrón Que fue crucificado al lado de Jesús, había pasado por el juicio sin ser ablandado. Probablemente la ley le había endurecido su corazón. Pero sobre la cruz no dudo que aquella tocante oración del Salvador, "¡Padre, perdónalos!" quebrantó su corazón, para que él clamara: "¡Señor, acuérdate de mí!". Él fue llevado a pedir misericordia. Yo no creo que haya ningún hombre totalmente perdido, al contrario, la gracia de Dios ablandará su corazón. Gálatas 5:14 En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»   Y en conclusión le pido a Dios que cada uno de nosotros sigamos le exhortación que nos dejó Dios en su Palabra, Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Que Dios los bendiga y los llene de su Gracia cada día: HECTOR PEGUERO.-

lunes, 11 de abril de 2016

AGRADECE A DIOS Y NO TE QUEJES TANTO

AGRADECE  A  DIOS  Y  NO  TE  QUEJES


AGRADECE A DIOS Y NO TE QUEJES TANTO…

Hay personas que son perjudiciales para nuestra salud, y son aquellas que se quejan de todo: si llueve, se quejan; si hay sol, también. En vez de agradecer a Dios por la vida, su salud, su trabajo. Debemos  aprender a ser agradecidos...Salmos 100:4-5  “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.”                                                                                                                           [Había una mujer que viajaba en un autobús. De pronto, observó a una hermosa jovencita de ojos claros y cabello rubio. La contempló por varios minutos y se lamentó por no poseer la misma belleza física; Minutos después la joven bajó del autobús con suma dificultad, le faltaba una pierna. Sin embargo, ella sonreía. Luego la mujer compro  el periódico a un simpático joven; Le impactó su sonrisa y su trato cortés. A la hora de pagar, el hombre se dio cuenta que el jovencito era ciego. Más tarde, la mujer  encontró a una niña que lloraba sin consuelo en una banca; y  él Le preguntó: “¿Porque lloras?”   Al no recibir respuesta, se dio cuenta que la niña era sorda-muda. La mujer  meditaba;                           Entonces al anochecer, aquella mujer se arrodilló junto a su cama y oró diciendo:               “¡Dios perdona todas mis quejas y lamentaciones! Gracias Señor por mis piernas, mis ojos y mis oídos. Gracias a ti Señor, puedo caminar, ver y escuchar.” ]                                   Apreciado amiga(o) deja a un lado las quejas y lamentaciones. Mire el dolor ajeno. Pero, por sobre todas las cosas, demos  gracias a Dios por todo y en todo momento. La Biblia nos dice en: 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. Mira a tu alrededor y por un momento mira lo maravilloso de la vida, las cosas y sentimientos hermosos que Dios te entrega cada día. Muchos personas viven la vida  quejándose de todo, si llueve, del calor, del frio, del viento, del ruido…etc. Y dejamos pasar momentos inolvidables…Una vez leí: Que el secreto de la felicidad no está en obtener lo que anhelamos, sino en amar lo que tenemos. Debemos ser agradecidos de Dios por lo que hoy tenemos, por permitirnos abrir los ojos y seguir luchando por nuestros sueños y anhelos. Por regalarnos en cada despertar la esperanza de que no estamos solos, teniendo la seguridad que estamos junto a Él, como dice su palabra en Romanos 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? A Y la respuesta está en Romanos8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”    Pon en las manos de Dios: tus  fracasos,  tu tristeza, tus problemas... encomiéndale tus metas y agradece a Dios por todo lo que te da día a día. Dios quiere que seamos agradecidos 1 Tesalonicenses 5:16-18 “16 Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” No permitas que los pensamientos negativos se apoderen de tu mente. Aún en los momentos difíciles,  en esos días agotadores, donde quizás lo único que queremos es llegar a casa y dormir y esperar que el día siguiente sea mejor; Aun en esos días oscuros  debemos ser agradecidos porque Dios no nos abandona. Mateo 11:28 "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Dios en su sabiduría siempre sabe por qué y para que  suceden todas las cosas.
No cierres las puertas de tu corazón, quejándote por todo lo que sucede o que no es de tu agrado, dejemos que Dios trabaje en un  corazón agradecido y así abriremos  las puertas para recibir sus bendiciones, y las oportunidades tremendas de alegría y satisfacción que Dios nos mostrara. Por más difícil que sea el momento que estás viviendo, intenta en ese momento darle gracias a Dios y verás  como Dios te dará la paciencia para esperar o la paz que necesitas para atravesar esa prueba. Salmos 147:10-11 “El Señor no se deleita en los bríos del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre, sino que se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor.” Dios te ama y no olvides que Él  es el arquitecto de nuestra vida y todo lo que te sucede tiene una razón y un propósito, aprendamos a oír la voz de Dios, limpiando el corazón de todo lo negativo y preséntate ante Dios con un corazón Agradecido.                                                                                                    Los israelitas no cesaron de quejarse durante su travesía por el desierto; Se quejaban por el suministro de agua; se quejaban por la comida y se quejaban del liderazgo que Dios les proveyó. Cuando Dios les dio maná del cielo, pronto se cansaron de él y desearon volver a Egipto sin importar que allí eran esclavos! Y aunque no había supermercado en el desierto, Dios les abasteció de una inagotable cantidad de comestibles por cuarenta años. En vez de estar agradecidos por esta provisión milagrosa, los israelitas se quejaron sin tregua ni descanso. Éxodo 16:11-12  “El Señor habló con Moisés y le dijo: «Han llegado a mis oídos las murmuraciones de los israelitas. Diles que antes de que caiga la noche comerán carne, y que mañana por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios.”                                           Los tiempos no han cambiado los hombres de hoy en día se quejan por el clima: es demasiado caliente o frío, muy húmedo o muy seco. Se quejan por la comida. Se quejan de su trabajo y el salario, por la falta de empleos aunque tengan uno. Además critican al gobierno y sus impuestos, pero al mismo tiempo demandan beneficios y servicios cada vez mayores. Se sienten desdichados al lado de otras personas, por su automóvil o su hogar. Se quejan de dolores y achaques insignificantes.
Quisieran ser más altos, más delgados y atractivos. No importa con cuanta bondad Dios los haya tratado con el paso de los años, mal desgraciadamente dicen: “¿Qué ha hecho Dios por mí recientemente?”                                                                                                                    NOTA IMPORTANTE: Es mucho mejor  desahogarte con Dios, escribirle cartas y hasta peticiones; A nuestro Dios le encanta contestar todas nuestras oraciones, Y El espera que  empieces a confiar más en él. Que bueno es no olvidarse de todo lo que él ha hecho por nosotros.                                                                                                                                                       Vivimos nuestra vida  a la carrera y no nos detenemos a vivir esta vida que Dios nos ha regalado, mucho menos a darle gracias. ¿Cuándo fue la última vez que dejaste todas las cosas a un lado, y saliste de tu casa u oficina, a contemplar un atardecer mientras el sol se ocultaba de tus ojos? ¿Cuándo fue la última vez que le diste gracias a Dios por la lluvia?  ¿Le has dado gracias a Dios por la belleza de Su creación: en una flor, el aire fresco del campo, las bellas melodías de las aves en la mañana?  PIENSALO! Agradécele a Dios por tu hogar, o por las personas que él ha puesto en tu vida; Agradece por el agua  que bebes; Por tener una cocina en donde cocinar!  Por tener un carro... No necesitamos estar con el banco lleno para poder valorar y apreciar lo que Dios  hace por nosotros todos los días….Su gracia, su misericordia, su fortaleza y su favor nos sostiene y nos levanta. Veamos lo que nos enseña el apóstol  Pablo en: Filipenses 4:4-7 “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”                                                                                                                                                      Un corazón agradecido se refleja en los ojos de las personas y en su manera de actuar.                                                                                                             Veamos 10 ejemplos de porque le damos gracias a Dios:
1.  Agradece porque Dios tuvo misericordia y te regalo un día más.                                                     2. Agradece por tu salud                                                                                                                             3. Agradécele al Espíritu Santo porque él te llenara de su presencia, de su sabiduría, su paz, gozo y su amor.                                                                                                                                                  4. Agradece  por su salvación                                                                                                                        5. Agradécele por su gracia y su Favor                                                                                               6. Agradécele porque tienes una casa o una cama donde dormir.                                                       7. Agradécele por la comida que Dios te da  hoy y te dará durante toda la semana.                          8. Agradécele por tu transportación o por tu carro                                                                                                   9. Agradécele por tu mente que está bien para pensar y actuar y vivir.                               10. Agradécele por tus hijos, familiares y amigos que Él ha puesto en tu camino.                      En Conclusión: Lo que Dios quiere de nosotros es que tengamos comunión con él, como un padre y su hijo;  Él te ama de corazón y desea, en reciprocidad, que tú también lo ames. El anhelo de Dios es que lo conozcamos y que pasemos tiempo con él. Él se complace con nosotros. Y al tener comunión con Dios, aprender a amarlo  debería ser el mayor objetivo de nuestra vida,  Jesús dijo: Mateo  22:37-38 —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos." Debemos de vivir una vida agradecida y reconocer que sin Fe no podemos agradar a Dios; Hebreos 12:6 “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”

Lo que Jesús espera de nosotros es un corazón dispuesto, humilde, agradecido y fiel; Que Dios te bendiga con más sabiduría cada día…HECTOR PEGUERO.-