domingo, 16 de noviembre de 2014

"¿Quién es un Cristiano?"
El Diccionario Webster define a un cristiano como “una persona que se precia de creer en Jesús como el Cristo, o en la religión basada en la enseñanza de Jesús.” Aunque éste es un buen punto de partida para entender quien es un Cristiano, como muchas definiciones seculares, ésta de alguna manera no alcanza a comunicar en realidad la verdad bíblica de lo que significa ser un Cristiano.

La palabra “cristiano” es utilizada tres veces en el Nuevo Testamento - en Hechos 11:26; Hechos 26:28, y 1 Pedro 4:16. Los seguidores de Jesucristo fueron llamados “Cristianos” primero en Antioquía debido a que su comportamiento, actividad y forma de hablar fueron como los de Cristo. (Hechos 11:26) Originalmente este término fue utilizado por la gente no salva en Antioquía (o sea los no creyentes) como un tipo de apodo despectivo, utilizado para burlarse de los Cristianos. Literalmente significa “perteneciente al partido de Cristo” o “partidario o seguidor de Cristo,” lo cual es muy similar a la manera en la que el Diccionario Webster lo define.

Desafortunadamente con el paso del tiempo, la palabra “Cristiano” ha perdido mucho de su significado y a menudo es utilizada para describir a alguien religioso o que tiene altos valores morales, en lugar de un verdadero seguidor de Jesucristo nacido de nuevo (ésta vez en el espíritu) como lo vemos en Juan 3:3. Mucha gente que no cree ni confía en Jesucristo, se considera cristiana simplemente porque asiste a la iglesia o vive en una nación “Cristiana.” Pero asistir a la iglesia, servir a aquellos menos afortunados que uno, o ser una buena persona, no lo hace a uno un cristiano. Bien dijo una vez un evangelista, “Asistir a la iglesia no hace a uno un Cristiano, al igual que ir a un garaje no hace a uno un automóvil.” "El hecho de ir a una clínica o un hospital muchas veces, No te hace Doctor". Ser un miembro de una iglesia, asistir a los servicios regularmente, y dar para la obra de la iglesia, no pueden hacer a una persona un cristiano.

La Biblia nos enseña que las buenas obras que hacemos no nos pueden hacer aceptables a Dios. Tito el capítulo 3 y versículo 5 nos dice que “Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” De manera que, un cristiano es alguien que ha sido nacido de nuevo por Dios (espiritualmente) y ha puesto su fe y confianza en Jesucristo. Esto lo vemos en Juan 3:3,7, y en 1 Pedro 1:23. En Efesios 2:8 leemos que “Por gracia somos salvos por medio de la fe y esto no procede de nosotros, sino que es un regalo, un don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe ni se jacte.” Un cristiano verdadero es alguien que se ha arrepentido de sus pecados y ha puesto su fe y confianza solamente en Jesucristo. Su confianza no está en seguir una religión, ni una serie de claves morales, ni una lista de cosas que uno debe o no debe hacer.

Un verdadero Cristiano es una persona que ha puesto su fe y confianza en la persona de Jesucristo, que reconoce que Él murió en la cruz como pago por todos los pecados personales de cada uno de nosotros y que resucitó al tercer día para obtener la victoria sobre la muerte, para dar la vida eterna a todos los que creamos en Él. Juan 1:12 nos dice: “Más a todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Un cristiano es en verdad un hijo de Dios, una parte de la verdadera familia de Dios, y uno a quien le ha sido dado una nueva vida en Cristo. Por lo tanto Dios pone un deseo en el corazón del cristiano de cambiar totalmente su estilo de vida y le incentivo a llevar una vida santa y pura. La marca de un cristiano verdadero es demostrar amor hacia los demás y la obediencia a la Palabra de Dios. Esto lo vemos en la Biblia, en 1 Juan 2:4 y en 1 Juan 2:10.

¿Es posible acaso que no hayamos comprendido lo que es el verdadero cristianismo? ¿Cabe la posibilidad de que los millones de personas que asisten con regularidad a una iglesia no entiendan realmente ni pongan en práctica las enseñanzas claras y concretas de Jesucristo?
Sören Kierkegaard, el célebre precursor del existencialismo,escribió en su obra titulada Ataque al Cristianismo: "El cristianismo del Nuevo Testamento simplemente no existe. A lo largo de los siglos, millones de personas han sacado poco a poco, a Dios del cristianismo, y han logrado convertirlo en algo De un extremo opuesto a lo que se encuentra en el Nuevo Testamento". Nos preguntamos entonces: ¿Por qué ya no existe el cristianismo del Nuevo Testamento? ¿Por qué hay tantos millones de personas confundidas en lo que se refiere al verdadero cristianismo? Un engaño premeditado…Si entendiéramos lo que la Biblia dice en forma tan clara y sencilla, sabríamos por qué hay tan pocos cristianos de verdad. Me permito explicar: Jesús dijo muy claramente: "Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" (Mateo 24:5). Téngase en cuenta que estas personas NO vienen en su propio nombre, sino en el nombre de Cristo. Estos falsos profetas no dicen que ellos son Jesucristo, sino que se valen del nombre de Él para enseñar sus falsas ideas religiosas y sus conceptos bajo el estandarte del cristianismo.

La realidad es que aunque muchas personas sinceras no se dan cuenta, el autor del engaño religioso es un gran ser espiritual llamado Satanás el diablo. Éste, quien fue antes un ser dotado de gran belleza e inteligencia (Ez. 28:12-15), es hoy diabólicamente astuto y sumamente hábil para fascinar y engañar a los incautos.
Dios llama a Satanás el "príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia" (Efesios 2:2). En Apocalipsis 12:9 hallamos otra referencia a Satanás: "Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él".
Vemos entonces que Satanás actúa en los hijos de desobediencia, y que engaña al mundo entero. Huelga decir que son miles de millones los que por él han sido engañados. _ Se trata entonces de un GRAN engaño.
El hecho es que bajo la influencia invisible pero poderosa de Satanás el diablo, se introdujeron muchas ideas como si fueran cristianas, cuando en realidad no lo eran en absoluto. Además, las enseñanzas claras y precisas de Jesucristo que definen la conducta diaria del cristiano, quedaron enterradas bajo una gran serie de credos, doctrinas y liturgias creadas por hombres como Constantino 360 & 400 anos después de Cristo. Tales cosas vanas e innecesarias no te llevan a Cristo ni a su conocimiento.
En su obra titulada The Story of the Christian Church (La historia de la iglesia cristiana), Jesse Lyman Hurlbut, hace esta asombrosa observación:
"A la última generación del primer siglo (del año 68 al año 100 después de Cristo), la llamamos ‘la Era de las Sombras’ en parte a causa de las nubes negras de persecución que se cernían sobre la iglesia, pero principalmente porque es el período histórico del que menos sabemos. Ya no contamos con la guía que nos proporcionaba la clara luz del libro de los Hechos y no hubo autor de aquella época que llenara ese vacío de la historia. Quisiéramos leer la continuación del libro de los Hechos escrita por compañeros de San Pablo como Timoteo, Apolos y Tito, pero ni de éstos ni de los otros amigos se hace mención después de la muerte del apóstol . Durante 50 años después de la vida de San Pablo cae el telón sobre la iglesia, telón a través del cual tratamos en vano de mirar; y cuando al fin se levanta, hacia el año 120 después de Cristo, con los escritos de los primeros padres de la iglesia, encontramos una iglesia en muchos aspectos muy diferente de aquella que existía en la época de San Pedro y San Pablo."
La verdadera enseñanza de Jesucristo
Para entender hasta qué punto se volvieron diferentes las iglesias cristianas, es necesario retornar a la fuente, a Jesucristo. Si hay alguien que nos pueda decir exactamente en qué consiste el verdadero cristianismo, nadie más indicado que el mismo Jesús.
Como todo joven judío en Israel, Jesús aprendió desde su infancia a observar los diez mandamientos, los sábados y las fiestas que Dios había revelado a la antigua Israel. Aparentemente a los eruditos les es fácil olvidarse de este simple hecho, hacer caso omiso del mismo, o hacer de cuenta que carece de importancia.
No obstante, la diferencia, como vamos a ver, es TRASCENDENTAL. Y los que insistan en hacer creer lo contrario, ponen en peligro su vida eterna. Un joven le preguntó a Jesús: "Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?" Él le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 19:16-19).
Jesús enseñó claramente que el CAMINO que conduce a la vida eterna incluye la obediencia a Dios, y el cumplimiento de sus mandamientos. Pero ahora después de su muerte vivimos bajo su Gracia, puesto que la Ley es perfecta pero imposible de cumplir sin fallar en un mandamiento, Santiago 2:10 "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos." En el sermón del monte, Jesús nos enseñó, en toda su magnitud, la ley espiritual de Dios, a saber, los diez mandamientos. Un estudio detenido de las palabras de Jesús en el sermón del monte nos muestra que en lugar de abolir los mandamientos, los hizo más firmes y obligatorios. No solo les recordó a sus discípulos el mandamiento de no matar, sino que les enseñó que el mero hecho de odiar al hermano era equivalente a cometer homicidio (Mateo 5:21-22; 1 Juan. 3:15).
Algunas personas piensan que ser un Cristiano significa que Usted no puede ir al cine, que no puede bailar, que no puede beber un trago, o que Usted no puede volver a divertirse. Esto no es verdad. El Cristianismo no es acerca de reglas y regulaciones que deben seguirse. Se trata de una relación con el Señor Jesucristo.
En los tiempos del Antiguo Testamento Dios dio la Ley la cual tenía que ser debidamente guardada. Había instrucciones acerca de la forma de vestirse, de la comida, lo que podía o no podía hacerse en un Sabbath, lo que tenía que hacer en el templo, cómo los sacerdotes tenían que cumplir sus funciones, cómo serían tratados los extranjeros, cómo las personas serían castigadas, etc. Todas estas cosas tenían que ser observadas apropiadamente y estrictamente ya que éstas afectarían sus posiciones delante de Dios. Esto sucedió en los tiempos del Antiguo Testamento, pero ahora que tenemos a Jesús, los requisitos de la Ley ya no son necesarios para poder complacer a Dios.
Ser un Cristiano significa que Usted ha cambiado en su interior y que no está controlado desde el exterior ni por las vanidades de este mundo. Esto significa que su corazón ha sido cambiado por la presencia de Dios. Esto No significa para Usted la obligación de tener que ir a la iglesia, pagar diezmos, ser bueno y hacer todo lo que sea necesario para permanecer como Cristiano. Esto significa que Usted desea hacer las cosas porque Usted ha cambiado.
La Regeneración_
Regeneración significa que se ha sucedido un cambio actual en una persona. Cuando alguien se convierte en un Cristiano al creer en el solo sacrificio de Cristo para el perdón de sus pecados, entonces, el Espíritu Santo llega y vive en esa persona. Debido a que la persona ha sido cambiada desde el interior, él/ella no desea hacer aquellas cosas que son contrarias a Dios. Por lo tanto, él/ella deseará naturalmente ir a la iglesia; deseará ser bueno, honesto, etc. Usted no va a la iglesia, es bueno u honesto para poder ser un Cristiano. Él/ella hace esas cosas porque ya es un Cristiano(a). Esto significa que aquellas cosas que él/ella desea hacer cambian; quiere cambiar y complacer a Dios desde su interior.

En griego se le conoce con el termino Metanoia, Esta palabra también es usada en teología cristiana asociando su significado al arrepentimiento, sin embargo y a pesar de la connotación que a veces ha tomado no denota en sí mismo culpa o remordimiento, sino la transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en toda persona que se encuentra insatisfecha consigo misma. En tiempos de los primeros cristianos se decía del que encontraba a Cristo que había experimentado una profunda metanoia, como sinónimo de revelación divina o epifanía. Así que ser un Cristiano significa que Usted ha encontrado al Dios verdadero y viviente y que ha sufrido un cambio en su corazón y alma. Significa que Usted no está limitado a la Ley de lo bueno y lo malo para complacer a Dios ya que Usted no puede complacerlo por lo que hace. Dios encontrará placer en Usted a través de Cristo Jesús. Ser un Cristiano significa seguir a Cristo, desearlo, tener una comunión con Él, permitir que Él habite en Usted y para darle en su vida la gloria a Él. Que Dios te bendiga hermano mío HECTOR PEGUERO.

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