jueves, 27 de abril de 2017

Instrucciones a los Discípulos de Jesús

Instrucciones  a  los  Discípulos  de  Jesús


La palabra “discípulo” significa “aprendiz” o “seguidor”. La palabra “apóstol” se refiere a “uno que es enviado”. Mientras Jesús estuvo en el mundo, los doce fueron llamados discípulos. Los 12 discípulos siguieron a Jesucristo, aprendieron de Él, y fueron entrenados por Él. Después de la resurrección y ascensión de Jesús, Él envió fuera a sus discípulos para convertirse en Sus testigos Mateo 28:18-20 “Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,  y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»; &  Hechos 1:8 “pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” Entonces ellos fueron conocidos como los doce apóstoles. Sin embargo, aun cuando Jesús aún estaba todavía en el mundo, los términos “discípulos” y apóstoles” fueron utilizados indistintamente, mientras eran entrenados y enviados por Jesús. Los doce discípulos / apóstoles originales están registrados en Mateo 10:2-4, “Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el caninita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.” A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo en: Mateo 10:5-20  «Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: “El reino de los cielos se ha acercado.” Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón, porque el obrero es digno de su alimento. Pero en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos de quién en ella es digno y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludad. Y si la casa es digna, vuestra paz vendrá sobre ella; pero si no es digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Si alguien no os recibe ni oye vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra que para aquella ciudad. »Yo os envío como a ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas.  Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios y en sus sinagogas os azotarán; y aun ante gobernador y reyes seréis llevados por causa mía, para testimonio a ellos y a los gentiles. Pero cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar, pues no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.” Jesus siempre les enseñaba a que  siempre fueran humildes de corazón y rectos en sus caminos para que siempre fueran íntegros y valientes en Cristo Hebreos 13:5-6 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.»  Así que podemos decir confiadamente: «El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.» Seguir a Cristo verdaderamente significa que Él se ha convertido en todo para nosotros. Todo el mundo sigue algo: los amigos, la familia, la cultura popular, los deseos egoístas, o Dios. Seguir a Cristo verdaderamente significa que no seguimos algo más. Jesús dijo en Lucas 9:23 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” No existe tal cosa como un "discípulo a medias.” Como lo demuestran los discípulos, nadie puede seguir a Cristo por el poder de su propia fuerza de voluntad. Los fariseos eran buenos ejemplos de aquellos que estaban tratando de obedecer a Dios en su propia fuerza. Su esfuerzo propio condujo solamente a la arrogancia y la distorsión de todo el propósito de la ley de Dios (Lucas 11:39; Mateo 23:24).  Los doce discípulos / apóstoles fueron hombres ordinarios, a quienes Dios utilizó de una manera extraordinaria. Entre los 12 había pescadores, un cobrador de impuestos y un revolucionario. Los Evangelios registran las constantes caídas, luchas y dudas de estos doce hombres que siguieron a Jesucristo. Después de ser testigos de la resurrección y ascensión de Jesús al Cielo, el Espíritu Santo transformó a los discípulos / apóstoles en poderosos hombres de Dios” ¿Cuál fue el cambio? Los 12 apóstoles/  discípulos “habían estado con Jesús”; Hechos 4:13 “Entonces viendo la valentía de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se admiraban; y les reconocían que habían estado con Jesús.”                                                                                                                                                                                                                              Jesús dio a sus discípulos el secreto para seguirlo fielmente, pero ellos no lo reconocieron en el momento. Él dijo en Juan 6:63 “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” Y, Juan 6:65 “Y dijo: —Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le es dado del Padre.” Los discípulos habían caminado con Jesús durante tres años, aprendiendo, observando y participando en Sus milagros. Sin embargo, incluso ni aun ellos podían seguirlo fielmente en su propia fuerza. Necesitaban un Ayudante. Jesús prometió muchas veces que, una vez que Él había ascendido al Padre, enviaría un 'Ayudante' a Sus discípulos — El Espíritu Santo Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Y también en; Juan 15:26 »Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”. De hecho, les dijo que era por su bien que Él se iba para que viniera el Espíritu Santo; Juan 16:7 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.”. El Espíritu Santo mora en el corazón de cada creyente Mateo 28: 20 “y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén…” Jesús advirtió a Sus seguidores que no debieran comenzar a testificar de Él, como dijo, “hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” (Lucas 24:49 “Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” & Hechos 1:4 Y estando juntos, les ordenó: —No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre, la cual oísteis de mí,”. Cuando el Espíritu Santo vino sobre los primeros creyentes en el Día de Pentecostés, de repente tenían todo el poder que necesitaban para seguir a Cristo, incluso a la muerte, si fuese necesario Hechos 2:1–4 La venida del Espíritu Santo “Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. 2 De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran.”; Hechos 4:31 “Cuando terminaron de orar, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban con valentía la palabra de Dios.”                                                      Dios te bendiga de parte de tu hermano:  Hector Peguero.

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