lunes, 15 de junio de 2015

HISTORIA  DE  LA  BIBLIA

La palabra Biblia procede del latín biblia, Y  de la expresión griega τ βιβλία τ για (ta biblía ta hágia; ‘los libros sagrados’), Visto por primera vez en el Primer Libro de los Macabeos 12:9 “Aunque nosotros no necesitamos nada de todo eso, puesto que encontramos el consuelo en los libros sagrados que tenemos en nuestras manos,” donde βιβλία es el plural de βιβλίον (biblíon, ‘papiro’ o ‘rollo’ y, por extensión, ‘libro’). Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos (Βύβλος, Býblos), importante mercado de papiros de la antigüedad.
La Biblia es una recopilación de textos,  que en un principio eran documentos separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy extenso  y después reunidos para formar el Tajan (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento.  Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí, los textos que componen la Biblia fueron escritos a lo largo en un promedio de 1000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces («Canto de Débora») y en las denominadas fuentes E (tradición elohísta) y J (tradición yahvista) de la Torá (llamada Pentateuco por los cristianos), que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época. El pueblo judío identifica a la Biblia con el tan-aj, pero no fue aceptada como Antiguo Testamento al no aceptar la validez del Nuevo Testamento.  El canon de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por la Iglesia católica, bajo el pontificado de san Dámaso I, en el Concilio o  junta de obispos. /Junta eclesiástica de Roma del año 382, y esta versión es la que Jerónimo de Estridón tradujo al latín. Dicho canon consta de 73 libros: 46 constituyen  el  Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmente Deuterocanónicos (Tobit, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc) ―que han sido impugnados por judíos y protestantes― y 27 del Nuevo Testamento. Fue confirmado en el Concilio de Hipona en el año 393, y ratificado en el Concilio III de Cartago (en el año 397), y en el IV Concilio de Cartago, en el año 419.
Que es el canon de las Escrituras? La palabra “canon” proviene de la regla de la ley que se utilizaba para determinar si un libro se ajustaba a una norma. También se le define como: Decisión o regla establecida en concilio por la Iglesia católica sobre el dogma o la disciplina eclesiástica”. – La palabra canon significa ‘regla’ o ‘medida’, así que se le llama canon bíblico al conjunto de libros que integran la Biblia según una tradición religiosa concreta, que los considera así «divinamente inspirados» y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo Testamento; por ejemplo, según la Iglesia católica son 46 libros, y según la mayoría de iglesias protestantes son 39. Con relación al Nuevo Testamento todas tienen el mismo número de libros.
El primer canon es el Pentateuco, el cual se compone de los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y contiene la «Ley de Dios», que es el conjunto de las 613 reglas o instrucciones  del judaísmo (Mitzvá).
Dentro del judaísmo surge disputa sobre el canon correcto. Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Torá (‘la Ley’) o Pentateuco (‘cinco libros’), mientras que otros grupos también incluyen los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (los Escritos). Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., el grupo judío predominante fue el de los fariseos, que sí considera al canon como conformado por la Ley, los Profetas y los Escritos. Así, a finales del siglo I el judaísmo estableció en Yamnia, (El Concilio de Jamnia, presumiblemente celebrado en Yavne, fue un hipotético concilio de finales del s. I d. C. en el que se dice que el canon de la Biblia Hebrea fue finalizado) como canon de sus libros sagrados aquellos que cumplieran tres requisitos: que hubiera una copia del libro en cuestión que se supiera que fue escrito antes del año 300 a. C. Que dicha copia estuviera escrita en hebreo o cuando menos arameo (no griego, la lengua y cultura invasora) y que tuviera un mensaje considerado como inspirado o dirigido al pueblo de Dios.
El canon del Antiguo Testamento cristiano entró en uso en la Septuaginta griega, traducciones y libros originales, y sus diferentes listas de los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente añadió diversos escritos que se convertirían en el Nuevo Testamento. En el siglo IV, varios sínodos (reunión de eclesiásticos católicos, mayormente obispos y sacerdotes);  fueron elaborando listas de escritos sagrados que fijaban un canon del Antiguo Testamento de entre 46 y 54 distintos documentos y un canon del Nuevo Testamento de 20 a 27, siendo este último el utilizado hasta el día de hoy; el cual fue definido finalmente en el Concilio de Hipona en el año 393. Hacia el año 400, Jerónimo había escrito una edición definitiva de la Biblia en latín (la Vulgata), el Canon de la cual, debido en parte a la insistencia del papa Dámaso, fue hecho coincidir con decisiones de varios de los Sínodos reunidos con anterioridad. Sin embargo, esta lista definitiva de 27 libros no fue legitimada por ningún Concilio ecuménico sino hasta el Concilio de Trento (1545-63). En el Antiguo Testamento los textos presentes en la Septuaginta cayeron de favor. En el momento en que vendría a ser eliminado de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto católico estos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que en un contexto protestante que se hace referencia como libros apócrifos, la etiqueta se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico que estaban en la Septuaginta. Cabe señalar también, que tanto católicos como protestantes describen algunos otros libros, como el Libro de los hechos de Pedro, como apócrifos. El Antiguo Testamento protestante de hoy tiene 39 libros ―el número varía del número de los libros en el Tanaj (aunque no en contenido) a causa de un método diferente de la división―. También varía el orden y el nombre de los libros, mientras que la Iglesia católica romana reconoce a 46 libros como parte del Antiguo Testamento canónico. El libro de Enoc es aceptado en el canon del Antiguo Testamento solo por la Iglesia ortodoxa etíope. El término «Escrituras hebreas» es solo sinónimo del Antiguo Testamento protestante (no católico) que contiene las Escrituras hebreas y textos adicionales. En cuanto al canon del Nuevo Testamento, son 27 libros en el canon de la Iglesia católica romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como el Primer libro de Clemente y el Segundo libro de Clemente, el Libro de la Alianza, el Octateuco  y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran canonizados por la Iglesia católica apostólica ortodoxa.                                                                                                           La versión judía de la Biblia, llamada el Tanaj, consta de 24 libros, con ciertas diferencias respecto a las Biblias cristianas. Algunas de ellas son: Los nombres de varios libros: Éxodo para el original Shemot (‘nombres’); Levítico para Vaikrá (‘y llamó’). La subdivisión en tres secciones:                                                                                                                                     Torá (la Ley, el Pentateuco);  Nevi'im, los profetas anteriores (Josué, Jueces, Samuel y Reyes) y profetas posteriores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y los 12 profetas menores);   y Ketuvim, los escritos (Salmos, Proverbios, Daniel y los demás libros).
Así pues, las versiones católicas de la Biblia constan de 73 escritos, en tanto que las más de las versiones protestantes solo contienen 66. Sin embargo, las Biblias de los anabaptistas, luteranos, anglicanos y episcopalianos, incluyen los deuterocanónicos, «apócrifos»; ya que los consideran «lectura edificante», pero no canónica. Las versiones ortodoxas, por su parte, incluyen 76 libros en total. Además, la Iglesia copta incluye en su canon del Antiguo Testamento el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos, que no incluye ninguna de las otras corrientes actuales del judeocristianismo, pero que eran libros bastante populares en los tiempos de Cristo; de lo cual han quedado vestigios incluso en los escritos del Nuevo Testamento. La Iglesia siria reduce el número de libros del canon, pues solo acepta 22 en el Nuevo Testamento. La Biblia de Gutenberg.
Las biblias cristianas están constituidas por escritos hebreos, arameos y griegos, que han sido retomados de la Biblia griega, llamada Septuaginta, y del Tanaj hebreo-arameo, y luego reagrupados bajo el nombre de Antiguo Testamento. A estos se ha sumado una tercera serie de escritos griegos cristianos agrupados bajo el nombre de Nuevo Testamento. Distintos grupos cristianos han debatido largamente sobre la inclusión o exclusión de algunos de los libros de ambos testamentos, surgiendo los conceptos de apócrifos y deuterocanónicos para hacer referencia a algunos de estos textos.   En términos generales, no existe un consenso general entre los diferentes grupos de cristianos sobre si el canon del Antiguo Testamento debe corresponder al de la Biblia griega, con deuterocanónicos, que es lo que plantean las iglesias cristianas ortodoxas y católica romana a través de su historia, o al del Tanaj hebreo, que es lo que plantean los judíos actuales, algunos protestantes, y otros grupos cristianos emanados de estos.
 El Nuevo Testamento es una colección de 27 libros, escritos en  5  géneros literarios: 4 Evangelios, 1 Libro de Hechos,  1 Apocalipsis, y  19 Epístolas   (6 epístolas «católicas» o apostólicas, y 13 epístolas paulinas).
Una séptima epístola católica ―a saber, la Primera epístola de Juan―, y una decimocuarta epístola paulina ―concretamente, la Epístola a los hebreos―, realmente pertenecen al género ensayístico o doctotratadístico, es decir, se trata de tratados doctrinales, con lo que representan un quinto género de escritos del Nuevo Testamento. La figura protagónica es Jesús de Nazaret, llamado el Cristo. Casi todos los cristianos, con algunas excepciones, como el cristianismo gnóstico de los primeros siglos, han venido asumiendo el Nuevo Testamento como un texto sagrado divinamente inspirado. Sin embargo, no hay unidad universal en el canon del Nuevo Testamento. Son 27 libros en el canon de la Iglesia católica romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias protestantes. La Iglesia cristiana ortodoxa de Siria solo acepta 22 libros en su canon.                                      El término de arqueología bíblica para denominar a una parte de la arqueología que se encarga de estudiar los lugares indicados en la Biblia.  La arqueología también ha brindado descubrimientos interesantes con relación a la conformación de los propios textos bíblicos.                                       Los descubrimientos del Evangelio de Tomás y del Evangelio de Felipe,el cual Eruditos han asegurado que el Evangelio de Tomás es más antiguo que los 4 canónicos y que al igual que Mateo y Lucas.                                                                                                                    El número de palabras de la Biblia varía ―según la versión y el idioma― entre 773 69231 y 783 137.32
La Biblia ortodoxa consta de 1347 capítulos; la católica romana, de 1329, y la protestante, de 1189, 260 de los cuales constituyen el Nuevo Testamento.
El libro que aparece como último en la Biblia es el Apocalipsis de Juan, pero en realidad el último en ser escrito fue el Evangelio de Juan                         El capítulo más corto de la Biblia es el «Salmo 117» (solo 2 versículos), y el capítulo más largo es el «Salmo 119» (176 versículos).
Pero es importante notar que los escritos de la Escritura fueron canónicos al momento en que fueron hechos., puesto que toda Escritura ha sido inspirada por el Espíritu Santo de Dios.
En este Salmo se establece que la totalidad de la palabra de Dios es verdad. Salmo 119:160 “La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.”      En los primeros siglos de la iglesia, algunas veces los cristianos eran asesinados por poseer copias de la Escritura (en aquellos días los libros estaban en pergaminos individuales, no combinados juntos en una encuadernación como la actual). A causa de esta persecución, pronto surgió la pregunta, “¿Cuáles libros son dignos de morir por ellos?” Algunos libros pueden haber contenido dichos de Jesús, pero ¿fueron inspirados como se establece en 2 Timoteo 3:16? Los concilios de la iglesia tenían el papel de reconocer en  público  un libro o una carta, como inspirados, (Colosenses 4:16; 1 Tesalonicenses 5:27).  La iglesia primitiva tenía un criterio muy específico a fin de considerar a los libros como parte del Nuevo Testamento. Este incluía: ¿El libro fue escrito por alguien que fue un testigo ocular de Cristo? ¿Pasó el libro la “prueba de la verdad”? (por ejemplo: ¿concuerda con otro libro, ya aceptado como Escritura?). Los libros del Nuevo Testamento que fueron aceptados por la Iglesia han resistido la prueba del tiempo, y la ortodoxia cristiana los ha adoptado con pequeños cambios, por siglos. Más aún, el tema sobre el final de los tiempos que trata el libro de Apocalipsis, y la prohibición de añadir a las palabras del libro en 22:18, sostiene firmemente que el canon fue cerrado al tiempo de su escritura (95 d.C.). Hay un punto teológicamente importante que no debemos perder. Dios ha usado Su palabra por milenios con un propósito principal – el de revelarse a Sí Mismo y comunicarse con la raza humana. Finalmente los concilios de la iglesia no decidieron si un libro era Escritura; Dios lo decidió cuando el autor humano fue elegido por Él para escribirlo. A fin de cumplir con el resultado final la voluntad de Dios;
La  Palabra de Dios, evaluada y personalmente aplicada por cristianos a través de los siglos, es suficiente para explicarnos todo lo que necesitamos saber sobre Jesucristo (Juan 5:18;  Hechos 18:28;  Gálatas 3:22;                2 Timoteo 3:15) y para enseñarnos, corregirnos e instruirnos en toda justicia (2 Timoteo 3:16).

¿Qué es el canon de la Escritura?                                                                                       En cuanto a la medida o norma utilizada para determinar cuáles libros debían ser considerados como Escritura, el verso clave para entender el proceso y propósito y quizá la oportunidad en que se dio la Escritura está en Judas 3 “ Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.”, Puesto que nuestra fe es definida por la Escritura, Judas está diciendo esencialmente que la Escritura fue una vez dada para el beneficio de todos los cristianos.
Cuando los  reformadores protestaron, el canon católico fue nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546. Ninguna de estas decisiones fue reconocida ni asumida por muchos protestantes, surgidos a partir del siglo XVI, ni por distintas denominaciones vinculadas al protestantismo surgidas a partir del siglo XIX. El canon de las biblias cristianas ortodoxas es aún más amplio que el canon de las biblias católicas romanas, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los macabeos. En adición a estos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV de los macabeos figuran, asimismo, como apéndices en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia cristiana ortodoxa. El Antiguo Testamento narra la historia de los hebreos y el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos. El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné.
En él se cita con frecuencia al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría (Egipto) en el siglo III a. C. 
Para los creyentes, la Biblia es la palabra de Dios, de inspiración divina, aunque su redacción se realizó a través de hombres elegidos que usaron de sus facultades como verdaderos autores. Se trata de una obra eminentemente espiritual que los creyentes interpretan como la forma que tuvo Dios de revelarse a sí mismo y manifestar su voluntad de salvación de la Humanidad por medio del sacrificio de su hijos Jesús (el Cristo), además de su carácter y atributos además para los cristianos la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo.                                                                                 En el siglo XVI  los diferentes movimientos de la Reforma protestante comenzaron a experimentar un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros; para menguar este problema se definió el principio llamado «sola escritura», que significa que solamente la Biblia puede ser fuente de doctrina cristiana. Pero para la Iglesia católica romana, además de la Biblia, también son fuente doctrinal la tradición, las enseñanzas de los Padres de la Iglesia (discípulos de los apóstoles), y las decisiones emanadas de los Concilios.                                                                                                                 Esta diferencia con los cristianos se intensificó después de 1870, cuando el papa Pío IX promulgó la constitución Pastor Aeternus, del Concilio Vaticano I, que reafirma el Primado Romano y proclama la infalibilidad del papa en asuntos de fe, moral y doctrina cristiana (dogma de la infalibilidad papal). Para los judíos ortodoxos, por supuesto, el Nuevo Testamento no tiene validez.
El libro más corto de la Biblia es la Segunda epístola de Juan (13 versículos), seguido por la Tercera epístola de Juan (15 versículos), el Libro de Abdías (21 versículos) y la Epístola de Judas (25 versículos).
Los versículos más cortos de la Biblia son Éxodo 20:13 («No matarás»), Éxodo 20:15 («No robarás»), y Juan 11:35 («Jesús lloró»). El más largo es Ester 8:9.


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