miércoles, 4 de marzo de 2015

Las Obras o tus hechos no te Justifican ante Dios


Romanos 4:1-5 “¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; más al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.”                                                                                                                  Solo Jesús puede justificarnos ante Dios y solo por su Gracia, como lo vemos claro en Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”  Antes en el tiempo del viejo testamento todo lo que se obtenía de Dios era por obra ósea por nuestros hechos, si hacíamos bien pues éramos bendecidos pero si hacíamos mal éramos malditos; Todo cambio porque Dios miro el corazón de los hombres  y se dio cuenta que nada lo hacían por amor sino por conveniencia, y la Biblia nos dice 1 Corintios 13:3 “Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.” Y por el eterno amor que Dios nos tiene envió a Jesús para justificarnos ante Dios…Romanos 8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.”

Mateo 12:30 “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.”                                                       Muchas personas dicen que no le sirven a Dios ni al diablo, pero eso bíblicamente no es cierto, puesto que si no somos hijos de Dios somos hijos de satanás, me explico hay dos simientes la de Adán y la de Caín, una pertenece al reino de las tinieblas y otra al reino de la Luz…la elección es nuestra; Mateo 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Es la pura verdad, es como tener dos esposas, dos carros o dos casas siempre vas a querer a una mas que la otra, eso está en nuestro ADN.

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