EL
VERDADERO EVANGELIO ES…
Romanos
3:23-24 "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios; Siendo justificados gratuitamente por su gracia por
la redención que es en Cristo Jesús;"
El verdadero Evangelio son las
buenas noticias de que Dios salva a los pecadores. El hombre es
pecador por naturaleza y está separado de Dios sin esperanza alguna
de remediar tal situación. Pero Dios ha provisto los medios para la
redención del hombre; en la muerte, sepultura y resurrección del
Salvador, Jesucristo.
La
palabra “evangelio” significa literalmente “buenas nuevas.”
Pero para comprender verdaderamente que tan buenas son estas
noticias, debemos entender primeramente las malas noticias. Como
resultado de la caída del hombre en el Jardín del Edén (Génesis
3:6),
cada parte del hombre – su mente, voluntad, emociones y carne –
han sido contaminadas por el pecado. Por la naturaleza pecadora del
hombre, él no busca ni puede buscar a Dios. Él no tiene el deseo de
venir a Dios y, de hecho, su mente mantiene una hostilidad hacia Dios
(Romanos
8:7 "Por
cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no
se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede"). Dios ha
declarado que el pecado del hombre lo condena a una eternidad en el
infierno, separado de Él. Es en el infierno donde el hombre paga el
castigo por pecar contra un Dios santo y justo. Ciertamente estas
serían malas noticias, si no existiera un remedio.
Pero
gracias a la misericordia de Dios, nos dejo "El evangelio",
(griego), que significa "buenas noticias". "Después
que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el
evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el
reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio"
(Marcos 1:14-15). El evangelio no es un mensaje acerca del Mensajero
sino un mensaje del Mensajero: Nuestro sumo Sacerdote "Jesus"
acerca del Reino de Dios. Y este es el mensaje del evangelio.
Nuestro
Señor mismo lo afirmó así después de enseñar en la ciudad de
Capernaum cuando dijo: "Es necesario que también a otras
ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he
sido enviado" (Lucas 4:43). Ademas Mateo 9:35 confirma que eso
fue precisamente lo que hizo: "Recorría Jesús todas las
ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando
el evangelio del reino".
Pero
en el Evangelio, Dios, en Su misericordia, ha provisto ese remedio,
un sustituto para nosotros –
Jesucristo
– quien vino a pagar el castigo por nuestro pecado, mediante Su
sacrificio en la cruz.
Esta es la esencia del
Evangelio que Pablo predicaba a los corintios. En 1
Corintios 15:2-4,
él explica los tres elementos del Evangelio – la muerte,
sepultura, y resurrección de Cristo a nuestro favor. Nuestra vieja
naturaleza murió con Cristo en la cruz y fue sepultada con Él.
Entonces nosotros fuimos resucitados con Él a una nueva vida
(Romanos
6:4-8).
Pablo nos dice que nos “sujetemos firmemente” a este verdadero
Evangelio, el único que salva. Creer en cualquier otro evangelio es
creer en vano. En Romanos
1:16-17,
Pablo también declara que el verdadero Evangelio “Es poder de Dios
para salvación a todo aquel que cree,” con lo cual él nos dice
que la salvación no se logra mediante el esfuerzo del hombre, sino
por la gracia de Dios a través del don de la fe (Efesios
2:8-9).
Mediante
el Evangelio, a través del poder de Dios, aquellos que creen en
Cristo (Romanos
10:9)
no solo son salvados del infierno. De hecho, nos es dada toda una
nueva naturaleza (2
Corintios 5:17)
con un corazón cambiado y un nuevo deseo, voluntad, y actitud que
son manifestados en buenas obras. Este es el fruto que el Espíritu
Santo produce en nosotros por Su poder. Las obras nunca son los
medios para la salvación, pero sí son la prueba de ella (Efesios
2:10).
Aquellos que son salvados por el poder de Dios, siempre mostrarán la
evidencia de la salvación por medio de una vida transformada. Y
recordemos El
apóstol Pablo declaró con audacia: “Porque no me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que
cree” (Romanos 1:16).La
diferencia entre el “Evangelio de Cristo” y “otro evangelio”
es la misma diferencia entre la iglesia auténtica y las sectas, los
salvos y los condenados, la verdad y la mentira. Cuando
predicamos podemos llevar a las personas a la familia de la fe, o
entregarlas a la familia del diablo. Dios nos guarde de pervertir su
evangelio, y haga de nosotros anunciadores fieles y efectivos en este
camino estrecho. El
evangelio es la comunicación singular más importante de Dios
con el hombre. En Jesús, el cual es Dios el Hijo, tenemos la
revelación del amor de Dios y el sacrificio que nos salva del justo
juicio de Dios sobre los pecadores.
La
Biblia en 1ª Corintios 15:1-4, nos dice lo que es el evangelio:
“Además
os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual
también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2
por le cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado,
sois salvos, si no creísteis en vano. 3
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que
Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer días, conforme a las
Escrituras;”
La
Biblia dice que todos somos pecadores:
Romanos
3:23: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios."
Esto
significa que todos hemos ofendido con nuestros pecados a Dios. Todos
hemos quebrantado Su ley;
por lo tanto, somos culpables de haber pecado. Debido a esto:
Estamos
separados de Dios:
Isaías
59:2: "pero vuestras iniquidades han hecho división entre
vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de
vosotros su rostro para no oír."
Muertos
en nuestros pecados:
Romanos
6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios
es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Efesios:
2:3: “entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro
tiempo en los deseos de la carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
No
podemos complacer a Dios:
Romanos
3:10-11: “Como está escrito: ‘No hay justo, ni aun uno; 11
No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.”
2ª
Tesalonicenses 1:9: “los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,”
El
único camino para escapar de este juicio
es recibiendo a Cristo al creer en lo que Él hizo en la cruz:
Juan
14:6: “Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.’”
Hechos
4:12: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
1ª
Pedro 2:24: “quién llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo
sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Debido
entonces a que somos pecadores, somos incapaces de remover la culpa
de nuestros pecados a través de nuestros propios esfuerzos:
Gálatas
2:21 dice: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese
la justicia, entonces por demás murió Cristo.”
La
Ley es el hacer y el no hacer de la conducta moral. En otras
palabras: no podemos llegar a ser justos por lo que hacemos. ¿Por
qué? Porque estamos muertos en nuestros delitos y pecados. (Ef 2:3).
Esto significa que como no podemos quitar nuestros pecados; Dios lo
hace por nosotros. Jesús es:
Dios
en carne
Juan
1:1: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y
la Palabra era Dios.”
Juan
1:14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad.”
Juan
8:58: “Jesús les dijo: ‘De cierto, de cierto os digo: Antes que
Abraham fuese, yo soy.’”
Colosenses
2:9: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad.”
Él
llevó nuestros pecados en Su cuerpo en la cruz. (1 Pedro 2:24).
Él
murió en nuestro lugar; pagando la pena por quebrantar la Ley de
Dios la cual tendría que haber caído sobre nosotros. Él satisfizo
la ley de Dios el Padre al morir en la cruz.
Es
sólo a través de Jesús que podemos escapar de la pena que Dios
ejecutará sobre todos aquellos que han roto esta santa y perfecta
ley y ademas ha rechazado a Cristo como su único salvador. ¿Quiere
Ud. ser salvo del justo juicio de Dios? Si es así, si quieres
seguir a Dios, entonces debemos entender que hemos pecado contra Dios
y que está bajo Su juicio. Nosotros debemos mirar a Jesús el cual
murió en la cruz y creer en lo que hizo para que sea perdonado de la
sentencia que pesa sobre nosotros. y seamos salvo del juicio de Dios.
Esto se lleva a cabo sólo por la fe en lo que Jesús ha hecho. Pero
no podemos pretender agregar su sinceridad ni tampoco obras humanas
a lo que ya Jesús hizo.
Jesús
dijo: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre,
no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que
necesita para acabarla?” (Lucas 14:28). Jesús nos dice que
calculemos los gastos. El costo de convertirse en un cristiano puede
ser algunas veces sumamente alto. En algunas partes del mundo, esto
puede costarle la vida. En Estados Unidos y en muchos países de
habla hispana, no es tan peligroso. Aún así, si Ud. se convierte en
un cristiano, Dios tomará su decisión seriamente. Él trabajará en
su corazón y su vida para cambiarlo y hacerlo más como Él. Algunas
veces este es un viaje fácil y en otros momentos puede ser difícil.
Pero esto es lo que significa convertirse en un cristiano: dejar que
Dios trabaje en su vida y continuar este trabajo en su vida después
de que ha sido salvo.
Oración
de aceptación del Evangelio y la Persona del Cristo...
“Jesús:
vengo a ti a confesar que soy un pecador, que he mentido, que en mi
corazón hay maldad y que he quebrantado tu palabra. Perdona mis
pecados. Creo en lo que has hecho en la cruz y te recibo. Límpiame
de mi pecado y se el Señor de mi vida. Creo completamente en el
perdón de mis pecados y no coloco mi confianza en mis propios
esfuerzos de justicia. Señor Jesús: por favor, sálvame.”
Dígale a otros de su entrega a Jesús. La Biblia dice que, “si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo, "
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.” (Romanos 10:9-10). Dios te bendiga...Tu hermano Hector Peguero!
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