Instrucciones a los Discípulos de Jesús
La palabra “discípulo” significa “aprendiz” o “seguidor”. La
palabra “apóstol” se refiere a “uno que es enviado”. Mientras Jesús estuvo en
el mundo, los doce fueron llamados discípulos. Los 12 discípulos siguieron a
Jesucristo, aprendieron de Él, y fueron entrenados por Él. Después de la
resurrección y ascensión de Jesús, Él envió fuera a sus discípulos para
convertirse en Sus testigos Mateo 28:18-20 “Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me
es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo.»; & Hechos 1:8 “pero recibiréis poder cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” Entonces ellos fueron conocidos como los doce apóstoles. Sin embargo, aun
cuando Jesús aún estaba todavía en el mundo, los términos “discípulos” y
apóstoles” fueron utilizados indistintamente, mientras eran entrenados y
enviados por Jesús. Los doce discípulos / apóstoles originales están
registrados en Mateo 10:2-4,
“Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y
Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe,
Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por
sobrenombre Tadeo, Simón el caninita, y Judas Iscariote, el que también le
entregó.” A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo en: Mateo 10:5-20 «Por
camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id
antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo:
“El reino de los cielos se ha acercado.” Sanad enfermos, limpiad leprosos,
resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No
llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni alforja para el camino,
ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón, porque el obrero es digno de su
alimento. Pero en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos de quién en
ella es digno y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludad.
Y si la casa es digna, vuestra paz vendrá sobre ella; pero si no es digna,
vuestra paz se volverá a vosotros. Si alguien no os recibe ni oye vuestras
palabras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies. De
cierto os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la
tierra de Sodoma y de Gomorra que para aquella ciudad. »Yo os envío como a
ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como
palomas. Guardaos de los hombres, porque
os entregarán a los concilios y en sus sinagogas os azotarán; y aun ante
gobernador y reyes seréis llevados por causa mía, para testimonio a ellos y a
los gentiles. Pero cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué
hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar, pues no
sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en
vosotros.” Jesus siempre les enseñaba a que siempre fueran humildes de corazón y rectos en
sus caminos para que siempre fueran íntegros y valientes en Cristo Hebreos 13:5-6 Sean vuestras costumbres sin
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé
ni te dejaré.» Así que podemos decir
confiadamente: «El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el
hombre.» Seguir a Cristo
verdaderamente significa que Él se ha convertido en todo para nosotros. Todo el
mundo sigue algo: los amigos, la familia, la cultura popular, los deseos
egoístas, o Dios. Seguir a Cristo verdaderamente significa que no seguimos algo
más. Jesús dijo en Lucas 9:23
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” No existe tal cosa como un
"discípulo a medias.” Como lo demuestran los discípulos, nadie puede
seguir a Cristo por el poder de su propia fuerza de voluntad. Los fariseos eran
buenos ejemplos de aquellos que estaban tratando de obedecer a Dios en su
propia fuerza. Su esfuerzo propio condujo solamente a la arrogancia y la
distorsión de todo el propósito de la ley de Dios (Lucas 11:39; Mateo 23:24). Los
doce discípulos / apóstoles fueron hombres ordinarios, a quienes Dios utilizó
de una manera extraordinaria. Entre los 12 había pescadores, un cobrador de
impuestos y un revolucionario. Los Evangelios registran las constantes caídas,
luchas y dudas de estos doce hombres que siguieron a Jesucristo. Después de ser
testigos de la resurrección y ascensión de Jesús al Cielo, el Espíritu Santo
transformó a los discípulos / apóstoles en poderosos hombres de Dios” ¿Cuál fue
el cambio? Los 12 apóstoles/ discípulos
“habían estado con Jesús”; Hechos 4:13 “Entonces viendo la valentía de Pedro y de Juan, y
sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se admiraban; y les
reconocían que habían estado con Jesús.” Jesús dio a sus discípulos el secreto
para seguirlo fielmente, pero ellos no lo reconocieron en el momento. Él dijo en
Juan 6:63 “El espíritu es el que da vida;
la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y
son vida.” Y, Juan 6:65 “Y dijo: —Por eso os he dicho que ninguno puede venir a
mí, si no le es dado del Padre.” Los discípulos habían caminado con
Jesús durante tres años, aprendiendo, observando y participando en Sus
milagros. Sin embargo, incluso ni aun ellos podían seguirlo fielmente en su propia
fuerza. Necesitaban un Ayudante. Jesús prometió muchas veces que, una vez que
Él había ascendido al Padre, enviaría un 'Ayudante' a Sus discípulos — El Espíritu Santo Juan 14:26 “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os
recordará todo lo que yo os he dicho.” Y también en; Juan 15:26 »Pero cuando venga el Consolador, a
quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del
Padre, él dará testimonio acerca de mí.”. De hecho, les dijo que era por su bien que Él se iba para que viniera el
Espíritu Santo; Juan 16:7 “Pero
yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el
Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.”. El Espíritu
Santo mora en el corazón de cada creyente Mateo 28: 20 “y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.
Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén…” Jesús
advirtió a Sus seguidores que no debieran comenzar a testificar de Él, como
dijo, “hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” (Lucas 24:49 “Ciertamente, yo enviaré la
promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” & Hechos 1:4 “Y estando
juntos, les ordenó: —No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del
Padre, la cual oísteis de mí,”. Cuando el
Espíritu Santo vino sobre los primeros creyentes en el Día de Pentecostés, de
repente tenían todo el poder que necesitaban para seguir a Cristo, incluso a la
muerte, si fuese necesario Hechos 2:1–4 La venida del Espíritu Santo “Cuando llegó el día de Pentecostés estaban
todos unánimes juntos. 2 De repente vino del cielo un estruendo como de un
viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; y se les
aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran.”; Hechos 4:31 “Cuando terminaron de orar, el lugar en que estaban congregados tembló;
y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban con valentía la palabra de
Dios.” Dios te bendiga de parte de tu hermano: Hector
Peguero.