lunes, 11 de abril de 2016

AGRADECE A DIOS Y NO TE QUEJES TANTO

AGRADECE  A  DIOS  Y  NO  TE  QUEJES


AGRADECE A DIOS Y NO TE QUEJES TANTO…

Hay personas que son perjudiciales para nuestra salud, y son aquellas que se quejan de todo: si llueve, se quejan; si hay sol, también. En vez de agradecer a Dios por la vida, su salud, su trabajo. Debemos  aprender a ser agradecidos...Salmos 100:4-5  “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.”                                                                                                                           [Había una mujer que viajaba en un autobús. De pronto, observó a una hermosa jovencita de ojos claros y cabello rubio. La contempló por varios minutos y se lamentó por no poseer la misma belleza física; Minutos después la joven bajó del autobús con suma dificultad, le faltaba una pierna. Sin embargo, ella sonreía. Luego la mujer compro  el periódico a un simpático joven; Le impactó su sonrisa y su trato cortés. A la hora de pagar, el hombre se dio cuenta que el jovencito era ciego. Más tarde, la mujer  encontró a una niña que lloraba sin consuelo en una banca; y  él Le preguntó: “¿Porque lloras?”   Al no recibir respuesta, se dio cuenta que la niña era sorda-muda. La mujer  meditaba;                           Entonces al anochecer, aquella mujer se arrodilló junto a su cama y oró diciendo:               “¡Dios perdona todas mis quejas y lamentaciones! Gracias Señor por mis piernas, mis ojos y mis oídos. Gracias a ti Señor, puedo caminar, ver y escuchar.” ]                                   Apreciado amiga(o) deja a un lado las quejas y lamentaciones. Mire el dolor ajeno. Pero, por sobre todas las cosas, demos  gracias a Dios por todo y en todo momento. La Biblia nos dice en: 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. Mira a tu alrededor y por un momento mira lo maravilloso de la vida, las cosas y sentimientos hermosos que Dios te entrega cada día. Muchos personas viven la vida  quejándose de todo, si llueve, del calor, del frio, del viento, del ruido…etc. Y dejamos pasar momentos inolvidables…Una vez leí: Que el secreto de la felicidad no está en obtener lo que anhelamos, sino en amar lo que tenemos. Debemos ser agradecidos de Dios por lo que hoy tenemos, por permitirnos abrir los ojos y seguir luchando por nuestros sueños y anhelos. Por regalarnos en cada despertar la esperanza de que no estamos solos, teniendo la seguridad que estamos junto a Él, como dice su palabra en Romanos 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? A Y la respuesta está en Romanos8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”    Pon en las manos de Dios: tus  fracasos,  tu tristeza, tus problemas... encomiéndale tus metas y agradece a Dios por todo lo que te da día a día. Dios quiere que seamos agradecidos 1 Tesalonicenses 5:16-18 “16 Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” No permitas que los pensamientos negativos se apoderen de tu mente. Aún en los momentos difíciles,  en esos días agotadores, donde quizás lo único que queremos es llegar a casa y dormir y esperar que el día siguiente sea mejor; Aun en esos días oscuros  debemos ser agradecidos porque Dios no nos abandona. Mateo 11:28 "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Dios en su sabiduría siempre sabe por qué y para que  suceden todas las cosas.
No cierres las puertas de tu corazón, quejándote por todo lo que sucede o que no es de tu agrado, dejemos que Dios trabaje en un  corazón agradecido y así abriremos  las puertas para recibir sus bendiciones, y las oportunidades tremendas de alegría y satisfacción que Dios nos mostrara. Por más difícil que sea el momento que estás viviendo, intenta en ese momento darle gracias a Dios y verás  como Dios te dará la paciencia para esperar o la paz que necesitas para atravesar esa prueba. Salmos 147:10-11 “El Señor no se deleita en los bríos del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre, sino que se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor.” Dios te ama y no olvides que Él  es el arquitecto de nuestra vida y todo lo que te sucede tiene una razón y un propósito, aprendamos a oír la voz de Dios, limpiando el corazón de todo lo negativo y preséntate ante Dios con un corazón Agradecido.                                                                                                    Los israelitas no cesaron de quejarse durante su travesía por el desierto; Se quejaban por el suministro de agua; se quejaban por la comida y se quejaban del liderazgo que Dios les proveyó. Cuando Dios les dio maná del cielo, pronto se cansaron de él y desearon volver a Egipto sin importar que allí eran esclavos! Y aunque no había supermercado en el desierto, Dios les abasteció de una inagotable cantidad de comestibles por cuarenta años. En vez de estar agradecidos por esta provisión milagrosa, los israelitas se quejaron sin tregua ni descanso. Éxodo 16:11-12  “El Señor habló con Moisés y le dijo: «Han llegado a mis oídos las murmuraciones de los israelitas. Diles que antes de que caiga la noche comerán carne, y que mañana por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios.”                                           Los tiempos no han cambiado los hombres de hoy en día se quejan por el clima: es demasiado caliente o frío, muy húmedo o muy seco. Se quejan por la comida. Se quejan de su trabajo y el salario, por la falta de empleos aunque tengan uno. Además critican al gobierno y sus impuestos, pero al mismo tiempo demandan beneficios y servicios cada vez mayores. Se sienten desdichados al lado de otras personas, por su automóvil o su hogar. Se quejan de dolores y achaques insignificantes.
Quisieran ser más altos, más delgados y atractivos. No importa con cuanta bondad Dios los haya tratado con el paso de los años, mal desgraciadamente dicen: “¿Qué ha hecho Dios por mí recientemente?”                                                                                                                    NOTA IMPORTANTE: Es mucho mejor  desahogarte con Dios, escribirle cartas y hasta peticiones; A nuestro Dios le encanta contestar todas nuestras oraciones, Y El espera que  empieces a confiar más en él. Que bueno es no olvidarse de todo lo que él ha hecho por nosotros.                                                                                                                                                       Vivimos nuestra vida  a la carrera y no nos detenemos a vivir esta vida que Dios nos ha regalado, mucho menos a darle gracias. ¿Cuándo fue la última vez que dejaste todas las cosas a un lado, y saliste de tu casa u oficina, a contemplar un atardecer mientras el sol se ocultaba de tus ojos? ¿Cuándo fue la última vez que le diste gracias a Dios por la lluvia?  ¿Le has dado gracias a Dios por la belleza de Su creación: en una flor, el aire fresco del campo, las bellas melodías de las aves en la mañana?  PIENSALO! Agradécele a Dios por tu hogar, o por las personas que él ha puesto en tu vida; Agradece por el agua  que bebes; Por tener una cocina en donde cocinar!  Por tener un carro... No necesitamos estar con el banco lleno para poder valorar y apreciar lo que Dios  hace por nosotros todos los días….Su gracia, su misericordia, su fortaleza y su favor nos sostiene y nos levanta. Veamos lo que nos enseña el apóstol  Pablo en: Filipenses 4:4-7 “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”                                                                                                                                                      Un corazón agradecido se refleja en los ojos de las personas y en su manera de actuar.                                                                                                             Veamos 10 ejemplos de porque le damos gracias a Dios:
1.  Agradece porque Dios tuvo misericordia y te regalo un día más.                                                     2. Agradece por tu salud                                                                                                                             3. Agradécele al Espíritu Santo porque él te llenara de su presencia, de su sabiduría, su paz, gozo y su amor.                                                                                                                                                  4. Agradece  por su salvación                                                                                                                        5. Agradécele por su gracia y su Favor                                                                                               6. Agradécele porque tienes una casa o una cama donde dormir.                                                       7. Agradécele por la comida que Dios te da  hoy y te dará durante toda la semana.                          8. Agradécele por tu transportación o por tu carro                                                                                                   9. Agradécele por tu mente que está bien para pensar y actuar y vivir.                               10. Agradécele por tus hijos, familiares y amigos que Él ha puesto en tu camino.                      En Conclusión: Lo que Dios quiere de nosotros es que tengamos comunión con él, como un padre y su hijo;  Él te ama de corazón y desea, en reciprocidad, que tú también lo ames. El anhelo de Dios es que lo conozcamos y que pasemos tiempo con él. Él se complace con nosotros. Y al tener comunión con Dios, aprender a amarlo  debería ser el mayor objetivo de nuestra vida,  Jesús dijo: Mateo  22:37-38 —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos." Debemos de vivir una vida agradecida y reconocer que sin Fe no podemos agradar a Dios; Hebreos 12:6 “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”

Lo que Jesús espera de nosotros es un corazón dispuesto, humilde, agradecido y fiel; Que Dios te bendiga con más sabiduría cada día…HECTOR PEGUERO.-

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