martes, 16 de septiembre de 2014

EL ESPÍRITU SANTO Y LA IMPORTANCIA EN NUESTRAS VIDAS

El Espíritu Santo es definido por la Biblia como nuestro amigo, consolador, abogado, consejero y mas…es una expresión bíblica que se refiere a una compleja noción teológica a través de la cual se describe una "realidad espiritual" suprema, que ha sufrido múltiples interpretaciones en las diferentes confesiones cristianas y escuelas teológicas. Espíritu de Dios, Espíritu de verdad o Paráclito: acción o presencia de Dios, del griego παράκλητον parákleton: ‘aquel que es invocado’, del latín Spiritus Sanctus: Espíritu Santo. Isaías 11:2 "Y reposará sobre él el espíritu de JEHOVá; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de JEHOVá."
El vocablo «espíritu» traduce el griego «πνευμα» (pneuma) y el hebreo «En la teología judía, el Espíritu Santo es mentado como «Ruaj Hakodesh». Se trata de una traducción incompleta ya que «ruaj» y «pneuma» también se traducen como «aire» (ej: pneumático). Aire y espíritu son cosas distintas para nosotros pero aparecían relacionadas en el griego y el hebreo antiguos. Existen dos grandes clases de teologías sobre el Espíritu Santo: las que resaltan el aspecto «aire» y la que resaltan el aspecto «espíritu». Dichas teologías coinciden a grandes rasgos con la judía y la cristiana.
En la teología cristiana, se dice que la cercanía del Espíritu Santo induce en el alma una serie de hábitos beneficiosos que se conocen como El Fruto del Espíritu Santo y que constan en la Epístola a los Gálatas 5:22 "Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,  23Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley."
El libro del Génesis menciona varias veces el "espíritu de Dios" o el "aliento de Dios". Para el judaísmo se trata de una cualidad de Dios, no de un ser autónomo pero para la teología cristiana estas son las primeras intervenciones del Espíritu Santo en la historia bíblica. En el relato de la creación del mundo el versículo Gen 1:2 dice que «el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas». Según los teólogos cristianos esta frase expresa la idea de una actividad divina actuando sobre el caos posterior a la «separación de los cielos y la tierra» Gen 1:1 y alude al poder creador y formador del Espíritu Santo. Sin embargo, la palabra hebrea traducida por "espíritu" puede significar también "viento", "soplo" o "aliento"24 por lo que otros autores han traducido este pasaje como «un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas»25 o incluso «un fuerte viento iba y venía sobre las aguas».
Este relato culmina con la creación de Adán. Dios modela su cuerpo del barro e insufla en su rostro el «aliento de la vida» Gen 2:7  "Formó, pues, JEHOVá Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente." Este «aliento de vida» se refiere a la cualidad animadora del Espíritu. Por otro lado, en el libro de Job éste afirma que «El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida» Job 33:4. Por ello el Credo cristiano dice del Espíritu Santo que es «señor y dador de vida» 
Los exegetas cristianos también identifican al Espíritu Santo en la expresión «dedo de Dios», que aparece en varios lugares del Antiguo Testamento. Las tablas de la ley, por ejemplo, fueron escritas por el «dedo de Dios» Éxodo 31:18 " Y dió á Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios."
La teología judeocristiana afirma que el Espíritu Santo inspiró los dichos y las acciones de los profetas bíblicos. Los principales profetas bíblicos son Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel. Además, están los conocidos como profetas menores Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Najum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías. 2 Timoteo 3:16-17 "Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,  Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra."
Lucas y Mateo, los evangelistas de la infancia de Jesús, comienzan sus escritos con los relatos de la natividad y la infancia de Jesús, donde se recogen varias intervenciones del Espíritu Santo. La más importante de todas es la «Concepción del Verbo» en el seno de María. En torno a este suceso, Mateo nos dice en su capitulo 1:18 "Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo." Pero ademas el Espíritu Santo le revela a su prometido Jose, que no dude porque fue obra de Dios; Mateo 1:20 "Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es."
El Bautismo de Jesús en el río Jordán da comienzo a su vida pública. Los cuatro evangelios dicen que, estando Juan el Bautista bautizando, se acercó a él Jesús para que le bautizase. Después de alguna vacilación, Juan accedió y, en el momento del bautismo, descendió sobre Jesús el Espíritu Santo en forma de paloma. Este pasaje proporciona el motivo iconográfico más utilizado para representar al Espíritu Santo (la paloma). Mateo 3:16 "Y Jesús, después que fué bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él." Después del bautismo, el Espíritu Santo inspira todas las palabras y acciones de Jesucristo. La primera decisión del Espíritu es retirar al desierto a Jesús durante cuarenta días, donde será tentado en tres ocasiones, Mateo 4:1 "ENTONCES Jesús fue llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado del diablo."
La relación entre Jesucristo y el Espíritu Santo se prolonga más allá de la vida de éste, pues el Espíritu Santo resucita a Cristo. Una vez resucitado, los evangelios narran que Cristo da su «Espíritu» a los apóstoles. y esto lo vemos en estos dos versículos de los Apostoles Juan y Pablo…
Juan 14:26 "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho." Hechos 1:8 "Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra."
El libro de los Hechos de los apóstoles ha sido llamado «el Evangelio del Espíritu Santo» por su profusión y abundancia de citas. El capítulo 2 relata el acontecimiento de Pentecostés:
Hechos 2: 1-4 "En el día de Pentecostés, y estando reunidos en un lugar, sucedió de repente que se produjo un ruido como del cielo parecido a un viento. Aparecieron entonces lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos, llenándose todos del Espíritu Santo. Comenzaron a hablar en lenguas extrañas."
La entrega a los discípulos del «Espíritu de Dios» supone que, a partir de ese momento, el Espíritu Santo guiará sus palabras y sus actos, por lo menos en los momentos mas vitales de sus vidas. Pero lo mas relevante sucede en el capitulo 10 del libro de los Hechos, en donde se registra claramente y para el asombro del mismo Apóstol Pedro, Que el Espíritu Santo no era solo para los Judíos sino también para los gentiles, Cornelio fue el primer cristiano no judío en recibir el Espíritu Santo y ser bautizado. Por la Gracia de Dios, como vemos a continuación: Hechos 10:44-48 "Estando aún hablando Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el sermón.  Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.  Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban á Dios.  Entonces respondió Pedro: ¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?  Y les mandó bautizar en el nombre del Señor Jesús." Con independencia de que este episodio sea histórico, alegórico o cualquier otra cosa, sí es cierto que a partir de cierto punto, el cristianismo rebasó la esfera de influencia de la sinagoga judía y llevó la predicación a los ámbitos paganos. Esta decisión, que el libro de los Hechos atribuye a Pedro, fue desarrollada típicamente por Pablo de Tarso, quién a través de sus viajes por Asia y Europa, fundó las primeras comunidades cristianas no judías. También, como consecuencia de esto, se produjo la separación e independencia del cristianismo respecto del judaísmo.
Las epístolas son un conjunto de escritos bíblicos de transición. Contienen las primeras reflexiones sobre el cristianismo y gozan de carácter y autoridad apostólicos. De especial importancia son las epístolas de Pablo de Tarso que, auténticas o no, desarrollan los primeros gérmenes de la teología cristiana.
La epístola a los romanos contiene la principal exposición de la teología paulina y numerosas menciones al Espíritu Santo. Es uno de sus principales escritos.
La primera epístola a los corintios contiene unas reflexiones muy tempranas que tendrán una fuerte influencia en autores posteriores. Los capítulos 2, 12 y 14 son textos clásicos en lo que al Espíritu Santo se refiere.
2 Corintios tiene la bendición más antigua en la que aparecen el amor del Padre, la gracia del Hijo y la comunión del Espíritu Santo.
La epístola a los gálatas contiene la cita sobre los frutos del Espíritu.
La epístola a los efesios tiene una mención sobre la acción del Espíritu Santo como un sello y una advertencia para no entristecer al «Espíritu Santo de Dios».
La epístola a los filipenses se refiere al Espíritu Santo como «Espíritu de Dios» y habla de la «donación del Espíritu de Jesucristo». También habla de aquellos que reciben «alguna comunicación del Espíritu».
1 Timoteo tiene un par de menciones.
2 Timoteo menciona al Espíritu Santo en relación con las virtudes cristianas.
Tito tiene una referencia a la regeneración por el Espíritu Santo.
La epístola a Filemón no tiene menciones. La epístola a los colosenses tiene una mención menor aislada.
Hebreos, por tratarse de una epístola dirigida a una comunidad próxima al judaísmo, pone con frecuencia por testigo al Espíritu Santo. El capítulo primero debate la cuestión de si Cristo es superior a los ángeles.
La primera epístola de Pedro menciona que la resurrección de Cristo es obra del Espíritu. La segunda epístola de Pedro reafirma el carácter profético del Espíritu Santo.
La primera y segunda epístola de Juan contienen algunas fórmulas que excluyen al Espíritu Santo. Dice en otro punto que Cristo «..nos dio de su Espíritu».Asimismo, el Espíritu da testimonio porque «el Espíritu es la verdad». Nada menciona la tercera epístola de Juan, muy sucinta ella.
La epístola de Judas tiene una sencilla recomendación de orar en el Espíritu Santo.
Para concluir con este estudio quiero traer un punto histórico ; El Papa Dámaso en el año 382 d. C. en un concilio celebrado en Roma, presentó una serie de enseñanzas, las cuales quedaron plasmadas en el documento llamado Tomo de Dámaso, el cual recoge la doctrina trinitaria. En cuanto al Espíritu Santo, dijo:
«Si alguno no dijere [...] que el Espíritu Santo es siempre, es hereje». «Si alguno no dijere que el Espíritu Santo [...] es [...] verdadero Dios, [...] lo puede todo y todo lo sabe [...], es hereje». «Si alguno no dijere ser tres personas verdaderas [...] y la del Espíritu Santo iguales, siempre vivientes que todo lo contienen, lo visible y lo invisible, que todo lo pueden, [...] es hereje». «Si alguno al llamar [...] y Dios al Espíritu Santo, los llama dioses [...] y no [...] una sola divinidad [...] es hereje». El Magisterio de la Iglesia.
En conclusión El Espíritu Santo es el mismo poder de Dios, el cual nos da el Padre por medio de su hijo amado Jesucristo; Y su eterna misericordia nos brinda y nos invita a recibirlo enApocalipsis 22:17 "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde."
El Espíritu Santo quiere habitar en nuestras vidas para guiar nuestras vidas y guiar nuestros corazones, Romanos 8:14 "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios." y por supuesto con el conocimiento de que el Espíritu Santo es vida; Juan 6:63 "El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida."
"Que Dios los llene con su Santo Espíritu mis Hermanos, de Hector Peguero."



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