martes, 16 de septiembre de 2014

EL VERDADERO EVANGELIO ES…

Romanos 3:23-24 "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; Siendo justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús;" El verdadero Evangelio son las buenas noticias de que Dios salva a los pecadores. El hombre es pecador por naturaleza y está separado de Dios sin esperanza alguna de remediar tal situación. Pero Dios ha provisto los medios para la redención del hombre; en la muerte, sepultura y resurrección del Salvador, Jesucristo.
La palabra “evangelio” significa literalmente “buenas nuevas.” Pero para comprender verdaderamente que tan buenas son estas noticias, debemos entender primeramente las malas noticias. Como resultado de la caída del hombre en el Jardín del Edén (Génesis 3:6), cada parte del hombre – su mente, voluntad, emociones y carne – han sido contaminadas por el pecado. Por la naturaleza pecadora del hombre, él no busca ni puede buscar a Dios. Él no tiene el deseo de venir a Dios y, de hecho, su mente mantiene una hostilidad hacia Dios (Romanos 8:7 "Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede"). Dios ha declarado que el pecado del hombre lo condena a una eternidad en el infierno, separado de Él. Es en el infierno donde el hombre paga el castigo por pecar contra un Dios santo y justo. Ciertamente estas serían malas noticias, si no existiera un remedio.
Pero gracias a la misericordia de Dios, nos dejo "El evangelio", (griego), que significa "buenas noticias". "Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:14-15). El evangelio no es un mensaje acerca del Mensajero sino un mensaje del Mensajero: Nuestro sumo Sacerdote "Jesus" acerca del Reino de Dios. Y este es el mensaje del evangelio.
Nuestro Señor mismo lo afirmó así después de enseñar en la ciudad de Capernaum cuando dijo: "Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado" (Lucas 4:43). Ademas Mateo 9:35 confirma que eso fue precisamente lo que hizo: "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino".
Pero en el Evangelio, Dios, en Su misericordia, ha provisto ese remedio, un sustituto para nosotros –
Jesucristo – quien vino a pagar el castigo por nuestro pecado, mediante Su sacrificio en la cruz. Esta es la esencia del Evangelio que Pablo predicaba a los corintios. En 1 Corintios 15:2-4, él explica los tres elementos del Evangelio – la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo a nuestro favor. Nuestra vieja naturaleza murió con Cristo en la cruz y fue sepultada con Él. Entonces nosotros fuimos resucitados con Él a una nueva vida (Romanos 6:4-8). Pablo nos dice que nos “sujetemos firmemente” a este verdadero Evangelio, el único que salva. Creer en cualquier otro evangelio es creer en vano. En Romanos 1:16-17, Pablo también declara que el verdadero Evangelio “Es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree,” con lo cual él nos dice que la salvación no se logra mediante el esfuerzo del hombre, sino por la gracia de Dios a través del don de la fe (Efesios 2:8-9).

Mediante el Evangelio, a través del poder de Dios, aquellos que creen en Cristo (Romanos 10:9) no solo son salvados del infierno. De hecho, nos es dada toda una nueva naturaleza (2 Corintios 5:17) con un corazón cambiado y un nuevo deseo, voluntad, y actitud que son manifestados en buenas obras. Este es el fruto que el Espíritu Santo produce en nosotros por Su poder. Las obras nunca son los medios para la salvación, pero sí son la prueba de ella (Efesios 2:10). Aquellos que son salvados por el poder de Dios, siempre mostrarán la evidencia de la salvación por medio de una vida transformada. Y recordemos El apóstol Pablo declaró con audacia: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).La diferencia entre el “Evangelio de Cristo” y “otro evangelio” es la misma diferencia entre la iglesia auténtica y las sectas, los salvos y los condenados,  la verdad y la mentira. Cuando predicamos podemos llevar a las personas a la familia de la fe, o entregarlas a la familia del diablo. Dios nos guarde de pervertir su evangelio, y haga de nosotros anunciadores fieles y efectivos en este camino estrecho. El evangelio es la comunicación singular más importante de Dios con el hombre. En Jesús, el cual es Dios el Hijo, tenemos la revelación del amor de Dios y el sacrificio que nos salva del justo juicio de Dios sobre los pecadores.
La Biblia en 1ª Corintios 15:1-4, nos dice lo que es el evangelio:
Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por le cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer días, conforme a las Escrituras;”
La Biblia dice que todos somos pecadores:
Romanos 3:23: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios."
Esto significa que todos hemos ofendido con nuestros pecados a Dios. Todos hemos quebrantado Su ley; por lo tanto, somos culpables de haber pecado. Debido a esto:
Estamos separados de Dios:
Isaías 59:2: "pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."
Muertos en nuestros pecados:
Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Efesios: 2:3: “entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
No podemos complacer a Dios:
Romanos 3:10-11: “Como está escrito: ‘No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.”
Sufriremos condenación:
2ª Tesalonicenses 1:9: “los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,”
El único camino para escapar de este juicio es recibiendo a Cristo al creer en lo que Él hizo en la cruz:
Juan 14:6: “Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.’”
Hechos 4:12: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
1ª Pedro 2:24: “quién llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Debido entonces a que somos pecadores, somos incapaces de remover la culpa de nuestros pecados a través de nuestros propios esfuerzos:
Gálatas 2:21 dice: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”
La Ley es el hacer y el no hacer de la conducta moral. En otras palabras: no podemos llegar a ser justos por lo que hacemos. ¿Por qué? Porque estamos muertos en nuestros delitos y pecados. (Ef 2:3). Esto significa que como no podemos quitar nuestros pecados; Dios lo hace por nosotros. Jesús es:
Dios en carne
Juan 1:1: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios.”
Juan 1:14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Juan 8:58: “Jesús les dijo: ‘De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.’”
Colosenses 2:9: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”
Él llevó nuestros pecados en Su cuerpo en la cruz. (1 Pedro 2:24).
Él murió en nuestro lugar; pagando la pena por quebrantar la Ley de Dios la cual tendría que haber caído sobre nosotros. Él satisfizo la ley de Dios el Padre al morir en la cruz.
Es sólo a través de Jesús que podemos escapar de la pena que Dios ejecutará sobre todos aquellos que han roto esta santa y perfecta ley y ademas ha rechazado a Cristo como su único salvador. ¿Quiere Ud. ser salvo del justo juicio de Dios? Si es así, si quieres seguir a Dios, entonces debemos entender que hemos pecado contra Dios y que está bajo Su juicio. Nosotros debemos mirar a Jesús el cual murió en la cruz y creer en lo que hizo para que sea perdonado de la sentencia que pesa sobre nosotros. y seamos salvo del juicio de Dios. Esto se lleva a cabo sólo por la fe en lo que Jesús ha hecho. Pero no podemos pretender agregar su sinceridad ni tampoco obras humanas a lo que ya Jesús hizo.


Jesús dijo: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” (Lucas 14:28). Jesús nos dice que calculemos los gastos. El costo de convertirse en un cristiano puede ser algunas veces sumamente alto. En algunas partes del mundo, esto puede costarle la vida. En Estados Unidos y en muchos países de habla hispana, no es tan peligroso. Aún así, si Ud. se convierte en un cristiano, Dios tomará su decisión seriamente. Él trabajará en su corazón y su vida para cambiarlo y hacerlo más como Él. Algunas veces este es un viaje fácil y en otros momentos puede ser difícil. Pero esto es lo que significa convertirse en un cristiano: dejar que Dios trabaje en su vida y continuar este trabajo en su vida después de que ha sido salvo.
Oración de aceptación del Evangelio y la Persona del Cristo...

Jesús: vengo a ti a confesar que soy un pecador, que he mentido, que en mi corazón hay maldad y que he quebrantado tu palabra. Perdona mis pecados. Creo en lo que has hecho en la cruz y te recibo. Límpiame de mi pecado y se el Señor de mi vida. Creo completamente en el perdón de mis pecados y no coloco mi confianza en mis propios esfuerzos de justicia. Señor Jesús: por favor, sálvame.” Dígale a otros de su entrega a Jesús. La Biblia dice que, “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo, " Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:9-10). Dios te bendiga...Tu hermano Hector Peguero!

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