LA ADORACIÓN & SU ORIGEN
La
adoración es la intención interna del ser humano ―en estado (en
reposo) o estilo de vida (activo)―de obediencia a las leyes de una
religión, basado en la fe.
La
adoración está relacionada con la iluminación
espiritual,
que es la manera de conocer a Dios.
Adorar
a una divinidad implica aceptar una religión.
La
religión marcaba los límites cosmológicos, sociales e ideológicos;
guiaba el comportamiento de cada cultura. La adoración se puede
entender como un estilo de vida. Si el objeto de la adoración es un
ser humano o un bien material, los religiosos la llaman idolatría.
Era muy común que antiguamente se le diera adoración y pleitesía a
un rey o alguien superior.
En
el Nuevo
testamento (
la palabra «adorar» quiere decir ‘actuar piadosamente hacia
alguien o algo’ (eusebeo) o ‘hacer reverencia, dar
obediencia a alguien’ (proskuneo).
La
palabra anglosajona equivalente
a adoración era worthscripe, que produjo el inglés worship
(the
feeling or expression of reverence and adoration for a deity).
La
palabra «adorar» proviene del latín adorare (‘trayendo
la boca’): ad (‘hacia’), ora (boca).
Los romanos se
llevaban una mano a la boca, y aventaban un beso al objeto de su
adoración ―a fuera una estatua, un rey, o el ser amado―Según
el Nuevo
testamento,
el ser humano debe adorar al dios Yahvé «con los labios»,
alabándole y dándole gracias por los bienes recibidos (Carta
de san Pablo a los efesios
5.19-20), y «obedeciendo su voluntad» (Carta
de san Pablo a los romanos 12.1-2).
Los ritos de adoración se pueden hacer individualmente ―a sea en
secreto o a vista de otros―en comunidad ―n un servicio coordinado
por un líder (rabino, imán, pastor o sacerdote)―en un sitio
especialmente acondicionado para ello ―emplo, iglesia, sinagoga,
mezquita―o en casas particulares.
La
adoración comúnmente llevaba consigo, la Devoción,
el honor y la Alabanza hacia
Dios. A veces es a Capella, o con instrumentos. En apoyo a la
definición de adoración como obediencia o servicio a Dios, podemos
citar: “Solo a Dios se debe adorar y servir” (Lucas 4:8). “Ama
al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu
mente” (Mateo 22: 37).
"Ustedes
demostrarán que me aman si obedecen lo que les mando'"
(Juan 14:15).
"Salomón
amó a Jehová, andando en los estatutos..." (1 Reyes 3:3).
Jesús
dijo: «¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis
mandamientos y los obedece» (Juan 14:21).
Evolución
de la adoración
Entre
los hallazgos arqueológicos, el que está considerado como uno de
los más antiguos dioses es El (en hebreo אu1461
ל
que
tradicionalmente se traduce como ‘Dios’ o ‘deidad’. En todo
el oriente
del mediterraneo era
denominado El o Il,
siendo el Dios supremo, padre de la raza humana y de todas las
criaturas. En la mitología
cananea era
la deidad principal y era llamado «padre de todos los dioses» . La
gente adoptaba una forma de vida en concordancia a los preceptos que
exigía Yahvé (el verdadero dios de los hebreos).
Judaísmo
Poco
sabía Abraham al salir de Ur que
sería el padre de las mayores religiones monoteístas. Originalmente
él y su padre Taréj adoraban a dioses «extraños» (ver Josue
24:2). Hay que tener en cuenta que durante centurias, toda la región
había estado influida por las religiones de origen cananeo, cuya
principal deidad era el dios IL (El,
Elohim en hebreo), principal deidad de los nómadas y, por ende, con
funciones eminentemente éticas y sociales.
Pero
el modo de vida que seguían los cananeos no era recto y justo. La
población local (cananitas) y las naciones vecinas continuaban con
su religión (modo de vida) materialista. Se amoldaban al culto al
dios Il (o El) que se presentaba como «bueno» pero favorecía el
individualismo, el engaño y la opresión. [El pueblo
cananeo (Canaán) tiene en su mano balanzas engañosas, es amigo
de hacer fraude. (Oseas 12:8-9)]
Contrariamente, el
Dios de Abraham, Isaac y Jacob" (el Dios Yahvé) le había
marcado a Israel "el
camino" (es decir: el modo de vida). Seguir el culto
a Yahvé (Jehová)
significaba seguir la Ley de Yahvé. Eso exigía esforzarse para
lograr una comunidad de “hermanos"' donde se
defienda a los más débiles y prime la justicia. De esa
manera se lograría la felicidad general, y Yahvé se encargaría de
darles prosperidad -además de tranquilidad en sus fronteras- (1ª Re
2:3; Prov 29:14; Salmo 147:14).
La
adoración era la sumisión o reconocimiento a una autoridad
superior, ya sea de forma social o económica; en este caso adoraban
a Dios, en amor, obediencia, respeto, y honor. Como expresión de
ello, usualmente bajaban la cabeza a tierra o se acostaban de boca en
señal de sumisión.
Para
los judíos así como sus religiones hermanas es y era indispensable
una actitud piadosa del corazón hacia el objeto de adoración
(Dios), como su dueño y señor.
El
patriarca Abraham
fue llamado por esa grandiosa divinidad llamada Yahvé (Jehová)
(Gn 12:1; 17:1; 22:11-16). Cuando Abraham llegó a Canaán se
encontró con que los cananeos (la población local) a Dios lo
denominaban El.
Y lo fundamental era la diferencia en los modos de vida (uno
predomina el individualismo y el egoísmo, en el otro
la hermandad y la compasión).
La
primera vez que aparece la palabra adoración en la Biblia es cuando
Abraham va a entregar a su hijo (Génesis 22:5). Esto era una
evidente muestra de "'hacer la voluntad del Dios Yahvé'",
de obedecer su palabra. Por lo tanto, adoración es la actitud o la
intención interna del corazón del hombre para Dios, entendiéndose
la obediencia, el servicio, la rendición, el amor, etc. Como
expresión externa de adoración construían altares y una serie de
rituales, con el tiempo Moisés hizo el Tabernáculo en
el cual los primeros judíos adoraron, siendo Aaron su hermano el
sacerdote que ofrendaba las primicias fueran vegetal o animal, hasta
que Salomón fundo el primer Templo
de Jerusalén,
ya David, su padre, había creado los instrumentos y la liturgia
adecuada para la Adoración a Yahveh. En los 10
mandamientos en
los primeros dos mandamientos son referentes, a la adoración
exclusiva de Dios, y no imagen.
Islamismo
De
acuerdo con el Corán,
el hombre fue creado para adorar a Dios (51:56), la oración y el
peregrinaje son sólo unas formas de adoración, la obediencia a Dios
y buscar asimilarse, o tener cada día más los atributos de allá
(2:138). Tanto Alá (palabra
en árabe que significa Dios), como La
Meca ya
eran adorados por los pueblos que originaron a los árabes, mucho
antes que el ángel Gabriel se le revelara a Mahoma,
su
adoración es muy parecida al judaísmo, los musulmanes oran, y
adoran con algunos instrumentos, así como una serie de posiciones, y
ayunos, y lectura del Corán.
Cristianismo
El
cristiano debe hacer de la adoración una forma de vida, en su
trabajo, en el hogar, o en su entretenimiento... Dado que adoración
es la actitud o la intención interna del corazón del hombre para
Dios, implica la obediencia, el servicio, la rendición, el amor,
etc. Es decir, implica una forma de vida que permite tener
comunión con el Espíritu
Santo (Juan
4:24). Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en
verdad es necesario que lo adoren. (Juan 4:21-24) "...los
que obedecen a Dios recibirán la vida eterna." (Mateo
25:46). Para poder seguir la forma de vida que el Señor exige, es necesario amar a Dios sobre todas las cosas, pues tal
como dijo Cristo, el hombre obedece lo que ama.
Y
Dios exhorta: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mc
12:29-31; Jn 13:34). El que no ama a su hermano, a quien ve, no puede
amar a Dios, a quien no ve. Debe ser un amor dispuesto a hacer todo
lo que esté a nuestro alcance, no sólo para no hacer daño al otro
sino… para hacerle el bien al otro, pues: "En verdad os
digo que lo que haceis a los demás, a mí me lo hacéis."
(Mateo 25:40). Allí radica la gran disyuntiva de nuestra sociedad:
debemos elegir qué amamos más, ya que no se puede obedecer (servir)
a dos Señores: "No se puede servir a Dios y
al dinero" (Lucas 16:13).
En
la adoración a Dios ha sido y es fundamental la oración.
Los teólogos llaman al hombre: "homo adorans", siendo
Dios el punto central de esta adoración, los métodos son variados:
expresiones de alabanza, oración, cantos, o de manera más formal y
ritualista, como ocurre con la mayoría de religiones, haciendo uso
de inciensos, velas y otros objetos litúrgicos. En las
manifestaciones colectivas de culto (misa por ejemplo) se cantan
salmos, se usan arpas, salterios, guitarra, panderos, órganos, y
otros instrumentos, como es el caso de monasterios con
el famoso Canto
Gregoriano.
La Música
cristiana lleva
un papel importante en el desarrollo de la adoración cristiana, las
iglesias más conservadoras no utilizan instrumentos, y las más
liberales pueden llegar hasta el Metal
cristiano,
hay todo un debate en los círculos religiosos en torno a
la sacralización del acto de adoración musical.
EL
LUGAR DE ADORACIÓN NO TIENE IMPORTANCIA Antes de Cristo era una
necesidad adorar en el templo, ahora nosotros somos el Templo del
Espíritu Santo, y por ende no tiene importancia el Dónde?, sino el
Cómo? HAY
QUE ADORAR CON CONOCIMIENTO Es necesario saber quien es el objeto de
nuestra adoración. El es Santo (Is. 6:3), es Todopoderoso es nuestro
padre. LOS VERDADEROS ADORADORES TIENEN QUE ADORARLO EN ESPÍRITU Y
EN VERDAD
ESPÍRITU:
Somos espíritu, cuerpo y alma (1 Te. 5:23)para una verdadera
adoración se requiere que nuestro espíritu esté conectado con
Dios, sea santo como El es santo (1Pe.1:16),solo los santos adoran a
Dios, la misma debe fluir de dentro hacia afuera y
no al revés que es sensualidad, brotar de un corazón contrito y
humillado (Sal. 51:17).
VERDAD:
Tiene que ver con la identidad con Dios, con la consecuencia de
nuestros dichos y hechos sino El nos dirá: "Tus hechos hablan
tan fuerte que no puedo escuchar tus
alabanzas", es adorar con toda nuestra mente, nuestro corazón y
nuestras fuerzas (Lc.10:27),en suma adorar es cumplir su palabra.
"¿Cuál
es la adoración verdadera?"
El
apóstol Pablo describe la verdadera adoración en Romanos
12:1-2:
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta.”
Este
pasaje contiene todos los elementos de la adoración verdadera. En
primer lugar vemos la motivación de la adoración: "las
misericordias de Dios". La misericordia de Dios es todo lo que
Él nos ha dado que no merecemos: amor eterno, gracia eterna, el
Espíritu Santo, paz eterna, eterna alegría, fe salvadora, confort,
fuerza, sabiduría, esperanza, paciencia, bondad, honor, gloria,
justicia, seguridad, vida eterna, perdón, reconciliación,
justificación, santificación, libertad, intercesión y mucho más.
El conocimiento y la comprensión de estos increíbles regalos nos
motivan a ofrecer alabanza y acción de gracias — en otras
palabras, ¡adoración!
f2
También
en el pasaje es una descripción de la forma de nuestra adoración:
"presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo y santo".
Presentar nuestros cuerpos significa dar a Dios todo de nosotros
mismos. La referencia a nuestros cuerpos aquí significa todas
nuestras facultades humanas, de nuestra condición humana —
nuestros corazones, mentes, manos, pensamientos, y actitudes –
todos deben presentarse a Dios. En otras palabras, debemos ceder el
control de estas cosas y entregárselas a Él, Pero, ¿cómo? Una
vez más, el pasaje es claro: "por la renovación de vuestra
mente." Renovamos nuestras mentes diariamente por limpiarlas de
la "sabiduría" del mundo, reemplazándola con la verdadera
sabiduría que proviene de la Palabra de Dios. Nosotros lo adoramos
con nuestra mente renovada y purificada, no nuestras emociones. Las
emociones son cosas maravillosas, pero a menos que sean formadas por
una mente saturada en la Verdad, pueden ser fuerzas destructivas,
fuera de control. Donde va la mente, la voluntad sigue, y las
emociones también.1
Corintios 2:16
nos dice que tenemos "la mente de Cristo," no las emociones
de Cristo.
Hay sólo una manera
de renovar nuestras mentes, y eso es por la Palabra de Dios. Es la
verdad, el conocimiento de la Palabra de Dios, es decir el conocer la
Gracia y las misericordias de Dios. Saber la verdad, creer en la
verdad, sostener las convicciones acerca de la verdad y amar la
verdad resultarán naturalmente en una verdadera adoración
espiritual - Recordando que y quien es la verdad: CRISTO. ademas la
convicción seguida del afecto, un afecto que es una respuesta a la
verdad, no a cualquier estímulo externo, incluyendo la música. La
música como tal no tiene nada que ver con la adoración. La música
no puede producir la adoración, aunque ciertamente puede producir
emoción. La música no es el origen de la adoración, pero puede ser
la expresión de ella. No mire a la música para inducir su
adoración; mira a la música simplemente como una expresión de eso
que es inducido por un corazón que es transportado por las
misericordias de Dios, y obediente a Sus mandamientos.
La
verdadera adoración es una adoración centrada en Dios. La gente
tiende a preocuparse por dónde deben adorar, qué música deben
cantar en la adoración y cómo otras personas ven su adoración.
Centrándose en estas cosas pierde el punto. Jesús nos dice que los
verdaderos adoradores adorarán a Dios en espíritu y en verdad (Juan
4:24).
Esto significa que nosotros adoramos desde el corazón y en la manera
que Dios ha diseñado. La adoración puede incluir la oración,
leyendo la Palabra de Dios con un corazón abierto, cantando,
participando en comunión y sirviendo a los demás. No se limita a un
solo acto, pero se realiza correctamente cuando el corazón y la
actitud de la persona están en el lugar correcto.
También
es importante saber que la adoración está reservada solo para Dios.
Sólo Él es digno y ninguno de Sus siervos (Apocalipsis
19:10).
No debemos adorar a los santos, profetas, estatuas, ángeles,
cualquier dios falso o María, la madre de Jesús. Tampoco deberíamos
adorar con la expectativa de recibir algo a cambio, como una curación
milagrosa. La adoración es hecha para Dios — porque Él lo merece
– y solo para Su placer. La adoración puede ser la alabanza
pública a Dios (Salmo
22:22;35:18)
en un entorno congregaciones, donde podemos proclamar mediante la
oración y la alabanza nuestra adoración y gratitud a Él, y por lo
que ha hecho por nosotros.
La
verdadera adoración se siente interiormente y luego se expresa a
través de nuestras acciones. 'La adoración' por obligación
desagrada a Dios y es totalmente en vano. Él puede ver a través de
toda la hipocresía, y lo odia. Él demuestra eso en Amos
5:21-24
cuando habla del juicio venidero. Otro ejemplo es la historia de
Caín y Abel, los primeros hijos de Adán y Eva. Ambos trajeron
ofrendas al Señor, pero Dios sólo le complacía la de Abel. Caín
trajo la ofrenda por obligación; Abel trajo sus mejores ovejas de su
rebaño. Él trajo de su fe y admiración por Dios.
La
verdadera adoración no se limita a lo que hacemos en una iglesia o
la alabanza abierta (aunque estas cosas son buenas). La verdadera
adoración es el reconocimiento de Dios y todo Su poder y gloria en
todo lo que hacemos. La forma más alta de alabanza y adoración es
la obediencia a Dios y Su Palabra. Para hacer esto, debemos conocer a
Dios; no podemos ser ignorantes de Él (Hechos
17:23).
Adorar es glorificar y exaltar a Dios — para mostrar nuestra
lealtad y admiración a nuestro Padre celestial quien nos ha dado el
regalo mas grande de todo el universo: "Su hijo único Jesus y
así librarnos de la esclavitud del pecado y darnos paso y entrada al
cielo por medio de su GRACIA. Que Dios el Dios de todo el
universo te Bendiga de tu hermano…Hector Peguero.