DEFINICION DE LE FE, BIBLICAMENTE
Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la
certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Podemos
definirla más sencillamente así: Es dar por hecho lo que todavía no lo es”. Sin fe
es imposible agradar a Dios (Hebreos
11:6) y………………. ...todo lo que no proviene de fe no le agrada
a Dios pues es pecado (Romanos 14:23). Podemos
asegurar entonces que aun las oraciones que se hacen sin fe son desagradables ante
los ojos de Dios. Mucha gente se arrodilla y hasta hace gestos clamando Hipócritamente
a un Dios que ni siquiera conocen ni creen que exista. Estas son personas religiosas,
y oran únicamente con el fin de cumplir con una ordenanza y para que los demás
miren cuan piadosos son, pero no se dan cuenta que Dios abomina esa oración. Además
de creer que Dios existe, es necesario creer también que es galardonador de los
que le buscan (Hebreos 11:6); porque entonces ¿para qué se le pedimos a Dios que nos dé o
que nos bendiga? Si le vamos a pedir
algo a Dios, hay que creer que Él lo puede hacer, y nos puede decir como al
centurión: Ve y como creíste, te sea hecho (Mateo 8:13). Y si tu fe es débil
todavía, seamos sinceros con Dios y pidamos como el padre del muchacho
endemoniado: Señor, ayuda mi incredulidad (Marcos 9:24). Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedamos
al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Dios dispuso que nadie se perdiera y que aquel
que cayera pudiera arrepentirse. Para esto. Dios nos dio la misma medida de fe
a cada uno (Romanos 12:3). La fe salvadora ni se compra ni se gana, sino
que es dada por Dios con el fin de creer
en la sangre redentora de nuestro Señor Jesucristo, porque nadie puede creer en
ella por medio del razonamiento. Debemos de tener muy presente que La Fe es
enemiga del Miedo. La Fe es
uno de los nueve dones que el Espíritu Santo da a los hijos de Dios para la
edificación del Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:9). La fe como don
del Espíritu Santo no puede perderse, pues sólo al Espíritu le pertenece y la
da a quien quiera, para edificación del Cuerpo de Cristo. La fe como fruto debe
cultivarse, para que no se pierdan los beneficios que nos pudo haber dado si se
hubiera cultivado. Debemos distinguir entre fe y alarde de fe. La fe es del Espíritu
y el alarde de fe es de la carne….Héctor Peguero.
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