EL ESPÍRITU SANTO Y LA IMPORTANCIA EN NUESTRAS VIDAS
El Espíritu Santo es
definido por la Biblia como nuestro amigo, consolador, abogado,
consejero y mas…es
una expresión bíblica que se refiere a una compleja noción
teológica
a través de la cual se describe una "realidad espiritual"
suprema, que ha sufrido múltiples interpretaciones en las diferentes
confesiones cristianas y escuelas teológicas. Espíritu
de Dios, Espíritu de verdad o Paráclito: acción o presencia de
Dios, del griego παράκλητον parákleton: ‘aquel que es
invocado’, del latín Spiritus Sanctus: Espíritu Santo. Isaías
11:2 "Y reposará sobre él el espíritu de JEHOVá; espíritu
de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza,
espíritu de conocimiento y de temor de JEHOVá."
El
vocablo «espíritu» traduce el griego «πνευμα» (pneuma) y
el hebreo «En
la teología judía, el Espíritu Santo es mentado como «Ruaj
Hakodesh».
Se trata de una traducción incompleta ya que «ruaj» y «pneuma»
también se traducen como «aire» (ej: pneumático). Aire y espíritu
son cosas distintas para nosotros pero aparecían relacionadas en el
griego y el hebreo antiguos. Existen dos grandes clases de teologías
sobre el Espíritu Santo: las que resaltan el aspecto «aire» y la
que resaltan el aspecto «espíritu». Dichas teologías coinciden a
grandes rasgos con la judía y la cristiana.
En
la teología cristiana, se dice que la cercanía del Espíritu Santo
induce en el alma una serie de hábitos beneficiosos que se conocen
como El Fruto del Espíritu Santo y que constan en la Epístola
a los Gálatas 5:22 "Mas
el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia,
benignidad, bondad, fe, 23Mansedumbre, templanza: contra tales
cosas no hay ley."
El
libro del Génesis
menciona varias veces el "espíritu de Dios" o el "aliento
de Dios". Para el judaísmo se trata de una cualidad de Dios, no
de un ser autónomo pero para la teología cristiana estas son las
primeras intervenciones del Espíritu Santo en la historia bíblica.
En el relato de la creación del mundo el versículo Gen
1:2 dice
que «el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas».
Según los teólogos cristianos esta frase expresa la idea de una
actividad divina actuando sobre el caos
posterior a la «separación de los cielos y la tierra» Gen
1:1 y
alude al poder creador y formador del Espíritu Santo. Sin embargo,
la palabra hebrea traducida por "espíritu" puede
significar también "viento", "soplo" o
"aliento"24
por lo que otros autores han traducido este pasaje como «un viento
de Dios aleteaba por encima de las aguas»25
o incluso «un fuerte viento iba y venía sobre las aguas».
Este
relato culmina con la creación de Adán.
Dios modela su cuerpo del barro e insufla en su rostro el «aliento
de la vida» Gen
2:7 "Formó,
pues, JEHOVá Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su
nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente."
Este «aliento de vida» se refiere a la cualidad animadora del
Espíritu. Por otro lado, en el libro
de Job
éste afirma que «El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del
Omnipotente me dio vida» Job
33:4. Por
ello el Credo
cristiano dice del Espíritu Santo que es «señor y dador de vida»
Los
exegetas cristianos también identifican al Espíritu Santo en la
expresión «dedo de Dios», que aparece en varios lugares del
Antiguo Testamento. Las tablas de la ley, por ejemplo, fueron
escritas por el «dedo de Dios» Éxodo
31:18 " Y dió á Moisés,
como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del
testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios."
La
teología
judeocristiana
afirma que el Espíritu Santo inspiró los dichos y las acciones de
los profetas bíblicos. Los principales profetas bíblicos son
Isaías,
Jeremías,
Ezequiel,
Daniel.
Además, están los conocidos como profetas menores Oseas,
Joel,
Amós,
Abdías,
Jonás,
Miqueas,
Najum,
Habacuc,
Sofonías,
Ageo,
Zacarías
y Malaquías.
2 Timoteo 3:16-17 "Toda Escritura
es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instituir en justicia, Para que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra."
Lucas
y Mateo, los evangelistas de la infancia de Jesús,
comienzan sus
escritos con los relatos de la natividad y la infancia de Jesús,
donde se recogen varias intervenciones del Espíritu Santo. La más
importante de todas es la «Concepción del Verbo» en el seno de
María.
En torno a este suceso, Mateo nos
dice en su capitulo 1:18 "Y el nacimiento de Jesucristo fue así:
Que siendo María su madre desposada con José, antes que se
juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo." Pero
ademas el Espíritu Santo le revela a su prometido Jose, que no dude
porque fue obra de Dios; Mateo 1:20 "Y pensando él en esto, he
aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José,
hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que
en ella es engendrado, del Espíritu Santo es."
El
Bautismo
de Jesús
en el río
Jordán
da comienzo a su vida pública. Los cuatro evangelios dicen que,
estando Juan
el Bautista
bautizando, se acercó a él Jesús para que le bautizase. Después
de alguna vacilación, Juan accedió y, en el momento del bautismo,
descendió sobre Jesús el Espíritu Santo en forma de paloma. Este
pasaje proporciona el motivo iconográfico más utilizado para
representar al Espíritu Santo (la paloma).
Mateo 3:16 "Y
Jesús, después que fué bautizado, subió luego del agua; y he aquí
los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que
descendía como paloma, y venía sobre él." Después
del bautismo, el Espíritu Santo inspira todas las palabras y
acciones de Jesucristo. La primera decisión del Espíritu es retirar
al desierto a Jesús durante cuarenta días, donde será tentado en
tres ocasiones, Mateo 4:1 "ENTONCES
Jesús fue llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado del
diablo."
La
relación entre Jesucristo y el Espíritu Santo se prolonga más allá
de la vida de éste, pues el Espíritu Santo resucita a Cristo. Una
vez resucitado, los evangelios narran que Cristo da su «Espíritu»
a los apóstoles. y esto lo vemos en estos dos versículos de los
Apostoles Juan y Pablo…
Juan 14:26 "Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las
cosas que os he dicho."
Hechos 1:8
"Mas
recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros;
y me seréis testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta
lo último de la tierra."
El
libro de los Hechos
de los apóstoles
ha sido llamado «el Evangelio del Espíritu Santo» por su profusión
y abundancia de citas. El capítulo 2 relata el acontecimiento de
Pentecostés:
Hechos 2: 1-4 "En el
día de Pentecostés, y estando reunidos en un lugar, sucedió de
repente que se produjo un ruido como del cielo parecido a un viento.
Aparecieron entonces lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno
de ellos, llenándose todos del Espíritu Santo. Comenzaron a hablar
en lenguas extrañas."
La
entrega a los discípulos del «Espíritu de Dios» supone que, a
partir de ese momento, el Espíritu Santo guiará sus palabras y sus
actos, por lo menos en los momentos mas vitales de sus vidas. Pero lo
mas relevante sucede en el capitulo 10 del libro de los Hechos, en
donde se registra claramente y para el asombro del mismo Apóstol
Pedro, Que el Espíritu Santo no era solo para los Judíos sino
también para los gentiles, Cornelio fue el primer cristiano no judío
en recibir el Espíritu Santo y ser bautizado. Por la Gracia de Dios,
como vemos a continuación: Hechos 10:44-48 "Estando
aún hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que oían el sermón. Y se espantaron los fieles que
eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que
también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban á
Dios. Entonces respondió Pedro: ¿Puede alguno impedir el
agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu
Santo también como nosotros? Y les mandó bautizar en el
nombre del Señor Jesús." Con
independencia de que este episodio sea histórico, alegórico o
cualquier otra cosa, sí es cierto que a partir de cierto punto, el
cristianismo rebasó la esfera de influencia de la sinagoga judía y
llevó la predicación a los ámbitos paganos. Esta decisión, que el
libro de los Hechos atribuye a Pedro,
fue desarrollada típicamente por Pablo
de Tarso,
quién a través de sus viajes por Asia y Europa, fundó las primeras
comunidades cristianas no judías. También, como consecuencia de
esto, se produjo la separación e independencia del cristianismo
respecto del judaísmo.
Las
epístolas son un conjunto de escritos bíblicos de transición.
Contienen las primeras reflexiones sobre el cristianismo y gozan de
carácter y autoridad apostólicos. De especial importancia son las
epístolas de Pablo
de Tarso
que, auténticas o no, desarrollan los primeros gérmenes de la
teología cristiana.
La
epístola
a los romanos
contiene la principal exposición de la teología paulina y numerosas
menciones al Espíritu Santo. Es uno de sus principales escritos.
La
primera
epístola a los corintios
contiene unas reflexiones muy tempranas que tendrán una fuerte
influencia en autores posteriores. Los capítulos 2, 12 y 14 son
textos clásicos en lo que al Espíritu Santo se refiere.
2
Corintios
tiene la bendición más antigua en la que aparecen el amor del
Padre, la gracia del Hijo y la comunión del Espíritu Santo.
La
epístola
a los efesios
tiene una mención sobre la acción del Espíritu Santo como un sello
y una advertencia para no entristecer al «Espíritu Santo de Dios».
La
epístola
a los filipenses
se refiere al Espíritu Santo como «Espíritu de Dios» y habla de
la «donación del Espíritu de Jesucristo». También habla de
aquellos que reciben «alguna comunicación del Espíritu».
1
Timoteo
tiene un par de menciones.
2
Timoteo
menciona al Espíritu Santo en relación con las virtudes cristianas.
Tito
tiene una referencia a la regeneración por el Espíritu Santo.
La
epístola
a Filemón
no tiene menciones. La epístola
a los colosenses
tiene una mención menor aislada.
Hebreos,
por tratarse de una epístola dirigida a una comunidad próxima al
judaísmo, pone con frecuencia por testigo al Espíritu Santo. El
capítulo primero debate la cuestión de si Cristo es superior a los
ángeles.
La
primera
epístola de Pedro
menciona que la resurrección de Cristo es obra del Espíritu. La
segunda
epístola de Pedro
reafirma el carácter profético del Espíritu Santo.
La
primera
y segunda
epístola de Juan
contienen algunas fórmulas que excluyen al Espíritu Santo. Dice en
otro punto que Cristo «..nos dio de su Espíritu».Asimismo, el
Espíritu da testimonio porque «el Espíritu es la verdad». Nada
menciona la tercera
epístola de Juan,
muy sucinta ella.
Para
concluir con este estudio quiero traer un punto histórico ; El Papa
Dámaso
en el año 382 d. C. en un concilio celebrado en Roma,
presentó una serie de enseñanzas, las cuales quedaron plasmadas en
el documento llamado Tomo
de Dámaso,
el cual recoge la doctrina trinitaria. En cuanto al Espíritu Santo,
dijo:
«Si
alguno no dijere [...] que el Espíritu Santo es siempre, es hereje».
«Si alguno no dijere que el Espíritu Santo [...] es [...] verdadero
Dios, [...] lo puede todo y todo lo sabe [...], es hereje». «Si
alguno no dijere ser tres personas verdaderas [...] y la del Espíritu
Santo iguales, siempre vivientes que todo lo contienen, lo visible y
lo invisible, que todo lo pueden, [...] es hereje». «Si alguno al
llamar [...] y Dios al Espíritu Santo, los llama dioses [...] y no
[...] una sola divinidad [...] es hereje». El Magisterio de la
Iglesia.
En
conclusión El Espíritu Santo es el mismo poder de Dios, el cual nos
da el Padre por medio de su hijo amado Jesucristo; Y su eterna
misericordia nos brinda y nos invita a recibirlo enApocalipsis
22:17 "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye,
diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua
de la vida de balde."
El
Espíritu Santo quiere habitar en nuestras vidas para guiar nuestras
vidas y guiar nuestros corazones, Romanos 8:14 "Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son
hijos de Dios."
y por supuesto con el conocimiento de que el Espíritu Santo es
vida; Juan
6:63 "El
espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras
que yo os he hablado, son espíritu y son vida."
"Que
Dios los llene con su Santo Espíritu mis Hermanos, de Hector
Peguero."
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