Muchas
veces en nuestro diario vivir hacemos planes o nos proponemos algún proyecto, y
lo penoso es que nosotros siendo cristianos la mayor parte del tiempo lo
hacemos por nuestras fuerzas o entendimiento, y sin consultar a Dios; Santiago 4:13-15 “¡Vamos ahora!
los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y
traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es
vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y
luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere,
viviremos y haremos esto o aquello.”
Nosotros
somos hijos de Dios y por ende en Oración todo lo consultamos con nuestro Padre
celestial, debemos de ser guiados por el espíritu santo de Dios, Romanos
8:13-14 “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. Andar en la carne es
simplemente no pensar en lo Espiritual (lo que no se ve) dependiendo de nuestro razonamiento, no viendo las señales
que Dios nos envía; Y dejando de tener Fe ósea no mirando a las circunstancias
que nos rodean y no viendo el Milagro Ya Hecho! Recordemos estos salmos que fueron
escrito por el Rey David en un momento
de debilidad y de dolor; Salmo 121:1-2 “Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y
la tierra.” Nunca nos olvidemos de que Dios es nuestro ayudador en todo
momento y en cualquier situación y es a Él a quien debemos pedirle…como lo dice
el Salmo
109:26 “Ayúdame, Jehová Dios mío; Sálvame conforme a tu misericordia.”
Nuestro Padre que está en los cielos no es un mito y no ha dejado de hacer
milagros para sus hijos, con la condición necesitamos la FE para poder abrir
las puertas del cielo para que se cumplan nuestras peticiones porque sin Fe es
imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6).
Muchas
personas profesan ser cristianos y jamás oran. Otros dicen que sus oraciones
nunca son respondidas. Los cristianos necesitamos orar. La oración es hablar
con Dios. Dios es nuestro padre. Y como
Sus hijos, debemos hablar, conversar
(orar) con Él. Esto es muy importante más de lo que usted pueda imaginarse. Cristo
enseñó como deberíamos orar.
Moisés
le rogó a Dios para que cambiara de opinión y no destruyera a la rebelde y
carnal Israel (Núm. 14:11-19). Ana, quien era estéril, le imploró a Dios que
le diera un hijo propio (I Sam 1:5-11). David le suplicó a
Dios que lo perdonara por cometer pecados horrendos (Salmo 51). Y antes de
ser crucificado, Jesús le pidió a Dios que protegiera a Sus discípulos
(Juan 17:6-11). Y recuerda claro que Dios respondió las oraciones de
ellos. Y Él también responderá las tuyas.
Cristo
dijo: Mateo 21:22 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo
recibiréis”. El apóstol Santiago agregó en el capítulo 1 versículos 6 y 7 sobre
la Fe: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a
la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”.
Un
punto de suma importancia es que debemos Orar por la voluntad de Dios, no por
la nuestra: En el mundo, la mayoría de las personas oran por razones egoístas.
Algunos le piden a Dios que los bendiga ganándose la lotería. Otros oran para
que sus enemigos reciban “lo que se merecen”. Pero, ¿están ellos buscando la
voluntad de Dios?
Y
esta enseñanza la vemos en Santiago 4:2-3 “Codiciáis, y no tenéis;
matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no
tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites”. Si su mente está puesta en deseos
absurdos y carnales, ósea no solo en lo material, Dios no
le escuchará, Mateo 6:32-34 “Porque los gentiles buscan todas estas
cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas
cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el
día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
Sus
peticiones deben estar centradas en lo que Dios desea y sabe que nos conviene.
El apóstol Juan escribió: 1 Juan 5:14-15 “Y esta es la confianza que
tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y
si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos
las peticiones que le hayamos hecho.”
Tener
una actitud humilde, doblegada: La mente carnal es engañosa — aun para sí misma
(Jeremías
17:9). Ésta es naturalmente hostil hacia Dios y Su leyes espirituales.
Ésta no puede obedecer a Dios (Romanos 8:7-8). Los religiosos del
mundo no entienden esto; sus padres, Pastores, líderes y profesores no lo predican. No obstante, la Biblia enseña
que Dios sólo escuchará a aquellos que sean enseñables, humildes y que estén
rendidos a Él. Notemos lo que Dios nos dice en Isaías 66:1-2“Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y
la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar,
y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas
estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de
espíritu, y que tiembla a mi palabra.” Y recuerda Siempre
agradecer a Dios: Pablo escribió en: 1 Tesalonicenses 5:16-18 “Estad siempre
gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de
Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” Usted siempre debe darle
gracias a Dios en sus oraciones. Si usted no lo hace, está olvidando una clave
vital para que sus oraciones sean respondidas. Y por último quiero recordar
otra de las Promesas que Dios nos dejó en la Biblia; Salmo 32:8 “Te haré entender, y
te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.” Es fácil dejarse guiar por el Espíritu Santo
de Dios, puesto que Él siempre nos lleva a lo bueno y no a lo que esté en
contra de lo que dice la Biblia, además nunca nos guía a lo que pueda hacerle
daño a alguien Cuando seguimos a la voz de Jehová, buscamos refugio
bajo la sombra del Dios que no puede fallar. Aunque afrontemos oposición, él
nos sostendrá. Jamás nos defraudará. Jehová siempre estará guiándonos hasta el
fin, pero solo si tú se lo permite y le das el control, Salmos 48:14 “Porque este Dios es
Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aún más allá de la
muerte.” Que dios te continúe
Bendiciendo tu hermano Héctor Peguero…!
No hay comentarios:
Publicar un comentario